UNA HISTORIA ESTIVAL

UNA HISTORIA ESTIVAL

Hace varias décadas, por treinta años, y hasta 1983 disfrutamos, con mi familia, una carpa en la playa Bristol

Eran ubicaciones muy apreciadas, difíciles de conseguir, con gran demanda, la nuestra la “heredamos” de mis suegros que a su vez la recibieron de sus consuegros.

Señalo que hasta 1983 por que luego, la Municipalidad de General Pueyrredon, levanto el balneario y lo hizo playa popular.

Pero recuerdo una anécdota que se repetía año tras año, no tengo precisión si era en Enero o Febrero, eran épocas de vacaciones extensas.

No digo que eran placenteras, en todo sentido, por que salíamos del obscuro periodo 1976-1983 de tan triste recuerdo.

Pero volvamos a la anécdota: se trataba de un hombre alto, vestido correctamente, por lo general con pantalón sport y fina camisa de manga corta.

Aparecía subrepticiamente casi sobre el mediodía marplatense y desde la punta de una hilera de carpas se asomaba como jugando a las escondidas buscando algo...... y asi sucesivamente lo repetía en cada hilera y luego pasaba a otro sector y a otro....

¿ Que era lo que este sexagenario elegante buscaba, atormentándose cada año? Repetía el mismo recorrido con idéntico resultado....... nada.

Se suponía, por aquellos referentes, que siempre saben mas, que se trataba de un asunto sentimental: su mujer o quizá un gran amor que lo había trastornado, y por lo visto abandonado.

El, impenitente, siguió hasta el final cejando en sus intentos cuando la playa se esfumo a manos del Municipio como si tratara de un espejismo.

J/F
Profesor: Eduardo Dayan