miércoles, 4 de marzo de 2009

LOS HOMBRES

LOS HOMBRES
Y
LAS NACIONES

CIVILIZACIONES
Y
RELIGIONES

Quisiera ser, alguna vez, sucinto y concreto, sin embargo antes que nada anhelo desdramatizar el contexto ya que lo que me atrae es reclamar a las conciencias y grado de madurez que nos permita focalizar la preocupación central. Pero vayamos por partes.

LOS HOMBRES

Sencillamente la condición de “finitos” ratifica la parábola existencial en cuanto a nacer, crecer, reproducirse y fenecer. Esto es así y no hay alternativa que queda certificada a través de los miles de años de vida trashumante que ha recorrido la humanidad.

Es increíble que podamos desvanecernos para entenderlo, el ciclo es definitivamente así. Por más apego, por más alegría de vivir – a los conformistas o a los triunfadores – a todos más tarde o más temprano se nos acaba “el aceite de nuestra particular lámpara existencial”.

Busque ser franco y directo sin entrar en sentimentalismos que nos llevarían a la a la escena acuosa de las lágrimas que ciertamente no hallarían el camino de la solución para una elipse que no la tiene.

Lo único que nos sustenta para el futuro, en el que seremos recuerdo, y ello siempre y cuando hallamos logrado en el circulo enorme de los afectos permanecer por lo que fuimos, por lo que hicimos, por nuestra creatividad y repentización y siempre en función de obras y acciones que involucren y favorezcan a nuestros semejantes.

Sin ello, contrariamente no quedará de nosotros ni el recuerdo más vago de nuestra vida, siempre furtiva, como la de un meteoro. No dejemos pasar desapercibido y olvidemos que la suma de voluntades, en una misma dirección y bajo una orientación sutilmente férrea, excluyente, que impida toda anarquía, cuanto cálida, casi paternal, como si fuera una mano protectora nos hará sentir más seguros y fuertes
LAS NACIONES


Las Naciones no deben abroquelarse en bloques contrapuestos donde la puja esterilice las bondades de la acción del conjunto. Claro que en estas alturas, todo desvirtuado, al extremo que si comparamos las sociedades humanas que constituyen las etnias y los países hoy flaco favor le hacen a estas apreciaciones la inoperancia de las Naciones Unidas frente al poder de” las águilas” , que sometiendo a” las palomas”, crean una gran incertidumbre.

Bien que es cierto, porque lo he escuchado, que cuando hubiere una pelea esta debe ser suficientemente enconada, habida cuenta, que entonces, los despliegues furiosos de los contendientes retrotraigan la situación a la de la paz perdida anterior al conflicto. Esto se me hace que solo es una buena expresión de deseos.

En efecto, cuando la piedra fue arrojada y rompió el cristal del vecino, esta, no torna atrás. La vanidad corroe el alma el anhelo y las ansias quitan al hombre, de alguna manera, anticipadamente de este mundo.

Cuanto hay que tener de capacidad de reflexión, de dialogar y negociar para evitar llegar a limites de los cuales no se puede volver. El daño no es solo para el supuesto enemigo, antes bien involucra a todos los pueblos de todos los contendientes. Alguna vez se comprenderá que tras una guerra nadie gana, perdemos todos.

El hombre, lo dijimos al comienzo es finito; los pueblos contrariamente no deberían serlo. Pero a sus habitantes ¿Señor, que les acontece? Tenemos de todo para ser felices, progresar, con ciencia y adelantos y nos empeñamos en retrotraer al pasado los avances y la abundancia que pueden ser méritos solo de la civilización.

Están faltando valores intelectuales preclaros que cambien la sed de poder por el apetito insaciable del bien de todos.¿Por qué nos parece todo esto una pretensión ridícula y mezquina? ¿ O es que nuestra “propia condición humana” es una barrera infranqueable para nosotros mismos?

ME QUEDA LA PREGUNTA DEL MILLON ¿QUÉ HACER? ¿SI NO LO HACEMOS NOSOTROS AHORA, QUIEN LO HARA ENTONCES?

CIVILIZACIONES

Esta acción y efecto de civilizar y, simultáneamente, civilizarse con lo que involucramos acciones que incluyen todo un conjunto de costumbres, tradiciones, ciencias, atavismos, genes hereditarios, ideas y artes que caracterizan el estado social de un pueblo o raza.

Aunque los términos civilización y cultura se usan , a menudo, indistintamente para expresar un mismo concepto, al margen de su estricta significación académica , se suele considerar que cultura es más limitado en el tiempo y en el espacio que civilización. Así por ejemplo de habla de cultura Homérica y civilización occidental.

La historia destaca tres civilizaciones fundamentales: la egipcia, la semítica y la indoeuropea. De los pueblos que representan estas dos últimas, de sus emigraciones, luchas, desarrollo y decadencia, surgieron los valores que ha heredado la civilización moderna. La civilización semítica comprende la de los imperios asirio y babilónico, y la de los judíos, fenicios, cartagineses y árabes.

Del fondo común de la indoeuropea se desgajaron la brahamánica y la persa, y sobre todo la grecolatina, que no solo fue la más avanzada de la antigüedad, sino que en muchos aspectos ha permanecido insuperada.

Al margen de la gran corriente histórica se desarrollaron las civilizaciones china y japonesa que permanecieron estancadas y han necesitado el concurso de las occidentales para evolucionar. Igualmente sin influencia ulterior, florecieron las civilizaciones americanas, entre las que merecen especial estudio la de los aztecas, mayas e incas.

Pero..........no perdamos de vista, en fin la cultura y su efecto de cultivar los conocimientos y de mejorar las facultades del intelecto por medio del ejercicio.

Desde luego que en estas latitudes de la vida, aunque hablemos genéricamente nos asalta la paradoja, aquella que desdibuja cuanto quisimos bordar en el papel con altruismo....pero ¿qué es eso? habida cuenta de la aventura bélica que transcurre por acción de “los aliados” E.E.U.U. y Gran Bretaña incursionando sobre Irak y solicitándole a Sadan Husseim que trate con acuerdo a las reglas de la Convención de Ginebra (¿’) a los prisioneros que pueda tomar cuando él y su pueblo son atropellados salvajemente –¿donde está el humanitarismo solicitado para si que se omite para el prójimo?- con un olor nítido a petróleo, como en tantas otras oportunidades y épocas y en disímiles zonas de avieso interés geopolítico sin el más mínimo recato o cuidado por las vidas humanas del ocasional adversario.

La historia delimitó, fehacientemente a quienes ofrecen “salvavidas de plomo” a sus dominados, que más tarde o más temprano, ellos, los tiranos, sucumben. ¿Lo aprenderán alguna vez sin hacer tamaño daño innecesario?.


RELIGIONES

Se la conoce por el conjunto de creencias y dogmas, que contempla, acerca de la divinidad, de sentimientos, de veneración y temor hacia ella, de normas morales .-como los básicos 10 MANDAMIENTOS- indicadas para la conducta individual y social y de practicas rituales, especialmente la oración y el sacrificio para tributarle culto.

A veces pienso que cuando el hombre advirtió la magnificencia de la creación, sin perjuicio de que muchos lo atribuyan, hoy día –mas modernamente- al Bing Bang, muchos otros azorados en su contemplación , y sin ninguna otra explicación extrapolada o reflexiva precisaron de acogerse a “ese manto”, que sentían celestial y comenzaron a intervenir y participar de conglomerados diversos que, para los monoteístas, significaba la certeza de que a pesar de ser inexplicable, los atraía a su seno.

Así conocimos a los judíos, a los cristianos y los mahometanos y Jehová, Dios o Ala y a sus profetas: Moisés. Jesucristo y Mahoma. Las dos primeras son más afines, como de un tronco, y la otra también es afín a una de ellas porque los árabes provienen también de Abraham , que tuvo descendencia, de Agar con Ismael.

El mundo, en el transcurso de generaciones y generaciones fue bordado por el hálito que transportaban infinidad de religiones, sectas y sub sectas que afloraban y desaparecian.

Hoy día, parece mentira, como el hombre se aferra a creer y cuanto más lo intenta es cada vez más enorme la oferta de posibilidades para que intente un nuevo sendero de fe, no siempre veraz, a veces teñido que oscuros intereses mercantilistas que lo desnaturalizan de su verdadera esensía., entonces los fieles regresan al reducto del cual nunca debieron haber salido y flagelan sus almas arrepentidos buscando el consuelo de aquello que estiman y sienten como su verdadera fé.


Jacques farji abulafia Bs.As. abril 07,2003.-

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