jueves, 5 de marzo de 2009

"FANTASIA EN BUZIOS"

"FANTASIA EN BUZIOS"

LOGRAR UN AUTORRETRATO DE UNA MUJER
QUE SE DESESPERA ANTE LOS ESPEJOS DEL HOTEL
EN QUE SE ALOJA: EN UNO, ILUMINADO DE LUZ
ARTIFICIAL SE VE DE UNA MANERA. EN OTRO
ILUMINADO POR LUZ NATURAL, SE VE DE OTRA

La semana pasada visite Buzios (Brasil) y en uno de los paseos por una de sus 23 playas, caminando
por la rambla hacia la que se denomina Joao Fernández, una de las mas acreditadas, me sorprendió una estatua que
representaba a una mujer hermosa, sentada sobre una valija, con su sombrero en la mano y oteando la bahía.
Mi cabeza me martillaba sobre la belleza que poseía su imagen, volví sobre mis pasos, llame a mi
hija que caminaba unos pasos mas adelante y le pedí que me sacara una foto. Así fue que me situé detrás de ella, puse
mi mano sobre su hombro, como si quisiera transmitirle calidez, terminada la escena continué mi camino mientras musitaba
quedamente un … hasta pronto.
El paseo termino en un restaurante de la playa degustando productos del mar. Entretanto aguardábamos
que se hiciera la hora para embarcarnos en un velero, anclado al efecto, que se llama Mikonos - como la isla Griega -
que es aquella famosa por los paseos para atravesarla en burro.
El paisaje, como casi todo Brasil, es una exaltación de la naturaleza que se conjuga con sierras y mar
integrados todo salpicado de islas que rodean todo el frente, nos embarcamos, y la tormenta que nos acechaba se desencadeno
envolviéndonos además en una densa obscuridad mientras los relámpagos, furiosos, atronaban el ambiente y los rayos caían
iluminando la escena sobre la isla mayor que veíamos frente a nosotros.
Las fantasías del hombre, aquellas que lo asedian con constancia, me hizo pergeniar un naufragio, en el
que sin saber nadar, solo un milagro puede rescatar indemne al actor de tan inmensa y confusa situación, y, de pronto el
hechizo tenia lugar. La hermosa mujer de la estatua ahora era una sirena que me rescataba de las aguas embravecidas y
con ternura incomparable me transportaba al centro de la isla donde, magnetizados ambos, nos hacíamos conocer las mieles
de la intimidad con intenso calor humano que solo se da en contadas ocasiones porque lográbamos integrarnos de inmediato,
como si nos hubiéramos conocido antes.
Claro, de los sueños siempre se despierta, cuando volví en mi me encontraba en mi dormitorio en la suite
del condominio Bauen Mega Resort.
Que había de sueño y que de realidad en lo que mi pensamiento, desbordado y sin limites, había capitalizado
para lograr arribar a la consigna propuesta.
Me faltaba algo… ¿pero que era? Claro ahora lo comprendo. ¿O no? No lo se. Bien lo cierto es que
indague sobre la estatua en la playa la de aquella hermosisima mujer. A continuación me entere que era nada mas pero nada
menos que la famosisima estrella del cine francés B.B. Brigitte Bardot.
Pero ¿cuál era la razón de aquella ilustración metálica en la playa?. Pues no era otra que su aporte
decisivo para proyectar a Buzios y hacerla conocida por la década de los años 60 exaltándola en función de atracción turística.
Para ello Brigitte, enamorada de Buzios, se bañaba desnuda en las aguas de aquella playa resultando
decisiva su gestión. Hoy Buzios crece, como todo Brasil, a mordiscos y empujones avanzando con su estilo incontenible.
Pero… siempre hay un pero que no es mas que sinónimo de paradojal contraste: se cuenta que
aquella B.B. De los años 60, se miraba con desesperación frente al espejo iluminado actualmente con luz artificial, tan
poderosa como que pertenece al año 2000, que deja a la vista el paso de los años, contrariamente el mismo espejo con
luz natural, cuando se bañaba desnuda la dejaba lujuriosa y feliz.

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