miércoles, 4 de marzo de 2009

A MARCOS UBALDO FARJI

A MARCOS UBALDO FARJI
1

de Williams Morris:

“Pasare por este Mundo una sola vez,;

si hay alguna palabra bondadosa

que yo pueda pronunciar,

alguna noble acción que yo

pueda efectuar, diga yo esa palabra,

haga yo esa acción,

pues no pasare mas por aquí.”


Persona alguna, hasta que no lo pase, sabrá cuanto puede quedar shockeado tras la muerte física de un hermano, y, si es menor en edad, mucho más.

MARCOS, falleció él ultimo martes 23 y, desde entonces, espontáneamente, surgen en mi memoria tantas escenas de nuestra vida en común después de mas de 68 años juntos.

Estaba dubitativo, pero el epígrafe, del comienzo, catalizo que se esfumaran mis inhibiciones activando mis inquietudes, las que a este respecto, jamás se abran de aminorar.

Es que si moría Jhon Kennedy o Rock Hudson, eran en sus niveles personajes mundiales destellantes pero en definitiva lejanos, imágenes ... figuritas, sin animo peyorativo.

Contrariamente mi Hermano era de carne y hueso viviente palpitante en la que estábamos juntos en miles de secuencias que transcurrimos uno al lado del otro.

La primera fotografía que extraigo de la cassette de mi memoria, es naturalmente de Carmen de Patagones, nuestro terruño natal, Yo con 5 años y MARCOS con 2 y medio.

Vivíamos en la calle Alsina donde Papa tenia su gran tienda, y vivienda en los fondos. Media tarde, época tórrida, una manzana pueblerina desolada y los 2, dueños de ese mundo de fantasías, dando vueltas en el sidecar con marcha rauda y felices.

Siguen en tropel las imágenes de Patagones y la continuidad de aquella feliz primera infancia; desdoblándonos aparecen los paseos a la chacra experimental, por las tardes, con las amigas de Mama, y sus proles respectivas, y nosotros 2, por supuesto, viandas de por medio, caminatas y picnics.

Ahora evocamos el Cerro de la Caballada, lugar histórico que visitábamos desde cuyas alturas los patriotas criollos repelieron con bravura y coraje el intento de invasión marítima Brasileña en 1827.

También acude a la memoria la semblanza del cementerio, al borde de la vía férrea que pasaba por una espectacular hondonada y en cuyo predio quedo la masava de mármol blanco, la tumba, de nuestro abuelo paterno, de quien llevo su nombre.

Los paseos por las islas del Rió Negro, los domingos estivales, por magnificas aguas y tierras fructíferas y las lanchas que nos apasionaban.

Las salidas en la chatita, la del tío Moisés y la tía Lea al balneario marítimo zonal que se llamaba “la boca”.

2

Las tardes invernales de cine, a la función vermouth, para ver las aventuras de King Kong o Tarzan con Jane y la mona chita.

Algunos domingos por la mañana, ver de la mano de Papa, algunos partidos futbolísticos del torneo local con equipos de Jorge Newbery o Huracán.

Y por fin una anécdota: como quedo expresado Papa tenia la tienda, periódicamente viajaba a Buenos Aires, para hacer compras y surtir las variedades de mercadería que necesitaba. Claro, nuestro Padre fue tan afectuoso y tierno con nosotros que lo amábamos y amamos toda la vida hasta su recuerdo entrañablemente. Pues bien, tanto MARCOS como yo quedamos muy tristes con su partida. Él para mitigar nuestra pena nos ofreció que al regreso nos traería lo que le pidiéramos.

Los 2 eramos, entonces de Boca juniors, y consecuentemente le pedimos que nos trajera el escudito esmaltado a fuego. Bueno, Papa viajo, y, no me pregunten porque a los 2 días éramos de San Lorenzo.

Papa tenia 2 empleados, : Salomón Ezquenazi-un amigo- y Aparicio, un buen hombre, de ideas socialistas.

Cuando Aparicio se entero que nos habíamos hecho de San Lorenzo comenzó a azuzarnos con que: Ustedes son unos curitas, son de San Lorenzo, y así nos verduguio tanto, y como éramos pequeños no lo soportamos, sucumbimos, y para terminarla nos pasamos raudamente de “los santos” a los “diablos”. Así fue como ingresamos en la égida del “orgullo nacional” del que ya no nos cambiaríamos más.

Cuando Papa, a los pocos días regreso con los escuditos de Boca juniors nosotros no queríamos saber nada ni con Boca ni con su insignia. Avatares de la vida como se dice.

Luego fue 1937, el 7 de marzo, nuestros padres ya venían cavilando que haya no había porvenir para los estudios que aspiraban dar a sus hijos, como todos los padres amantes de su descendencia optaron por volver a Buenos Aires donde estaban sus familias.

Primero un mes en el hotel De La Paix, en la calle Rivadavia al 1100. Luego nos instalamos en Vera 288, nuestro primer departamento en lo de los Margulis.

La escuela primaria en Francisco de Victoria en la calle Alvarez 240 y a continuación la primera anécdota ciudadana.

Yo iba al turno de la mañana, así me quedaba toda la tarde en el barrio jugando al fútbol, MARCOS, mas remolón, iba de tarde. Creo que era invierno, vacaciones estacionales, estábamos juntos, con todos los chicos, jugando en el barrio, agitados y cansados, habíamos corrido tanto, transpirados paramos en la esquina de Luis Maria Drago y Álvarez, a la sazón, el padre de uno de los chicos de la barra era propietario en esa misma esquina de almacén y bar con el clásico “estaño”, de pronto alguien propuso un desafió: consistia en tomar copitas de anis, llenas de agua, claro, a ver quien ganaba.

Pues bien gano el “bojor” que escribe. Era viernes, con los estómagos relajados nos fuimos a casa.

Mama trajinaba para dejar la casa ordenada para “el Shabbat” y con todos los pisos encerados. Como me sentía descompuesto, casi con nauseas, opte por acostarme calculando el desastre que podía suceder, dadas las circunstancias, echando por tierra el trabajo de Mama. MARCOS hizo lo propio. Calculen 7/8 años al infrascrito y 5/6 a MARCOS.

Cuando Mama termino los quehaceres, 18.30 hs. , ya había oscurecido, era invierno, nos llamo a merendar. Costo despertar a MARQUITOS, tenia frió. Le puso el sobretodo.

Nos sentó en el comedor, sillas con asientos de esterilla, los pisos recién encerados, relucientes y Mama que regresando de la cocina “hecha ojo” y que ve? : pues que a
3

MARQUITOS su pececito lo había traicionado dejando salir todo el liquido que traspasando el sobretodo debajo de la silla había un charco “activado” que hacia las veces de lavandina dejando una mancha indeleble.

¿Se imaginan la escena?. Mama se encolerizo, ¿el que debía cargar con las culpas quien seria? ¿el mayor verdad?. Pues si, acertaron, así fue, el cargo fue inducir a la repetición de la propia conducta. Si corria : correr; si jugaba: jugar; si tomaba vasitos de agua : ídem; si me acostaba a dormir descompuesto...

Así fue como me recibí de maratonista, forzado, en departamento cerrado, hasta que felizmente se tranquilizo la situación.

Dejemos paso a la fantasía... ahora es carnaval, de noche, corso de Villa Crespo, multitudinario, bullicioso, pleno de algarabía, a la altura de la vieja seccional 27 sobre Corrientes 5200 al lado de la escuela en la cuadra del cine Rivoli.

Papa se hallaba de viaje. Caminábamos por Corrientes, cientos de personas, muchas de ellas conocidas, nos detenemos, la frivolidad de las señoras encuentra ámbito para el comentario:

“ya sabes? Le dice una a la otra, que la hiya de fortuna tuvo un abordo”
“hay che, es mascaralik” le dice la otra
“mira miyor que no me hables, peor es lo de la hija de sunja”.
“si? Que paso?”
“¿cómo no lo sabes?”
“-no-“
“se quito con el novio”
“ya decía yo que esto no paraba bien”

De pronto : Mama dice ¿dónde esta MARQUITOS?
No sé Mama.
Como no lo ves?
No Mama
“adio adio que vamos a hacer ahora?...”
Entonces fuimos enseguida a la seccional 27 a denunciar que no lo encontrábamos. Nos dijeron que por la experiencia de ellos nos aconsejaban que nos fuéramos a nuestra casa.

Imagínense, Mama abrumada, nosotros tan asustados. Que nos tranquilizáramos que ellos, la policía, por cualquier novedad nos iban a avisar.

Nos encaminábamos para casa, llenos de angustia, vivíamos en Maria Drago 150. Al llegar divisamos a MARQUITOS que estaba sentado esperándonos en el umbral de la puerta. No se había desorientado, camino solo, de noche, esas 6 cuadras y aguardo.

Aun recuerdo un acontecimiento anterior, vivíamos todavía en Vera 288, noche de San Pedro y San Pablo, en casa teníamos una oración recordatoria (midrash) había mucha gente, a medida que llegaban se quitaban los abrigos, que se acomodaban, unos sobre otros
en las camitas de MARCOS y en la mia.

Cuando termino el servicio religioso, de pronto, Papa advierte que no divisa a MARCOS. ¿Dónde esta MARCOS?

Papa se desespero, lógicamente; salimos a buscarlo por las esquinas aledañas a nuestras casas, por todas las fogatas; nada en esta esquina, nada en la esquina de mas alla.

Volvimos a casa mas preocupados que lo que habíamos salido, y, ¡Oh milagro! MARCOS reapareció, ¿dónde estaba? Era chico, menudito, y se había dormido en su cama y no se lo veía porque las ropas de los invitados, amontonadas lo ocultaban.



4

Después... los años en que se empieza a crecer, la pubertad, comenzó a frecuentar la cancha de Atlanta. Se adelanto a mi, fue iniciador y pionero. Es posible que allí conociera a Independiente, al que habíamos incorporado sentimentalmente en Patagones, ¿recuerdan? Y posteriormente me entusiasmo con las bondades de su juego y nos hicimos, ambos fanáticos, seguidores y socios para ver a los diablos rojos.

Después los noviazgos. Papa se había casado grande, 31 años, y siempre nos insto a que lo hiciéramos mas jóvenes que él.

Yo estaba de novio con la Avelina. El se tomo con Graciela “era perfecta” repetía pero... vivía en la Boca, nosotros ya estábamos en colegiales. Sarita ya había llegado, porteña ella, cuando yo tenia 9 años y MARCOS 6 y medio.

Imagínense, tenia que viajar mas de una hora y veinte de ida y otro tanto el regreso. Se hacia largo. Aprovechaba a dormirse en el colectivo 39, era “habitué” los choferes ya lo conocían y lo despertaban.

La terraza de Federico Lacroce 3163, fue escenario de nuestros partidos a la pelota, nuestras rencillas: “sos un mulero” “la tocaste dos veces” , en fin cosas de todos los chicos, cuando aun lo son.

Mi noviazgo hizo que adelantara el servicio militar para casarme antes, pero me enferme gravemente, sé que para todos los míos fue una gran pena, enorme la angustia, hasta que me vieron superar el trance.

Mi casamiento, por fin fue en 1952. Esa noche también MARCOS fue mi compinche, debió asistirme a las 4 de la mañana en el hotel Español, vino a la habitación para alcanzarme todo lo necesario “en mi primera noche de bodas”. Era de fierro para todo.

En un par de años mas también él contrajo nupcias y de nuestros matrimonios llegaron Diana, Silvia, Jaime y Daniel.

Los domingos a almorzar apurados a lo de nuestros padres en colegiales, avisábamos a que hora llegábamos, comíamos raudamente y al estadio, y... luego a la salida encontrarnos con nuestras familias e ir , juntos a los espectáculos musicales de el Tronio.

Trabajar, trabajo toda su vida. Con una de cal y otra de arena hizo variadas actividades, buceador inveterado de mejores opciones: vendió libros, fabrico cerámica, trabajo oro, confecciono ropa de cuero, compro y estampo telas, tuvo supermercado, viajo a Chile y compro zapatilleria que vendía aquí y allá, en Mar del Plata, hasta que finalmente sus últimos empeños, con celo incomparable los hizo muy junto a Danielito y Litio con el fervor de quien ama a su hijo. Y la misma admiración dispensaba a nuestra buena Silvia.
Lo mismo se puede decir de su amor por todas sus nietitas.

Tenia además rasgos que lo marcaban en el orillo: era tremendamente solidario con los sufrimientos y penurias de sus semejantes y sus seres queridos. Así la acompaño, como ninguno, a Sarita en su desventura cuando perdió a David en 1978.

Antes ya había tenido oportunidad, en 1976 cuando mi intima célula familiar vivió el calvario de la época dictatorial que desde octubre de 1976 se prorrogo hasta julio de 1977. Yo le participe unos días después lo que me pasaba y él me reprocho mi tardanza porque él creía que se podía intentar algo.


Desde entonces no se despego de mí. Golpeo puertas y yo detrás del. Buscamos contactos, hicimos relaciones humanas, todo era valido para salir del atolladero, siempre juntos, bajo su batuta, el 90% de los contactos y reuniones eran obtenidos por él. Y por fin pudimos dejar atrás tanta angustia. No se sabrá nunca, acabadamente, cada detalle de sus logros pero la evidencia de nuestra solución esta y su crédito es todo para él.

5

El barco recién se nivelaría en 1982. Pero como dejo constancia, él fue nervio y obstinado motor. Nobleza obliga pues como lo hice en vida lo declaro hoy que valoro tanto
Como dejo todo para ayudarme en momentos tan oscuros. ¡GRACIAS MARCOS!
¡MUCHAS GRACIAS!.

En lo sentimental y familiar nos toco perdidas humanas muy fuertes y sensibles:
1) David, nuestro cuñado, tras penosos y largos años de sufrimiento dejando a Sarita viuda, a los 39 años, tan joven, con 2 chicos pequeños y la pena de nuestros padres y la nuestra y demás deudos por lo que aconteció.
2) Después, mas cerca, 1984 la partida de Papa, nuestro maestro y amigo. Un shock tremendo, incomparable, que no se puede asemejar con nada. Porque todo lo que somos lo aprendimos de el, de su bondad, sabiduría, don de gentes, eran tantas sus virtudes que paradójicamente no hacían ruido, pero como se oían. Hombre derecho y justo dejo huella imborrable donde actuó.
3) Mucho mas aquí, hace poco mas de un año 19/12/1999, partió Mama. Mientras vivió Papa ella parecía no enterarse de nada. Vivía como en otra dimensión, bajo aquella protección. De allí en adelante lo aprendió todo, quienes eran los ministros gubernamentales, cuando vencían los servicios, que suma había que pagar a la administración del consorcio, “yo quiero tener mis cuentas al DIA” repetía, y su perseverante lucha con el díscolo servicio domestico.

Batalladora indomable y lucida hasta sus últimos momentos.

Y en estos días, aciago MARCOS, MARQUITOS, MARCUCHO, MARKUNI (de Mama) .

Un HOMBRE , ¡un carácter! ¡una disciplina! Y una gran contracción consecuente con sus propias decisiones. Nos dejo, en fin, en sus últimos meses, que teníamos sin dimensionarlo acabadamente, a un cíclope.

Es que su mal no era poca cosa, y sin embargo batallo y batallo, hizo sus cálculos palmo a palmo, minuto a minuto, jamás acepto que iba a perder su empeño desgarrador contra un mediastino enfermo, creo que disimulo frente a todos nosotros sus dudas, que ciertamente debieron preocuparlo, pero jamás permitió que las circunstancias le torcieran su brazo, por lo menos abiertamente, y seguro para no preocuparnos, porque su meta era vencer.

Pero... lamentablemente, la muerte, esta tan segura de su victoria que nos da el crédito de una vida de ventaja la que indefectiblemente en algún instante nos la cobra.

Camino, por fin en pos de la utopía, sabia que la existencia es un documental de corto metraje que merece ser vivido porque todos tenemos derecho a creer y hasta a soñar.

Su transito, lo hizo, como un autentico FARJI , supo disfrutar su existencia bebiendo los elixires de la vida a bocanadas y nos dejo a todos, finalmente, sentados de cola porque no avizoramos lo que seria capaz de hacer planificándolo todo en las condiciones de salud en que se hallaba y porque intuia que su tiempo, como su vida, se le colaban entre las manos como el agua.

MARCOS: no sé si alguien que te conociera podrá olvidarte,
¡YO NO!
Tu Hermano Jaco




6

MISCELÁNEAS

1- Mientras duro la crisis de su enfermedad, mas de 1 año, informados por los médicos que no quedaba terapia por intentar, mientras nuestra hermana encendía lámparas de aceite en el templo impetrando al Creador por su recuperación, y porque la ciencia se equivocara, por mi parte rogaba dos cosas:

a) A nuestros padres que lo recibieran, en su momento, a su lado, alfombrándole el sendero de su llegada y,
b) Al buen Dios, que le mitigara sus sufrimientos si era inevitable el final de su elipse existencial.

2- MARCOS saco fuerza de donde no tenia y articulo planes y resortes para reciclar su casa, claro anhelo demorado. Con sus ultimos alientos llego en el limite...
Quería hacer una reunión para todos.

Ahora, por imperio de las circunstancias, hemos realizado una semana de reuniones
en su exclusivo honor –hubiéramos deseado la que el pergenio,pero...no fue posible-
Si bien no estaba físicamente, su espíritu estaba entre nosotros, allí, en su casa,
porque dicen nuestras creencias que el alma queda en su casa 30 días, y, porque
cada baldosa, cada artefacto, cada milímetro de pintura, de las paredes, o del
lustre de los muebles o las cortinas y hasta las aberturas de las paredes que derribo
tienen su sello indeleble.

3- Los servicios religiosos, desde el velatorio, servicios fúnebre, el del campo santo, y las oraciones del 23 en el hogar, en medio de la tormenta que impidió la llegada de todos, evidencio lo que dicen las escrituras: que los judíos somos un pueblo de sacerdotes, y esa noche oficio Silvia y acompañamos todos y el coro angelical fue el de sus nietas, después todas las intervenciones del buen Rabino Roizman, fueron en su conjunto de una exquisita dignidad que seguramente han reconfortado su alma a la par que las nuestras propias.

4- La cobertura medica que lo amparo, hacia que el se sintiera contenido y apoyado, y toda su intima célula familiar: Graciela, Silvia, Daniel, Héctor, Patricia y sus delicadas nietecitas, todos con amor no lo dejaron un solo instante de tan penosos meses y él, también hay que decirlo, fue muy sufrido disimulando todo y blindándose de optimismo en su lucha por vencer el mal, divisa de la que no abdico, para no aumentar la angustia a sus seres queridos, que no vivimos en plenitud habida cuenta que nos sentíamos impotentes al no poder mitigarle estas instancias con la dualidad que ofrecía un luchador infatigable frente a una enfermedad devoradora. Luchó, en fin estoicamente, fue muy duro con el mismo, no se permitió flaquezas que como decimos, trascendiendo afectaran a quienes estaban en su entorno cuidándolo.

En su pelea de toda la vida, en todos los ámbitos, le otorgo el temple que siempre puso de manifiesto.

5- La noche del día del sepelio, el 23, llovió copiosamente en cantidades nunca vistas. Remedando quizás la letra de un tango que rezaba “espejo empañado –nuestros ojos llorosos- llueve en los cristales de nuestros corazones”.

La pena que nos embarga, a todos nosotros, es muy honda ¡no podemos creer que esto sucediera! Dicen que el tiempo sutura estas lacerantes heridas del alma; va a ser muy difícil, pero vamos a tomar su ejemplo para sobreponernos. ¡QUE ASI SEA!

No hay comentarios:

Publicar un comentario