CALIDOS RECUERDOS

CALIDOS RECUERDOS
Se durmió y soñó que caminaba con él. Tomados de
las manos. Era un día claro de primavera. Igual
que cuando se conocieron.

Hoy no es para mi cualquier día, es nada menos, que la víspera de nuestro aniversario el
de las BODAS DE ORO, fecha única e irrepetible en el almanaque, de
cualquier vida que tenga tal privilegio, así de shokeada lo experimentaba.

Por eso quizás “se durmió y soñó que caminaba con él. Tomados de las manos. Era un
día claro de primavera. Igual que cuando se conocieron” aquel mediodía en Villa
Crespo, mientras las campanadas de la Iglesia de San Bernardo repicaban 12 veces.

Después rememoraría , como cada tarde, en la esquina, que haciendo cruz, con su departamento, él, permanecía horas esperando el minuto, el segundo, en que ella buscando, la oportunidad saliera al balcón, con cualquier subterfugio y , divisándola, reconfortar su encendido corazón.

También eran muy ansiadas las horas marcadas en que salía de la Escuela Profesional de Santa Fe y Canning donde abordaban el tranvía que los llevaba, juntitos, muy juntitos hasta Canning y Corrientes.

Era el Buenos Aires popular, tanguero de la década del 40 ¡Ah si se pudiera volver todo atrás! para reiniciar, otra vez, aquella catarata de sentimientos, que por rara paradoja, es el sostén de este presente tan controvertido, sin sustancia y que plantea interrogantes que es menester superar, quizás con estás evocaciones.

¡AH! y las excursiones con los chicos y chicas del barrio o del club; por ejemplo la inolvidable, en tren, a Lujan, donde me caí de la bicicleta que nunca supe usar, pero que fue puente para que él me mimara, al regreso, con interminables besos, arrellenados en el último asiento que ocupamos exprofeso.

Las infaltables “peleitas” donde uno salía en una dirección por la vereda y el otro en contrario y, en algún punto de la manzana nos volvíamos a encontrar porque era de locos estar enojados.

¡O! en el baile de Acevedo y Camargo donde nos reconciliamos de la única pelea importante que fue prolongada e inaguantable. Después nunca más ....... y aquí estamos, como siempre
¡Tomados De Las Manos!.-

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mayo 2l, 2002.-