viernes, 27 de marzo de 2009

RECUERDOS DE LA NIÑEZ

RECUERDOS DE LA NIÑEZ
: Tras la lectura de “La Vida Dos Veces”
De Armando Tejada Gomez-Mendocino-
En la voz de Hernan Oliva, hacer un texto.

Había llegado del interior después de siete años de vida pueblerina, como la de Carmen de Patagones, y la urbe me deslumbró.

Aquí recomencé en l° Superior; no fue difícil hacerme un lugar y ganar amigos, proclive como soy a relacionarme; con los chicos vivenciábamos las correrías de costumbre: imitar las aventuras de los personajes de las novelas radiales, jugar hasta el cansancio al fútbol con Héctor y Juan Carlos.

Precisamente sobre ello hay un episodio que no puedo olvidarme, en efecto, jugábamos en la calle y una vez ¿saben lo que pasó?

Pues que de pronto, todos me hacían señas, corrían y se alejaban. Me quedé solo, me dí vuelta y cual no sería mi estupor: un tremendo vigilante estaba allí parado, ahora frente a mi.

Me amedrentó diciéndome que me llevaría preso, le rogué que no, el agente solo accedería si pactábamos que al día siguiente vendría a la parada , con mi Padre, para hablar con él.

Claro, cuando uno es chico, cede a esa presión, pero..... cuando me marchaba para casa me demandaba ¿como se lo digo a Papa?. No era el temor al castigo lo que me afligía, sino disgustar a mi Padre, por otra parte él era dialoguista, comunicativo, bondadoso y estaba más allá de sugestionarme con una suerte de severidad que no era de su vena, para nada.

Pero bueno.... no le conté el episodio ni aparecí por el barrio por unos días. El agente cambió de facción y el problema se licuó felizmente.

También es cierto que teníamos facetas de “atorrantitos”, evidenciadas en los baldíos donde con total inconciencia jugábamos agrediéndonos a pedradas dejando traslucir la irresponsabilidad de nuestra poca edad.

Pero claro había , entre defectos, algunas virtudes como la contracción al trabajo, que en esa etapa se llamaba :la escuela. Así como correteábamos, también nos deteníamos y nos sentábamos con el manual o los textos de geografía o historia para resolver las tareas del día siguiente.

Algunos años más tarde, en 5 y 6° grados se agregó , otro chico, Eduardo, que quería ser como un torito en el rodeo, y cuando los deberes eran bien resueltos, con su participación, Eduardo Caseb, que era su nombre completo estallaba exclamando;Eduardo: un Pollo, Caseb: un Gallo; todos reíamos, porque para él significaba una supuesta capitanía , que no tenía, pero de la que le encantaba ufanarse.

En fin, años idos, recuerdos hermosos. ¡Que no daría , no solo por revivirlos, sino por comenzar todo otra vez. ¿Sería lindo no?.-
Noviembre 02,2001.-
JACQUES FARJI
pd/ GENERALMENTE CONTAMOS SOBRE QUIEN MAS CONOCEMOS -NOSOTROS MISMOS- ES MAS FACIL.
SEGURAMENTE, CON TIEMPO, DESPERSONALIZAREMOS NUESTROS ESCRITOS.-

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