miércoles, 4 de marzo de 2009

Intentar relatar un día de lluvia

Intentar relatar un día de lluvia
CANTEMOS AL AMOR



HAY TANTA INCOMPRENSIÓN
NI NOS HACEMOS ENTENDER
NI OIMOS PARA CONCENSUAR.

Jf

Se visualiza que el conglomerado humano esta inclinado decididamente hacia los social tanto en las relaciones de la comunidad cuanto, superlativamente, en lo económico vocablo sustitutivo de supervivencia.

Este mes de octubre de 2002 ha sido acuoso y particularmente hoy los fenómenos físicos de la naturaleza nos regalan un día de lluvias con rayos relámpagos y centellas.

Así que aun seamos inclinados a la melancolía y al “laisse faire laisse passer” es insoslayable omitir que el siglo XXI se nos ofrece en toda su crudeza globalizadora que tiene sus comienzos, antaño: situaciones beligerantes, implícitas en su dramatismo con dos guerras mundiales en el 1900, conflictos europeos en 1800, las revoluciones, se destaca en el 1700 la francesa, bisagra momentánea de la historia.

Pero recalemos antes de la modernidad y el medioevo luchas y más luchas, y aún antes de la cruel Inqusición que llega al cenit en 1492 con la expulsión de Musulmanes y Judios de aquella España incendiada de bajas pasiones, enmascarada en religiosidad que repele.

Sin embargo, antes, bastante antes, cuando coexistieron en SEFARAD las TRES CULTURAS, en su apogeo, remanso y oasis de paz, sobre el l020, de la era actual, en Córdoba nacía el poeta judeo -hispano Shelomo Ibn Gabirol.

Impactado, serenamente, por esta introducción anhelo hacerme cargo de continuar el relato de su personalidad, tierna y enfermiza, con una tuberculosis que lo enmarcaba ,
hacia los 15 años , donde ya desbordaba su genialidad.

A esa altura queda huérfano de madre y padre y, sin hermanas ni hermanos su vena
poética se inclina al pesimismo a pesar de lo cual alcanza la madurez y accede a contar con la protección de reyes y príncipes de la época.
Entonces encontramos el inicio de su parábola espiritual para la creación, en armonía interior, plena de paz, de lo mejor del intelecto del momento.

Rescato y creo ,analizando su trayectoria ,que sus poemas han cantado al amor, en todas sus alternativas cuando dice:

“ ¿Porque gacela fascinas con tus miradas
y matas con los dardos que arrojas de tus ojos”?

“ A la palmera te asemejas por tu talle
y al sol por tu hermosura”

“Mírame languideciente por tu amor
salva de la muerte a mi alma
a fin de que no perezca a tu vera”.

“¿Por ventura, amor mío, eres paloma
o bien pichoncito suyo, pues andas
como sino pudieras, con pasos tan menudos?”

También el poeta exalto “ a la aurora cuando el cielo parpadea” y “ al heraldo que anuncia el goce de los novios en la cámara nupcial”.

Otras veces involucro a todo lo creado” Los cielos, la tierra, los luceros, el sol y la luna”.

Señalo :” los montes y los ríos, las cordilleras y cataratas, el viento, la lluvia y la brisa, los campos cultivados, los alimentos que son vida, el aroma de las flores, los animales silvestres y marinos, las aves y los frutales”.

Es pues pertinente la reflexión interior, casi como una oración: del túnel del tiempo, en que retrocedimos casi 10 siglos retornemos a nuestra realidad de hoy , ¿ no nos resultara incongruente que con la técnica y los adelanto científicos aún no seamos dignos del momento en que vivimos?. ¿Cuando lo seremos?. ¡Aún es tiempo! ¡Todavía estamos vivos!.

Jacques farji

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