viernes, 27 de marzo de 2009

SUCINTA PARABOLA EXISTENCIAL

SUCINTA PARÁBOLA EXISTENCIAL

Alborada luminosa preámbulo de nacer a la aventura atrapante de vivir.

Media mañana agitada, divertida, plena de enseñanzas escolares, abriendo la ventana, aprendiendo.

Mediodía, crecer con conocimientos, en la “secundaria”. Despuntando el primer romance, aquél que jamás se olvidará.

Media tarde, llega la responsabilidad, transformado en profesional o trabajando; formar el hogar, profundamente concientes de que nuestras almas nacieron libres y que sólo nos auto-encarcelamos por amor.....

De tardecita, otra vez la impronta perpetua, la de multiplicarnos, ahora son los hijos, con una inmensa ternura, luego nuestros nietecitos que nos brindarán ese elixir con sabor a miel.

La noche, que invita a la nostalgia, reinsertándonos en la musicalidad de nuestras almas y en el remanso de la pareja, la única, la de siempre.

Es media noche, cumplimos acabadamente, aún cuando uno no se conforma con solo alcanzar el cenit de la existencia para preparar el “ultimo vuelo”.

Ahora la madrugada, serenos, casi sin piel, seguros de que nunca se muere del todo si se sembró correctamente, si se vivió igualmente, si supimos instalarnos en la memoria de quienes nos suceden, si no se ignoró jamás a un semejante.



Junio 2001 Jacques Farji

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