SENTENCIAS DE LOS PROCERES
La tarde del 7 de junio, dejo la clase de literatura, de una semana atípica. asombro en el incipiente invierno con 29° C, y de tarea imaginar una historia, en el aula ,se mutan los objetos, el mobiliario se desplaza, mimetismo generacional, quizás, en el aula de 3° “B”.-
NUESTROS PADRES FUNDADORES
EMBLEMATICOS SENTENCIARON:
SAN MARTIN
“Serás lo que debes ser, si no, serás nada”
SARMIENTO
“Enseñar todo, a todos, en todo momento. ”
MORENO
“La salud del pueblo es la suprema ley del Estado”
BELGRANO
“La vida es nada si la libertad se pierde”
El aula de la jornada completa primaria es el 3° “B”, al entrar, por la tarde-noche, los banquitos y sillitas están apiñados en el centro de una sala amplia de 12 x 8 m. aproximadamente; nosotros adultos, los ponemos, en torno de las paredes, como si fuera una mesa redonda, con nuestros rostros mirando al centro.
Claro, los chicos, lo harán con los bancos en fila, a ultranza, ya que deben mirar al frente a su educador(a), y no distraerse.
Imagino a esa pléyade de niños hasta 3°G y los de 2°, 1° y Jardín de Infantes, son la inmensa reserva moral aquí, y sus equivalentes similares en el resto del orbe, ellos son angelicales, no están contaminados, la naturaleza los hace lozanos, fuertes, vivaces, inquietos porque están llenos de vida, y de ellos se puede esperar una recuperación satisfactoria y el pertinente cambio de rumbo para los errores cometidos, sin asumirlos.
Estos pequeños gnomos y duendecillos, que adornan nuestras vidas, tienen cada uno de ellos su “hada buena”, que los preserva, y se puede advertir en los buenos sentimientos que evidencian como son precoces, desprendidos, capaces de ceder su bocado, a un compañerito, si es menester.
Por otra parte son tan inteligentes, ocurrentes, espontáneos y sinceramente cariñosos, dan amor y son receptáculo agradecido, de la reciprocidad, con su mejor sonrisa.
Cuando nuestros hijos eran pequeños, muchas veces nos despistamos, impotentes de comprender, cuando las circunstancias de un tiempo, nos imponían luchar para sostener el hogar, lo que no fue óbice para eludir su educación jamás, comprendiendo que a partir del hogar y de la escuela se halla la formación intelectual del educando.
“El que sabe, sube” rezaba un slogan comercial de antaño, por sobre ello estaba la posibilidad cierta que da el conocimiento: discernir, detectar que es el bien, para alejarse del mal, y eso es fundamental.
Los niños merecen todos los derechos que el devenir social les ha otorgado, los mismos que los adultos davaluamos en nuestro andar inopinado.
Desdichadamente este mundo globalizado solo entiende de resultados mercantilistas, como si todo estuviera encaminado al consumismo.
Hago votos porque no sea tardíamente que adviertan que la vida, de alguna manera, es similar a los alimentos que son indigeribles sin sazonar, salvando las distancias, si no le hallamos el sabor al vivir invalidaremos disfrutar nuestro paso terrenal.
En efecto, aprendamos a divisar el vuelo de las aves, y escuchemos sus gorjeos, dejemos que nos invada la música, que no queremos escuchar, percibamos las tonalidades del tecnicolor que nos regala la generosa naturaleza que nos circunda. ¡Vamos , levantemos ese “velo” que nos impide ver!.-
La clase terminó, poco a poco, el aula quedara sumida en silencio y la semi- penumbra atesorara la magia de las palabras que se harán presentes en cada clase, cada martes………pero por ahora cedamos el espacio a la. Reunión de Padres, integrando cuatro comisiones:
Una se dedica a los “Lindos recuerdos”, otra detalla los primeros pasos en: “Así comenzamos”, la tercera coordina la relación de los pequeños con:”Nuestros seres queridos” y la última, que podría ser la primera, no importa el orden, organiza para todos dulces “Momentos compartidos”.
Y claro, campea la emoción, esa que mueve a la ternura, siento la verdad, como un corcho que emerge del océano, mostrándonos cuanta vida late en esos corazoncitos noveles, y en estos cerebros nuestros aún despiertos.
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