¡GRITAR O CALLAR OBLIGADAMENTE!

¿GRITAR O CALLAR
OBLIGADAMENTE?

“EL ENANITO DEL JARDIN”

Nos encontramos en primavera, por el jardín, oportunamente, pasea toda la familia, y son disímiles los mensajes y los códigos, que dejan cada cual, diría según la generación que integran.

La niñera de Pablito suspiraba por el padre de este , de quien estaba prendada, habida cuenta de su dulzura , originada en su soledad, al no sentirse contenido por su esposa y en el cúmulo de promesas, en las que la asalariada confiaba, le habrían de otorgar todas las posibilidades materiales de las que carecía y ansiaba.

Por otra parte, Pablito, era un pequeño, que quedaba lejano, de recibir los afectos de sus progenitores, cada uno sumido en su propio laberinto, complicado de deslices.

Entretanto, “EL ENANITO DEL JARDIN” , cada vez se ponía más y más violeta, quienes lo advertían se inclinaban a pensar que era por la “humedad ambiental”, pero la verdad era otra:

saber tantas cosas y no poder gritar comunicándolas o cambiarlas o quizás corregirlas.

Por su lado, la mamá de Pablito era muy infeliz comprobando que no era capaz de agradar a su pareja, siempre insatisfecha, agria….vamos ¡muy chocante!, y aunque quisiera evitarlo, no lo, lograba, y cada palabra traía otra más fuerte. Lógicamente así nada se podía suturar.

Pero….¡Oh milagro!, un atardecer, EL ENANITO DEL JARIN, volvió a su coloración original, marcadamente decorativa y vivaz, es que los abuelos de Pablito ocuparon el banco de siempre, de mármol blanco, próximo a él , y tomados tiernamente de la mano, recordaban una y otra vez, muy enamorados, el primer beso……aquel , que si es verdadero, no se olvida jamás.

Ya ven……, una familia, tan cerca unos de otros, y tan incomunicados. Por suerte es el amor el que no muere.

JFA 06-07-04.-