¡Ah Febrero!

¡Ah Febrero!
Texto libre donde el tiempo se convierte en
un personaje.

En el año 2004, reiterándose en el 2005 los meses de febrero quedarán como una bisagra a esta altura de mi existencia.

El año anterior me sometí a una operación quirurgica el 7 de abril como colofón de lo que había comenzado un 19 de febrero anterior. Y desde el alta,
14 de abril me quedó pinzado el nervio ciatico, lo que aún padezco.

Este 20 de febrero, 2005, se trató de un herpes zoster-vulgo culebriya- que me azota hace 45 días.

En ambas oportunidades surgió entre el suscripto y su “ otro yo” un personaje, tan temido y no tan desconocido, que responde al apelativo de dolor, que se va haciendo custodia implacable y cuya lucha deja secuelas indelebles.

Habida cuenta que el cuerpo carece de reposo, va minando las reservas físicas y luego las otras , las morales, con perdón de la palabra, no son épocas para abusar de la grandeza del idioma y las posibilidades inmediatas de estallar.

Pues si , así son las cosas, porque finalmente recalaremos en los sabios dichos, como este por ejemplo: “no hay mal que dure 100 años ni quien lo soporte”.-