martes, 24 de febrero de 2009

DE UN ANTIGUO CASSETTE

DE UN ANTIGUO CASSETTE

Cada uno hace, tiene o propone su auténtica realidad, por ello cuando las nubes, del cielo, de cada cual se disipan, como la fuerza de la juventud, que se extingue, nos deja frente a la verdad, entonces campean los recuerdos, esos que nos retrotraen a épocas pretéritas, cuando nos sentíamos más fuertes…..exultantes…. vamos…. ¡cuando fuimos nosotros!.

Ahora memorizando, remontamos la retrospectiva de nuestro derrotero , y somos niños, como cuando subíamos a los árboles, desde donde divisábamos el humor, diverso y cambiante, del momento, eran esos instantes que gobernaban nuestras fantasías, conectándonos con pícaros y ágiles gnomos, que creíamos, se confidenciaban con nuestra simpleza e ingenuidad.

Dulce credulidad, diría hoy, porque lo primero que le acontece a un chico, antes de cruzar el umbral de la incipiente pubertad, si aún antes……es enamorarse de su maestra o quedar prendado de la deslumbrante vecina, algo mayor, que fisgonea a diario para verla en ropas ligeras, como soslayando una intimidad que imagina de un modo, y que más tarde o más temprano conocerá de verás.

O de aquella chica, morochita y vivaz, un poco inculta, proveniente del interior, que trabaja en la casa de la mitad de cuadra de a la vuelta, a esa que ve desvalida , y quiere proteger, mientras asecha la caída de una próxima tarde, en que le robará el primer beso, con tanta inocencia, que seguramente no traerá consecuencias, pero que lo recordará por siempre.

Pero el metejón, ese grande, el verdadero –el que le arrebatará el sueño- es con la hija del propietario del negocio de enfrente, aquel de ropas de bebe , y es posible que esos diminutos artículos sean los que enciendan expectativas inopinadas en su mente nimbada por el dulce sentimiento del amor, y todas asociadas catalizen ese fenomenal flechazo que le procuran, a miles, pensamientos y delirios.

Pero Lena, que así se llama, su elegida, y que advierte su inclinación, aún sean de la misma edad y cursen 1° año ella se siente una “señorita” , y él es…. solo un “chico”. Pero igual, nuestro héroe, la perseguirá, envolviéndola con la mirada arrobadora y preñada de tremenda dulzura –la del primer amor- que ella percibe en cada instante que se crucen en el barrio de Colegiales (1942)…… pero….que declinará

Muchos años después –como rezan las historias románticas- hubo una suerte de epilogo; ya casados con la pareja que el disparador de cupido seleccionó, se encontraron…...sincerándose, ahora mayores. Fue verdad había existido ese “ algo mutuo” y concluyeron ,en que las circunstancias, delinearon rumbos disímiles. Cordialmente se despidieron con su mejor sonrisa.

La de ella fue la postrera . El desenlace al que él accedió – tras algún tiempo-le informaba que el esposo de ella, por motivos netamente políticos, estuvo detenido, torturado y confinado en el sur mucho tiempo. La salud de Lena se deterioró. Padeció graves trastornos cardiológicos, comprensibles e inherentes a su pena, y dejando un niño muy pequeñito, tempranamente la alejaron para convertirla en una estrellita rutilante del lejano firmamento

De esto, claro, los gnomos , jamás revelaron nada como anticipación. ¿Para que? Si el final era preferible desconocerlo ……………………………………………………………………………………………………….

Jacquesfarjiabulafia jfa

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