viernes, 20 de febrero de 2009

COMO CARLOS GARDEL

“COMO CARLOS GARDEL”

(Examinada, que fuera, una fotografía
lograr un texto afin……………)

Ethel, releia una y otra vez la carta que Carlos le había enviado para adjuntarle la última foto, aquella que el le tomó, cuando, tras la despedida en el anden del subte, después de la ultima formación, se separaron..
Se veía en la ilustración, caminando de espaldas, hacia la escalera de salida, una pesada mochila sobre su hombro derecho, como si no solo llevara, su contenido, sino que adicionaba todas sus tribulaciones, las del momento y las que le aguardaban.

Desde luego que ella no intuyo, jamás, el final.Era una joven moderna, alegre, capaz de mantener dos o tres relaciones tentativas ,simultaneas, en pos de una elección final en la que era juez y parte por ser la otra mitad en ese buscar futuro cierto, y desde su óptica :la más importante.

Con sus 26 años brillantes, no le corría ningún apremio, se cuidaba, elegía, sin derivaciones ni embarazos no queridos.

Pero Carlos era diferente, era soñador, la amaba de verdad y de alguna manera se lo decía en la carta plena de arrobamiento y entrega hacia ella. La había titulado Magia, y era enternecedora.
Nunca sabremos que colmo el vaso, y Ethel le dio el esquinazo, de frente, se lo dijo con calma, pero él no lo podía asimilar ese amor que le era excluyente, único, definitivo y que lo desahuciaba, él ya no era de nadie.

Fue a su casa, después de dos años de relaciones, en las que se había jugado, tomo el frasco de pastillas sedantes, por su cuenta, y dejo de sufrir.

Ahora quedaba ella, con sus remordimientos, arrepentida, comprobando, que el amor de Carlos era verdadero, como ningún otro y que lo había llevado, porque nunca avizoro el cruel final, a la desesperación de eliminarse. ¡Que interrogante le planteaba su futuro!.

Se sentía, cada noche, al volver en el subte como la viuda de quien quiso ser el dueño de su corazón. Estaba frustrada, como sin entenderlo lo comparaba con Carlos Gardel, llegando hasta sus muros, en el cementerio para acariciarlos y pedir perdón por lo que no supo evitar.

Entonces, al regresar, leía aquella carta que Carlos titulo Magia y lloraba y lloraba a mares, hace muchas noches que el papel desteñido no guarda una sola letra……solo reproches pueblan su mente y llenan un angustiado corazón.

Ciudad Autonoma de Buenos Aires, mayo 03,2005.- j f a

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