CONFUSIÓN

C O N F U S I O N
:
“Cuando compré aquel libro, jamás imagine
que el personaje principal iba a proponerme
matrimonio”.


CUANDO COMPRE AQUEL LIBRO, JAMÁS IMAGINE QUE EL PERSONAJE PRINCIPAL IBA A PROPONERME MATRIMONIO.

Componente de la clase media, llevaba una vida como todos: esfuerzos, trabajo, en fin… el andar de una existencia simple, en la que después de los esponsales, los parientes y amigos indagaban , si mi consorte, ya estaba en “la dulce espera”. Digamos que conceptualmente era como un acto de una cálida comedia costumbrista.

Era pues lo de siempre……..aquello que termina tras los cuchicheos familiares infidentes que te hacen exclamar: “ yo me voy último”.-

Entonces, una vez finalizada la reunión, nos recogimos en nuestro domicilio, arropamos a los niños y nos dispusimos al reposo. Al día siguiente era jornada de labor.

Mi última acción, antes de dormir, fue revisar un nuevo libro retirado de la Biblioteca Municipal titulado “Confusión del incipíente romance”.

Su texto involucraba a una pareja de novios, muy enamorados, próximos a la boda, donde ella lucia muy inhibida, romántica, pero…..igualmente retraída, incapaz de asumir ninguna iniciativa erotica.

En un momento asalto a mi mente la responsabilidad y recordé la faena que me aguardaba por la mañana, así me adormecí, y entre sueños creía ver a aquella remisa y dulce mujercita, que enervándose, me proponía todo cuanto, alguna vez, había soñado sobre sexo sin atreverme a preguntar acerca de ello.

Todo aparecía trastrocado, vamos……se había invertido, como varón ahora aparecía tímido, en tanto ella, se asumía como “una loba” desenfrenada que me hacía vivir esos instantes inenarrables – yo que no tengo abuelita – sacaba fuerzas de flaquezas, y rendía satisfactoriamente, aceptando que se constituya en “mi costilla” –ya saben…. la biblica- ni falta que hace que declare que estaba RECOPADO.

Lastima grande, que en lo “mejor del momento”, sacudió mis tímpanos el despertador que me retrotraía a la realidad hereje de volver a la rutina……………….

JFA JUNIO 30, 2004.-