viernes, 13 de febrero de 2009

LA IDENTIDAD MEXICANA/SEFARDITA DE ROSA NISSAN

La identidad mexicana y sefardita en la obra de Rosa Nissan.(autora)
Publication: Explicación de Textos Literarios
Publication Date: 22-DEC-01
Author: Coonrod Martinez, Elizabeth



Ads by Google
Licitaciones en Argentina Reciba sin cargo por mail todas las licitaciones de la obra pública
Obra Nueva en Catalunya Miles de promociones de obra nueva por toda Catalunya y Baleares.
Seguridad de Informacion Encriptacion de datos Proteja su Informacion!
¿Querés Saber de un DNI? Toda la Información de cualquier Persona en la República Argentina.
How to access the full article: Free access to all articles is available courtesy of your local library. To access the full article click the "See the full article" button below. You will need your US library barcode or password.


Bookmark this article
Print this article
Link to this article
Email this article
Digg It!
Add to del.icio.us
RSS
COPYRIGHT 2001 California State University, Sacramento
Ha dicho Luis Buñuel que hay que empezar a perder la memoria, sea trocito por trocito, para darse cuenta de que la memoria es lo que crea nuestras vidas. (i) La memoria también crea las culturas, nos hace conocerlas, y conocer aspectos que la historia ha sobrepasado. Será por eso que la memoria se ha usado con frecuencia como técnica narrativa en novelas recientes, para reescribir la historia incluyéndose dentro de ella. Las novelas de Rosa Nissán han agregado a esta tendencia la experiencia Sefardita-mexicana, sobre todo de la mujer. Sus novelas se agregan a una narrativa mexicana reciente que implora saber más que demostrar. Nissán recupera una forma de vida olvidada o ignorada en la historia oficial mexicana, una que ha sobrevivido a pesar de la expulsión judía de España hace más de 500 años. Esa expulsión empezó la tradición de la cultura sefardita (ii). Entre los libros que ha publicado Nissán, dos novelas tituladas Novia que te vea (1992) e Hisho que te nazca (1996) encajan la memoria de la vida y experiencia de dos generaciones de una familia (desde 1940 hasta los años 80), así formando una sincretización de la educación y la vida urbana mexicana junto con las tradiciones judías de un pueblo mayormente desconocido dentro del Distrito Federal. Por medio de estas novelas se conoce a un pueblo que mezcla el lenguaje ladino con el lenguaje contemporáneo, al igual que sus vidas se enredan entre las tradiciones de su herencia judía y la vida mexicana. Por ejemplo, en septiembre cuando se preparan platos exquisitos de comida, hay globos y serpentinas en cada esquina, y se toca el Son de la Negra, se está celebrando el año nuevo de los judíos y no precisamente la independencia mexicana. Pero los gritos no son de ¡viva Israel! sino de ¡viva México! (Nissán 1992, 168). Esta sincretización y la memoria de esta experiencia nos ofrecen una visión subalterna (del otro) de México. Pero la memoria va más allá de la historia de un pueblo. Es también la historia, en dos partes, de la vida de una niña-mujer. Las novelas abarcan la expresión de una mujer judía-mexicana y su sucesiva rebeldía--o sea del género femenino--dentro de la cultura sefardita. Con esta novela de aprendizaje se logra crear una reflexión sobre la falta de definición de mujer con identidad propia que existe dentro de la tradición judía, sin quitar el valor, la belleza y la existencia de un pueblo y una cultura casi desconocida. La familia y la comunidad de "paisanos" en el barrio de Oshinica, la protagonista, se retratan con ternura y aprecio por su estilo de vida sencilla, y su preferencia por el Ladino, el español antiguo de los judíos esparcidos después de la reconquista española. Aunque acaba de salir la traducción al inglés (en un solo libro) de estas dos novelas de Nissán, ella no se encuentra en el grupo de mujeres novelistas muy exitosas en el plano internacional, como Angeles Mastretta, Carmen Boullosa y Laura Esquivel. Por cierto, su obra ha tenido éxito popular, y la primera novela se ha llevado a la pantalla. (iii) La novela Novia que te vea ha sido comentada más por su uso del lenguaje ladino (iv) (la primera vez que había ocurrido en la literatura contemporánea) que por su reflejo cultural y postura del papel femenino, lo cual propongo hacer en este trabajo. La atracción popular de esta novela quizás se debe a que la mujer mexicana, ya sea judía o no, encuentra su voz dentro de la obra de Nissán, en gran contraste con la falta de reconocimiento en la historia y la voz narrativa tradicional mexicana. Aún en su libro, Las tierras prometidas: Crónica de un viaje a Israel (1997), que es como un diario de reflexión personal sobre su primera visita a la tierra de sus antepasados, Nissán establece su autoría de mujer que busca unirse a sus raíces judías sin perder su mexicanidad. A la vez, critica el papel que el patriarcado asigna a la mujer dentro de la filosofía judía. La voz que en la crónica documenta un viaje por la memoria a la vez que en forma física, incorporando la experiencia judía-mexicana y mujer-judía, es la misma voz que busca espacio cultural y de género sexual en las dos novelas. Para que la voz narrativa tenga autoridad, y establezca esa autoridad para el protagonista principal, primero hay que enfocar su identidad cultural como punto de arranque. Para Nissán, al igual que el venezolano Isaac Chocrón, esa identidad es tanto de su país de orígen como de su cultura judía. Un personaje de Chocrón declara que es, "sefardita, o sea tan africano, español y venezolano que los yiddish de Brooklyn (o sea los Ashkenazim) me considerarían herético" (Aizenberg 127). Nissán comienza su primera novela con el gran entusiasmo de su protagonista por incluirse en la vida y la escuela mexicana. Hasta reza a la Virgen de Guadalupe. Pero cuando su familia cambia...

No hay comentarios:

Publicar un comentario