jueves, 19 de febrero de 2009

FUNDAMENTALISMOS

FUNDAMENTALISMOS



ES DE ESPERAR QUE EN MEDIO DE LAS
CONTRADICCIONES QUE EMANAN DE
LA INTERPRETACION DE LAS SAGRADAS
ESCRITURAS , SUS INTERPRETES , SEPAN
ELEGIR PRUDENTEMENTE LOS VERSICULOS
QUE MAS CONVIENEN A NUESTRA VIDA EN
PAZ. HAGAMOS VOTOS PARA QUE NO SE
MATE MAS EN NOMBRE DE UN dios O DE
SUS SUSCEDANEOS. SI ESTO CAMBIA , DI-S
SERIA – PROBABLEMENTE - EL PRIMER
AGRADECIDO.
JFA





Cuando parece que el pensamiento moderno termina de “aggiornarse”, de pronto, nos hace pensar que la raiz de todos los males esta en los “fundamentalismos”: Musulmán, Católico o Judío, y sin olvidar, el económico globalizador y simultáneamente selectivo, discriminatorio, resumen de todas las multiplicidades de la cara más aberrante de la violencia urbana, social, piquetera, que hace de todos los ámbitos, sectores perimetrales estancos herméticos, orlados de rejas.

Y entonces nuestras mentes disciernen, por una parte, estas imágenes que se asemejan a prisiones, cuando el alma del hombre nació para ser libre, y por la otra , la certeza que solo, allá arriba, por ejemplo, en alturas como las del Himalaya reinaría la paz, en soledad, lejos del mundanal ruido y en medio de la calidez, única, de los habitantes lugareños. Supina utopia porque:¿cuantos podemos llegar y habitar esa latitud?.-

¿Es prueba de que no estamos hechos para vivir en comunidad con consenso y vida socializada?.




En esta justa que todos integramos en el carroussel de la vida, es posible que señalemos con el dedo acusador de la conciencia, y salvando las distancias, ¿como el amor, que es sublime, que purifica y eleva mezcla sexo con violencia en el imaginario occidental?.

Entretanto, la ciencia y la tecnología que deberían encarnar la superación, alcanzan, antes que nada, a contaminar el habitat, en forma intolerable, amenazando desestabilizarlo.

Igualmente la inteligencia, en la era atómica, asolo el orbe, y todavía no hacemos más que especular con una ronda de las improntas amenazantes de raigambre imperial.

Y concluimos en inquirirnos:¿somos nosotros?, ¿son nuestros genes? O , lo que es peor: ¿ estamos trasmutanto, en una deleznable involución, nuestra personalidad, que bañamos con una mascara de modernidad social?.-

¡Ya es hora de retrotraernos de estos peligrosos olvidos, y entrar en ese haz de luz que no debimos haber dejado, y embebernos de poesía, de música, de sentimientos altruistas, lejos de la abyecta violencia, y en posesión de la consideración que anhelamos, para nosotros, y brindarla a nuestros semejantes.¡Sería una lección de arrepentimiento!, ¿verdad?.- JFA

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