UNA FOTOGRAFÍA
A patir de una fotografía de
1 señorita bailando, casi de espaldas,
hay un paño verde brillante.
1 señorita sentada frente a una
muñeca, en una sillita y un
infantil almohadon, un paño
amarillo y juguetes en el piso.
Originar un texto.
S O R T I L E G I O
I n t r o i t o
Si partimos de la fotografía, como arte, componente
también del cine, convengamos que hay en ella,
asimismo, un lenguaje.
Mas de una vez hemos confluido aceptando que la
foto habla.
En su ejecución hay cuidado, enfoque, distancia y el
tiempo exacto para alcanzarla cuando la composición,
entera, esta ajustada, es un instante, si no se la capta, ya
carecerá de la magia, que el ojo del disparador, eligió.
Y, entonces, concluiremos que tiene sentido, alma, una
respiración propia, que exala, con su calidez, hasta
percibirla en su perfume singular.
Es una derivación, lograda por la perfección del la
“Creacion”, y por carácter transitivo, del hombre,
a su “imagen Y..........”
La foto en alguna medida, se asemeja, a una atracción
amorosa, cuando el hombre “cree” que conquista –siempre
es conquistado- y obtiene la complacencia absoluta, de la
amada anhelada, en cuerpo y alma es la posesión, e
inopinadamente, el acto, resulta fallido, no habrá continuidad.
Es como una bella foto, magnifica, artística, que al revelarla
resulta velada. ¡Que pena!
LA SITUACIÓN
Lo maravilloso de la literatura, entre otras cosas, es la impronta que evidencia, de paso, una sorpresa, esa que nos enfrenta a algo inesperado.
No digo esto porque no haya mirado, alguna vez, una foto y extractado de ella, y de la imaginación fantástica, que supone ese instante, ese preciso instante que es el del acicate.
Claro, si no “estas en vena” es inútil porque no vas a escuchar el llamado a la puerta de tu creación. Y ¡ojo! soy de aquellos que enuncian que no existen los sueños locos, solo hay personas débiles incapaces de abordar, lo que un temperamento sutil y fuerte, abroquelado en sus fantasías alcanza.
Pero hoy anhelo ser concreto, bueno....quiero decir... un poquito más. La foto que me ocupa posee una dualidad : el desdoble, que decididamente impulso, de un mismo, único ser femenino, encantador.
Por un lado, parada casi de espaldas, se entrega al halago, que la inflama, o al realizarlo, bailando porque quizás, tiene la certeza, de deleitar a sus circunstanciales o “imaginarios” espectadores.
Quizá, es posible que sea una remembranza evocativa, de su madre, danzando para ella,
en su primera etapa componiendo un rapto filial, de excelsa mimetización .
Por la otra parte, está casi de frente, sentada en el piso gesticulando delante de la muñeca, sobre en una sillita infantil, con un almohadoncino a su lado, ahora quizás la muñeca sea ella –cuando era niña- y paradojalmente “ella” gesticulando es su madre, que la mimaba, entonces, como ella ahora a la muñeca. Es probable que su mente este alimentando un deseo, que transformándolo todo, la devuelva a la niñez o la realice como mujer
Nuestro cerebro, esa cassette activo y permanente, guarda esquicios, que nos sorprende recordarlos, rescatándolos, cuando los considerábamos absolutamente perdidos.
Hay dos detalles de color, que me producen un embelezo, enraizado de una música tan conocida. Los colores son de telas satinadas, brillantes, una verde y la otra amarillo, que mi mente asocia con la algarabía de la cadencia carioca, sumamente alegre y penetrante.-
Por último, en el piso, al lado de la sillita, un cúmulo de juguetes, remedo de un desmayado flash, de los entretenimientos de otrora, que conllevan tanta ternura, esa misma ternura que envuelve al conjunto, con ese sortilegio que no se esfumara jamás.....
JFA
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