lunes, 15 de junio de 2009

RESCATE ENTRE LAS PASIONES

RESCATE ENTRE LAS PASIONES

LA COMPLEJIDAD DE LAS COSAS

ES MUCHO MAS QUE UN CHISTE,

ES UN PANORAMA COMPLETO.

LA SONRISA BROTA DEL DOLOR,

A QUIEN LA VA BIEN NO CAMBIA.

SOLO SE LUCHA PARA INNOVAR.

INTROITO

Toda radiografía del esquema intelectual, que nos enmarca, se basa en temas varios, muchas veces recurrentes, en la que nos hallamos insertados hasta el momento en que hallamos la salida del “laberinto”.-

Nos cruzaremos con alguna alegoría teológica clásica que modula una formación ética, y todo lo otro que hace a un anhelo de realización espiritual, de todo un esquema social, no exento de arranques periodísticos incipientes, criticas leales y un ensayo desde el punto de vista de la instalación de la superestructura del poder (El Estado) en función del beneficio general, condición “sine qua non”.-

Somos inmensas mayorías, las pléyades, que odiamos el exilio, no podríamos vivir lejos del terruño, por eso adherimos al diálogo benefactor que supere toda desinteligencia, sin la fuerza física, sino con la fuerza de la argumentación que resulte “superior”. Carecemos de formulaciones brillantes., pero a despecho de ello analicemos las falencias, a nivel humano nacional, y “ainda mais”, allende los mares.

Nunca nos animará la diatriba, de expresiones agrias, aunque debamos luchar contra nuestro interior inflamado de rebeldía versus la injusticia, que enajena, por eso mismo exigente ante el repertorio de urgencias –que nunca son pocas- buceando ideas para superarlas, de donde vinieren_ ¡bienvenidas sean!.

Siempre peregrinos, en la luz del día, escapando a las tinieblas, aunque muchas veces, a la madrugada, nos asaltan pensamientos limpios, puros, innovadores que no evitamos, claro, atrapar.

Otras veces, con una sutileza mesiánica lejana, queremos entender al otro, al destacado, al que dijo algo, positivo, lo que fuere y asirlo, como la voz de “Almafuerte” (Juan B.Palacios) Aquel de “NO TE DES VENCIDO NI AUN VENCIDO” o “SOLO PASARE POR AQUI UNA VEZ, SI UNA PALABRA DEBA SER PRONUNCIADA, QUE SEA DICHA POR MI...”. Dispuesto siempre, amplio y solidario.

En lo personal es muy difícil sentirse singularmente representativo – en el seno de la comunidad, llena de valores- ni referente, solo en algunos círculos literarios comunes se nos acepta por respeto a una trayectoria, mesura, experiencia y carácter comunicativo, empecinado en lanzar frases equivalentes a puentes de mimetismos.

Así es que mucho nos complace transitar un leguaje coloquial, de acercamientos, sin términos rebuscados e innecesarios que nos acerque al interlocutor circunstancial, y además nos gusta mezclarnos con la gente joven para romper la brecha generacional y que no sea impedimento, y poder transferirnos, en el alcance del recíproco entendimiento feraz y constructivo.

Entretanto la prosperidad nos disloca, hay que mantener el oído fino para adecuarnos al consumismo indiscriminado –que hacemos selectivo- y advertir las evoluciones didácticas y docentes de una sociedad que no sabe de detenerse, impulsada siempre al futuro.

En medio de todo, los que escribimos, en la línea costumbrista literaria, sin complicaciones, donde tenemos que indagar para que nos lleve al entendimiento de las etapas, de épocas, y las edades de las personas de quienes apreciamos sus informaciones y/o referencias enriquecedoras. Es que los memoriosos son bibliotecas ambulantes.

En esta sociedad ya nadie se puede auto diplomar. Es menester perder el temor de hacer el ridículo, y expresarse con la palabra o leerlo con el verbo para ser evaluado por los demás, quienes nos escuchan, y se hacen nuestros interlocutores, de alguna manera, resultando el mejor meridiano para saber, a cada cual, como conducirse, o en todo caso, que corregir.

Además, es oportuno el momento para declarar que me aferro al sabio dicho “Ladino” (español arcaico) que reza: “Que otros te alaben, y no tu boca”.-

En tantos casos, haber sido el hijo de un inmigrante carismático –asiático/europeo- que nos permite visualizar aquel “don de gentes” con el que se conducía –producto de la calidez de una cuna y cuidada educación- que en su soledad de inmigrante fraguo su porvenir a 1.000 kms al sur de la ciudad capital, mientras simultáneamente fundaba una familia señera y unida.

Y, así, muy cautelosamente, seguimos abriendo el hilo conductor del espectro de aquella indagación inicial, junto a los propios conocimientos subyacentes sobre historia y literatura, junto a sus reglas inefables de gramática y puntuación de este creativo juego de escribir donde; con dos letras hacemos una sílaba, con las silabas producimos palabras, con ellas construimos oraciones, frases de un “dossier” que conduce al libro y de cuyo mecanismo no podemos ni queremos escindirnos, y mucho menos escapar. Por que hace tiempo que estamos atrapados en este encantado y excelso quehacer: ESCRIBIR.

Hay casos particulares, donde desde el nacimiento y la niñez vienen cincelando una forma de ser y sentir, por ejemplo, digitada por los aires marinos del sur(Carmen de Patagones) –donde a los naturales los llaman “Maragatos”- zona dominada por los vientos y las arenas de sus playas, integrando un hogar bien avenido, donde un niño recibido calidamente, deseado, puede sentirse un “príncipe”, lo que a la postre es muy importante para crecer en medio de una gran auto-estima.

Pero debemos abordar tópicos diversos, y así aparecen el Pseudo-Liberalismo, que el Radicalismo, o el socialismo, el peronismo y la Democracia, con etapas revolucionarias y/o dictaduras deleznables y sangrientas como tan descabelladas y una guerra que enluto nuestras conciencias “esas que jamás habían sido atadas al carro de ningún vencedor de la tierra”, palabras que no me son para nada gratas escribir recordando infaustos sucesos que tampoco debo tratar de omitir. Para no repetirlos NUNCA MAS.

Nuestros militares –de las tres armas- no han tenido ni tino ni mesura y no me halaga decirlo, años antes corríamos con nuestros hijos en los hombros, a los desfiles de las fechas patrias –esas que sin saber porque se han ido olvidando, dejando de lado hasta la identidad nacional. Ya no vivamos el himno, ni los símbolos y mucho menos no hay desfiles de las fuerzas armadas.

Es que nuestras rebeldías deberían estar en dirección de sumarnos, por lo que solo se compadece con un régimen de irrestricta libertad bien entendida y disfrutada sin falsos patrioterismos solo así se alejan esos peligros de muerte, de épocas sombrías, sin enfrentamientos intestinos y fratricidas que detienen el crecimiento de la nación –de los que solo se favorecen nuestros aviesos competidores- y que es propio el deber saberlo neutralizar, para no caer en la involución que desangra la grandeza obtenida y que se entronice la ética histórica conque supimos vestir esta estirpe de criollos derramando generosidad a manos llenas en oportunidad de recibir una abundante inmigración, fines del siglo XIX y principios del Siglo XX.

Van a aparecer, naturalmente, semblanzas, reflexiones, apremios, indicios, necesidades económicas –nunca satisfechas del todo- pero soslayadas con entereza, ahora sin graves enfrentamientos, que se sujeta con un saludo, frente al equivocado desborde militar : “LA CASA ESTA ORDEN, Y NO HA HABIDO DERRAMAMIENTO DE SANGRE”.

Todo para seguir adelante. Y no es fácil.

La heterogeneidad de la problemática enriqueció el alcance de recursos creativos para sortear cada embate, de todo tipo de ellos, y llegar a un punto en que uno piensa en los problemas desde otra óptica, algo vamos aprendiendo en el camino, y filosofamos: NO PREGUNTO CUANTOS SON, SINO QUE VAYAN SALIENDO. Solo así se encaran las soluciones sin restricciones ni fantasmas en frente.

La vida nos va enredando por azar y le tomamos el gusto a la aventura que de tanto en tanto nos invita a acompañarla y se hace entretenida. Pero...hay que arbitrar ciertas medidas de amparo y seguridad para que: EL REMEDIO NO SEA PEOR QUE LA ENFERMEDAD.

I

El mes de mayo viene resultando creador, un sábado de buen tiempo, alrededor del veintitantos de ese almanaque, año 2004, caminando por Cnel. Diaz y Paraguay, invite a mi esposa a tomar un café, sentados en la vereda, y alentados por el tiempo favorable.

Tenía una corriente del pensamiento que me estimulaba. En mi caso es dual. Uno es la herencia recibida de mis mayores inmigrantes, resabios de sus antecesores nómades y trashumantes que habían recalado en España en el Siglo III de la era actual. Y que son expulsados por la trágica Inquisición en 1492 cuando van a dar con sus huesos a las tierras Otomanas en tiempos de Bayacetto II; y mas tarde de Sulaiman el Magnifico que los acoge generosamente celebrando cuanto han ganado ellos con la creatividad de un pueblo laborioso como los sefaradim y cuanto había perdido España al expulsarlos,

La otra media mitad –también transferida por mis padres, más directamente- se compadece con la calidez argentina al aceptarlos, a principios de siglo XX, con los brazos abiertos, tras la política implementada oportunamente, por Sarmiento, de puertas abiertas, con el solo pedido de identificarse con el generoso suelo criollo que los recibía sin reservas ni condicionamientos. Así como mis padres me enseñaron a amar esta tierra mía, de la que ellos se enamoraron, de la que me he prendado y me siento conciliado al decir que me encuentro absolutamente mimetizado con el suelo que me vio nacer. Y declaro espontáneamente que cuando hacia mi primer grado, mi Madre Otomana, mientras ordenaba su dormitorio me enseñaba las estrofas del Himno Nacional Argentino que aprendí en mi hogar.

Entonces, rememorar aquel mayo 2004 tiene como co-relato la enorme inquietud que como descendiente de aquellos “Sefaradim” percibía como una fuerza centrípeta, que nos amarraba, para desleírnos y esfumarnos como en un torbellino que nos absorbiera para desaparecernos.

¡Que dolor!. ¿Como evitarlo?. ¿En que puntos de apoyo o fuerza –superiores a las mías- ( tan ínfimas y sólo voluntaristas) me afirmaría en aquel mandato ancestral de que no se perdiera la herencia recibida de nuestros mayores, generación a generación, de aquel ladino, de nuestras formas de ser, de vivir, de conducirnos, de pensar, de reaccionar con nuestros vecinos, o amigos o con la familia practicando la tradiciones en las festividades religiosas, los cantes, la costumbres culinarias y de repostería, en fin, todo un bagaje sagrado, sin valor material, pero con una fuerza ética y espiritual arrolladora que le daba sentido y tono.

Ipsofacto fue que le dije a mi esposa mira: aquí hace falta un gran revulsivo que sacuda las conciencias y las vuelva sensibles para poder tomar los hilos de nuestra misión y volver a elevarla como el “barrilete” de nuestra obligación, para decirlo de alguna manera sencilla y que se entienda cabalmente.

Y continuando evoque a la rama “Azquenazi” –de la grey Mosaica- de cuya inspiración, hace ya casi medio siglo conocimos una obra que levantó los espíritus de todo el mundo en el ámbito del amplio orbe y que conmovió a gentiles, moros, indios y toda alma que deambula por los espacios mundanos y que se llamo: “El Violinista en el Tejado”.

No podía parar, y quería emulando el mentado éxito mundial, provocar una suerte de contraparte, no para competir, sino para reagrupar a nuestros hermanos emergentes del resultado de Sefarad, aquella cruel Inquisición, y de nuestras historias –todas- vividas hasta aquí para reagruparnos, valorar lo que tenemos y que no se nos escape, como el agua, de entre las manos...

Mis luces no daban para algo tan diverso como era menester, y tampoco estoy hoy muy cierto de haber dado en la matadura. Solo lo intento.

1° Pergeniaba una comedia musical o una opera, o la tercera dualidad una inmensa tira mediática con campo propicio de exhibirla en los 5 continentes.

2° El esfuerzo económico era tan ponderable que abrumaba. ¿Quien lo iba a asumir?. ¿Que mecenas se haría cargo de la producción, tan onerosa?. Y acaso ¿con esto se resolvía el tema de fondo, ese mandato de la herencia tan valiosa y nuestra obligación de asirla para que no se desvanezca?.-

3° ¿Porque mi solución seria avalada por los demás, no podría haberla superior?. Claro que si me dije. Lo único positivo es haber comenzado a pensar. Me conforme – no del todo- por algo se empieza.

Si era comedia musical la titulaba “De Esmirna a Buenos Aires”que encarna centralmente el viaje de mi Santo Padre, en 1913, contando solo 16 años, instado por los suyos (mis abuelos) –siendo hijo único- para romper la convivencia familiar en pos de salvar su vida, ante una guerra en ciernes (1914), otra vez a la aventura de un mundo desconocido, en soledad y desarraigo, con una fuerza -esa que da el amor de los lazos filiales- compelido, si o si, a triunfar en ambiente ignoto para traerlos a su lado.

Ese es el primer acto, orlado del dolor en la separación, de la célula familiar, alejarse de la primera novia, del terruño, de la escuela, de los amigos...un penoso y desolador panorama que se obscurecía en función del viaje a miles de millas hacia la incógnita de una ruta laberíntica. Todo desde un puerto –ESMIRNA- lleno de actividad, amenizado con música turca y sus bailarines y cadencias inconfundibles. Aromas a café y anis.

El segundo acto, cargado de nostalgias, puede tocar SALÓNICA–Grecia- y/o RODHAS (posesión entonces de Italia).Salónica tiene la impronta parecida solo que el desarrollo del ascenso del pasaje es con tonalidad de música griega y sus bailes típicos esplendidos. Ese que ejemplarizo el film Zorba. Es lo que le da colorido a una escena, otra vez, lacrimógena..

Arribados al tercer acto, tenemos que modificar la letanía de tanta tristeza en las separaciones familiares y vamos a acercarnos a otro haz –diverso- de alegría reflejada en la calidez italiana de NAPOLES, con su sol, estallante de compases pegajosos, en medio de un momento exuberante. Como para empezar a cortar amarras de tanta pena y enfocar el porvenir con un toque que se anhela feliz. Reflejo del instinto humano.

El cuarto acto, nos encontrará con la febril actividad de un puerto en el enclave mediterráneo, bajo la bandera francesa: MARSELLA. Allí reina el tango apache, con un desenvolvimiento continuo, recio e impactante. Con Edith Piaf y su fraseo que arrastra peculiaridad.

Ahora quizás, llegará un momento altamente tocante, era imposible soslayar España, donde los Sefaradim habitamos desde el siglo III de la era actual, con una fidelidad absoluta por espacio de 12 siglos, hasta la amarga e injusta expulsión de 1492, donde de alguna manera, nuestras simientes no desaparecerán jamás, claro quedarán los conversos, los marranos, y los que jamás claudicarían.

Pero la alegoría al arribo –del quinto acto, a BARCELONA, del navío en que viajaba mi Padre estará identificada con los espíritus de tantas almas sacrificadas –en las bárbaras hogueras inquisicionales- que despiertan para saludar y acompañar a sus hermanos –nómades y trashumantes históricos, que retornando –ahora- de Oriente, de paso para América, buscan otra vez en la “diáspora eterna” un lugar para su redención, si es que El Eterno, omnisciente, así lo estima, por fin...

Uno puede presentir, como si se estuviera exhibiendo al escenario del mundo, lo tocante, lo impactante, lo conmovedor de tal momento que se mete en nuestras venas, axilas y poros, que desgarra dejando una herida –llaga viva- haciéndonos sentirla en nuestras gargantas prontas a estallar, de tensión emocional incontenible, y si queremos ponernos en los zapatos de ellos se hace insoportable. Momento en que nuestros ojos están bañados en lágrimas de amargura.

Desde allí comenzamos el descenso, al Sur, a la promesa de la América que se quiere percibir como un oasis donde calmar la sed de tanto infortunio, en siglos de dolor y pena arrastrando el oprobio de persecuciones, angustias y tristes desarraigos –inhumanos- que es preciso erradicar de una vez y para siempre.- ¿Será América? ¡Así sea! ¡Amén!.

Estamos en el sexto acto, con aroma y sabor a café, este es más pequeño (cafeziño) con la alegría de la tierra feraz que se vende al mundo como un jardín encantado, húmedo y continuo bajo la bandera de Brasil, arribados a RIO DE JANEIRO con su ritmos sensitivos, atrapantes y cálidos, que nos envuelven, como para bañarnos de embeleso..

Finalmente –El Destino- llegamos al BUENOS AIRES, es el séptimo acto, aquí todo es actividad, la impronta musical la debemos al tango tradicional, canyengue, subyugante y entrador que une las almas de la pareja en un solo ser que lo desborda todo. Y nos contagiamos de sus cadencias, es imposible negarse...

Las familias a recibir a los parientes. El Hotel de Inmigrantes –tradicional- para unos días de ambientación y precisa orientación para colocarse en pos de un camino de labor y triunfo ya que no se concibe otro. Para que el destino los vuelva a disparar a sus oportunidades al norte, al este, al oeste o al sur, todo está disponible para realizarse. ¡Manos a la obra pues!.- Las posibilidades están y son ciertas. Hay que tomar el toro por las astas y darle para adelante, con tesón y empeño, ese que les sobra.

En la continuidad tenemos dos actos mas: el octavo acto, enfrasca tras la ardua lucha de mi padre a 1.000 kms de Buenos Aires (Carmen de Patagones) su exaltación a ocupar un puesto en la sociedad, su integración exacta con todos los estamentos lugareños, e instado –oportunamente- por su Madre –ya reunida con él- construir su hogar con firmeza económica y un hilvanado sobrio, sostenido cuanto permanente ascenso social.. El casamiento, los hijos, el esfuerzo mancomunado –nada se deja librado al azar- y en la culminación el último acto.

En efecto ese noveno acto, refleja la modernidad de una sociedad que evoluciona, llegados del interior, se afincan en la gran urbe con todas las etapas la escuela de los hijos, el padre en proceso de ser industrial, los hijos crecen, ley de vida, hacen sus nidos, la familia crece, la casa grande, llegan los nietos: “hijos de mis hijos dos veces mis hijos”, la lucha, el triunfo, las mieles del jardín otoñal, el deterioro inexorable de la salud: nacer, crecer, multiplicarse y fenecer, donde sea un fin de fiestas del camino recorrido con virtud y resultado iluminando un sendero para seguir transitando la vida, ahora con el sello en el orillo de un alcance merecido.- Y que siga el Carrousel de la vida.

Toda esta argumentación precisa un acabado de instrumentación del dialogo de los personajes que van a intervenir en los 9 actos –que puede ser una opera cuyo nombre, entonces seria: DIASPORA.

Hay dos enfoques diversos y de igual importancia, complementarios de todo lo anterior, el primero se titula “DIALOGOS DEL BARCO” y está signado por dos soportes: A; 4 compañeros de viaje Jaim, Mushico, Eli, Bojor y B; un grupo de 3 a saber: un sabio Jajam (Rab), un acompañante Religioso y oficiante: Eliezer y como tercer soporte de este triopode, el inefable YOJA, personaje de los cuentos del acervo sefaradi (replica equivalente a un “Bólido” o a un “Jaimito” que estimo promotor de secuencias desopilantes). Según lo iremos viendo.

Entretanto los 4 del primer grupo abordan en su leguaje, entre ellos, las nostalgias de la casa ya lejana dejada en Esmirna, la pena de la lejanía de los afectos maternales o la protección del padre. El recuerdo de otros seres queridos. Y notar la falta de las caricias, de la bondad de las comidas folkloricas y caseras. Los cantes, nuestras hablas del ladino que se hablaba en los hogares (Turquia) y que nunca se abandono. Los conocimientos enraizados en el interior de nuestras formas de vida y respeto, cuanto la relación con los gentiles y los vecinos, en torno a nuestras familias. Es decir toda una cultura de vida ética y espiritual que nuestros mayores y que me hago un deber en hacer conocer, aunque sea a grandes rasgos a todos, tanto como para dar a entender conque nos identificamos, como cualquier etnia humana, con sus características esenciales.-.

El otro capítulo EN LA RED hace a nuestra formación religiosa que como todos sabemos tiene raíces comunes con los Cristianos, y con el Islam. Las tres religiones aceptan como “Padre” al Patriarca ABRAHAM.-.

Esa red significa protección, si uno la abraza como consecuencia de que las Sagradas Escrituras son un Código de vida. Allí se detallan cuestiones morales-relaciones familiares- ética espiritual, condiciones de las relaciones entre familiares y o con terceros, recomendaciones útiles para una alimentación que beneficie a quien la recibe. Una cantidad de reglamentaciones de observación en la conducta. El cuerpo humano perfectamente conocido parte por parte. Y sobre todo la perplejidad que invade al hombre ante la exactitud y magnificencia de la Creación, reiterada durante miles y miles de años con asombrosa justeza.

Una intencionalidad que recala en la más absoluta utopía, mientras que el broche de oro que se anhela alcanzar, para todos es la eudaimonia que nos premie con el estado de beatitud que certifica la felicidad de todo el género humano.

MISCELANEA

Mechado, en los textos de Diálogos del Barco y En la Red hay versos y hay cantes para ayudar a matizar el desarrollo del relato evitando la rutina que fastidia y abruma.

También hay una obra costumbrista que habla con un sentido coloquial de nuestra manera de conducirnos. Se titula : “LA CONDICION HUMANA” Y como sub-titulo: “Eran Tres Hermanitas”, en Tres actos y un Epilogo, armonizada para los pasajeros del viaje. Original manera de introducir una obra dentro de otra mas importante.

II

Ahora, en este mayo, que este año -2009- demoró la llegada de los fríos, por estas latitudes, trajo alguna inspiración para temas diversos, que preocupan, de suyo, al espíritu sensible del habitante del mundo moderno, ese que nos contiene.

Desde luego que no se trata de desarrollar aquí una suerte de disquisiciones vacías que ocupen un papel, cubriéndolo, porque el objetivo no es ese, la intención es bordarlo de razonamientos, sin que signifiquen una página liminar -¡ojalá lo fuera!- sea capaz de sostenerse por su propio peso: el de las ideas expuestas de una manera o de otra.

Esta vez mi intelecto interactivo me inclina discernir acerca de la conducta propia y la de nuestros semejantes, a su levedad, a veces artificial, ora inconsciente, pero que finalmente nos intranquiliza, conduciéndonos a una falta de serenidad por no comulgar con nuestros logros, y mucho menos con los comportamientos caprichosos que observamos.

No hay duda que hallamos, cada vez, menos gente noble, cuanto pléyades altruistas, no lo podemos soslayar, la inmensa mayoría se mantiene indiferente, hosca, alejada, mezquina, francamente recalcitrante, violenta.

Para que esto resulte así no se pueden ignorar miles y miles de años de una “civilización” –así nos llamamos- de orígenes multifacéticos y diversos, con costumbres originales que nos han impedido identificarnos totalmente con las distintas etnias y religiones, donde las aproximaciones son superficiales ya que nadie abandona su propias auto limitaciones, o pre-conceptos a los que se resisten a revisar o renunciar y sumarnos.

Cuando de pronto, nos situamos frente a la actualidad de esta contemporaneidad globalizada, nos sorprendemos ingratamente, de tanta perdida de identidades individuales, paradojal instancia, con desapego de las tradiciones, enfriamiento extraño de las convicciones religiosas –no tan lejanas- más la aparición de millares de sectas, tan diferentes, que están evidenciando que la espiritualidad intima del hombre sigue intranquila, insatisfecha.

A estas alturas ¿que vamos a argumentar?.

_¡Pues si!

Lo que está a la vista y es sabido es que una misma religión tiene entre si ramas irreconciliables, que hacen a abarcar la diversidad de sentimientos y pensamientos para que todo quede dentro de si mismas, pero creo que no se logra :

CRISTIANOS: Católicos, Protestantes. Ortodoxos.

JUDIOS: Ortodoxos, Conservadores, Reformistas.

Junto a ellos, innumeras religiones cada una con la impronta de un enfoque diverso y excluyente.

Entretanto los agnósticos, por afuera de todo, claro.

Para colmo, las deformaciones de los sacerdotes de todas las religiones, asumiendo posiciones inexplicables, hasta comportamientos reprochables que los postran frente a los estrados judiciales, y salvando las distancias, reiteramos que si El Islam, Los Judíos y Los Cristianos, admiten la raíz común en ABRAHAM, como Padre, ¿como es posible que no se entiendan?

O cuando no aparecen intereses económicos que lo, priorizan todo, envileciendo a la religión donde el altruismo es el factor que debe ser superador e imponerse para beneficio de todos.

Claro que hace falta el aditamento de un estado de beatitud entre los pastores, rabinos imanes y sacerdotes para alcanzar una vida de hermanos sin aferrarnos a los bienes materiales, y fundamentalmente observando conductas morales, sabiendo que las túnicas funerarias –mortaja- no tienen bolsillos

Colijo que hemos recibido de La Creación un Mundo pletórico de variadas riquezas para enseñorearnos en ellas, y no para desvirtuarlas y apropiarlas con el egoísmo natural y malsano de la condición humana, en la que siempre nos queremos amparar como amargo paraguas protector.-

Y por si todo ello fuera poco, vamos desquiciando ese orden armónico de una naturaleza exacta que es la que debería tenernos perplejos y concientes de un cuidado que estamos lejos de practicar, cuando una y otra vez, acometemos contra el medio ambiente al no tener cuidado de metodizar nuestras actividades productivas evitando los efectos indeseados de las destrucciones que provocamos o sus deterioros: tala indiscriminada de bosques, envenenamientos de las aguas por deshechos industriales desaconsejados, o es que ¿iremos siempre contra la corriente?. ¿No es mucho más difícil?.

III

RELACIONES HUMANAS:

Podría hacer cada tema esquemático, y no es porque piense que el lector –ya nadie como vidrio- no me entendería. Pero igualmente anhelo expresarme sin ambages ni limitaciones.

El hombre no nació para vivir solo: la pareja humana somos seres profundamente sociales, plenos de sentimientos – no siempre correctos- esto amerita que tenga una correlación o contrapartida en una educación dictada por especialistas dotados, a los que no todos tenemos acceso.

Por otra parte debo aclarar que recibir educación apropiada no es en si misma garantía total y absoluta, porque hay que custodiarla para que no sea bastardeada por intereses espurios y subalternos que concluya en manejar aviesamente en forma oportuna a los educandos en función de ideas o intereses pre-determinados, mezquinos o gatopardistas.

Por otra parte, sumidos en este régimen de:”tanto tienes tanto vales”, es prevalecedor del egoísmo de no compartir la LUZ de la inteligencia alcanzada o recibida atesorándola singularmente para si, en lugar de hacerla extensiva al resto de nuestros semejantes, cuya naturaleza en esa percepción es menor, inferior o como se la quiera calificar –¿falta de oportunidad, quizá?- habida cuenta de que todos tenemos posibilidades de acceder a ella, siempre y cuando las condiciones sociales y económicas aceiten nuestro camino, sino quedaremos rezagados como lo ejemplariza esta cultura universal –sui generis- que compartimos, donde en todas las latitudes hay hijos y entenados, unos favorecidos con todo, mientras los otros quedan sumergidos, indigentes desposeídos.

La organización humana mundial no ha logrado –todavía- un equilibrio aceptable en lo económico, mucho menos en lo social –no hay visos que alcance un armónico desarrollo- se ha afirmado de la mentada”Organización Internacional del Trabajo” donde la brecha se ahonda a niveles irreconciliables otorgándoles a unos las industria pesadas: cañones -sacaron la lotería sin sorteo- y a los otros palillo-escarbadientes o sacar a pasear a los perros, incentivando las distancias de modo inaceptable.

Pero hay otros aspectos: Formamos familias. Firmamos libretas del Registro Civil, que no son diploma ni testimonio de tener que asumir luego flagrantes errores al fallar las especulaciones iniciales. Están, claro, cada vez mas numerosos quienes se casan por “detrás de la Iglesia”-de común acuerdo- no hay papeles, ni tampoco garantías. Pero las reglas son esas.

A veces concurren intereses económicos. Acomodarse mejor, recostándose en la con- veniencia para gozar de la vida. Debilidades del ser. La comodidad de la ley del menor esfuerzo. Lo que tampoco genera seguridades, en lo absoluto, ni certifica el éxito. Esta palabra (éxito) que en el diccionario esta antes que la de trabajo. En la práctica es inversa su importancia y orden de aparición, como los personajes del teatro.

Y la vida continua...traer hijos a esta aventura llamada vida, es de lo más fácil, placentero y entretenido, pero la faena inmediata va generando situaciones en aumento:

Hijos chicos, problemas chicos, hijos grandes problemas grandes”. Ahora bien, si se trata de familias adineradas, tal impacto, se disimula con la ayuda del “metálico”, parece como que no hay falencias, por lo menos en épocas de la minoridad de los chicos.

Pero entonces aflora otro problema, no menos cierto ni del mismo caudal de im- portancia. Pero distinto: El cariño, ese que es sustento emocional, anímico, para los infantes, porque lo buscan, lo precisan, lo perciben y esperan de su cálido aliento. Único e irremplazable..

Cuando se suceden desavenencias, en el matrimonio o pareja, y cada vez son mas violentas, frecuentes y reiteradas, ante el fantasma del desamparo, son los hijos los que más lo sufren como una suerte de desarraigo espiritual de sus tiernos sentimientos.

Acaso ¿alguna pareja de desavenidos intuye lo que pasa por el corazón y la cabecita de sus hijos pequeños cuando ven que sus padres no los acompañan a la escuela en las efemérides patrias, ni se hacen arrumacos como los de sus compañeros y solo asisten al triste espectáculo de las escenas lacerantes donde se arrojen los platos por la cabeza?

En torno a la pareja –en momentos de desinteligencias- cuando se atomiza para estallar en mil pedazos, es posible que el hombre tienda a aturdirse con licores y alcohol, con salidas no acostumbradas, buscando en esas otras alternativas, “desvestir” situaciones optativas, pero difícilmente vuelva a vestir su alma de la ternura perdida.

No es tan sencillo ni corriente reemplazar “al amor”, peculiarmente cuando además es la madre de sus vástagos. Hay una falta tan notable de auto crítica, en la pareja, nadie se asume, y las turbulencias opacan la inteligencia, es el peor momento.

En una sociedad como la nuestra engendro de tabúes cercanos, la mujer, llevará la peor parte: disminuida, señalada, desguarnecida, débil, amedrentada, sin amparo y lo peor “separada”. Hay hombres que evaden los emolumentos emergentes de la separación, dictados en la instancia judicial. Eventualmente puede hallar otro apoyo, que para su dignidad desquiciada, nunca será lo mismo.

Solo hay casos excepcionales en que tales desarreglos arriban a una feliz resolución.

Y claro, en medio de todo este torbellino arrastran inopinadamente las delicadas almitas infantiles – los hijos pequeños- que no hallan consuelo al tambalear sus rumbos.

Ser “separada”, todos lo sabemos es como medio luto, se inhibe, se hace remisa a “probar” –piensa ¿para que?- todos son lo mismo. Además se supone que “el que sigue” paga los rencores de lo actuado “por el otro”... el primero.

En todo caso se ha fracasado, pierde el invicto –esto vale para ambos- la primera casa de sus sentimientos se ha desmoronado, quedan con la autoestima reducida, están desorientados, ese “castillo” el suyo resulto de arena y se lo acaba de llevar el viento de la vida, y en todo caso ¿volverán las pretensiones de antaño, habrá fuerzas para resolverlas?.

Todo lo que antecede es crudo, y sin embargo hay situaciones límites superiores que minimiza todo lo que hemos considerado y es cuando –Dios libre- la pareja pierde a un hijo(a) de corta edad por un accidente en la pileta, o la playa, o tragedia vial o una enfermedad terminal.

Casi no me atrevo a hacer hincapié en la edad de hijo perdido, porque de todas formas no habrá consuelo. No hay a quien preguntar ¿porque?, dado que no existe la respuesta ni en la ciencia, ni en la psicología ni en la religión. Hasta que se comprenda que se ha entrado en un laberinto del que no se sale, cargando la mochila de plomo de un dolor inacabable.

A veces esta situación también resquebraja a la pareja. Sea como fuere ninguno de los cónyuges puede culpar al otro, los padres no descuidan –de suyo- a sus hijos que son su mayor preocupación, solo que sean “cabeza fresca”. Pero insisto hay que tener una gran reserva moral y mucha fuerza para rehacer “las naves” en tan indeseables esquicios que son parte de la vida, nos queda el instinto; mal que nos pese. Donde siempre es demasiado temprano cuando un ser querido parte –si son menores contrarían “la ley de vida” donde los que parten primero son los padres por ser mayores- y este tema jamás lo asumimos.- Aunque estemos informados que nuestro periplo –finitos al fin- es nacer-crecer-multiplicarse y fenecer.

La psicología de Freud y de Lacán ha impuesto lo suyo. Una realidad no se tapa con nada, es una verdad que surge como un corcho en medio del océano. Si la pareja riñe, lo hijos sufren. Hay un semblanza del Ladino que reza -refiriéndose a estas situaciones de parejas mal avenidas y sus retoños: “Árboles pecar, ramas llorar”.

Cuando los padres llegan a la separación, los hijos sufren mas –¿acaso se nos ocurre pensar la dimensión de esas penas?- momento en que los padres creen que hacen bien, ¿en que se basan?. Está demostrado como se equivocan, preciso instante en que recordamos que la separación es como la piedra arrojada –la que rompe el cristal- y no tiene retorno, entonces el drama de una manera u otra se agudiza, los hijos productos de esas discrepancias quedan a la deriva, a veces hacen nido, tan jóvenes como inexpertos, envileciendo sus antecedentes con inconductas, donde todo se complica, o no, pero con los riesgos –de todo: enfermedades, vicios, drogas, alcohol, sexo, ¿quien los puede negar?.-

Deseo hacer un alto en este catálogo de desasosiegos porque hay un tema que omití inopinadamente, simplemente digo, lo he hecho porque, como no me aconteció, y mucho me temo que es algo de suma importancia. Es la perdida de alguno de los integrantes de una pareja bien avenida, con vida en común de muchas décadas.

Si a uno no le pasa; no existe. Y la verdad es que jamás estaremos preparados, ni remotamente, para esa eventualidad, que no es la que se puede evitar escarmentando en la cabeza ajena. En este caso crucial no existe esa alternativa. Las palabras obvias, no hay cual aplicar. Solo cuidarnos entre nosotros. Mantener el nivel de salud. No nos vamos a eternizar, claro, solo un poco mas de expectativa de vida. Mientras la conciencia esta en paz con el otro.

Matrimonios desavenidos: Muchas parejas que no viven bien entre si, aguantan el chubasco, por los hijos, que de todas formas se enteran de los disgustos familiares. Pero aún así, siendo una alternativa no deseada, es más llevadera. Aún la piedra no quebró el vidrio, la situación puede tender a mejorar. Y están todos juntos, hay con quien comentar o consultar. Es que hace falta tanto poder hablar, por eso hurgamos y lo seguiremos haciendo porque conociéndonos mas podremos resolver mejor nuestras cuitas, ya que si las confidencias se hacen fuera del hogar lo riesgos no son menores.-

El Adulterio: son muchas las condiciones concomitantes que conducen al adulterio: la dificultades económicas, la desatención mutua o parcial, el resquebrajamiento de la relación intima de la pareja, todo lo que contribuye a minar el campo o hacerlo proclive al arado de voces ajenas que son escuchadas, cantos de sirena inoportunos, todo intento de magnificar la existencia de una falencia para que salga a la luz de la discordia y el disconformismo, recostado en el consumismo reprimido.

Por otro lado nunca sale bien llevar una vida doble y mucho menos triple. Es sencillamente agobiante. Requiere muchos recursos materiales, equilibrio de la hipocresía, hay que tener quien atienda su parte comercial mientras el actor dilapida su tiempo en romances y escarceos, y naturalmente hace falta una edad que lo soporte todo: los lances suponen regalos, salidas, flores, espectáculos, vacaciones, obsequios valiosos y sostenidos.

Finalmente todo lo que empieza...concluye... no siempre bien. Solo el dinero ayuda, en parte, pero la faena es demoledora. Llega un momento de saturación. Es desnudar esa acuciante levedad del ser que se harta de todo. Tanto lo desea como a veces lo desdeña.

Otras veces son las enfermedades difíciles –terminales- en alguno de los conyuges, las que hacen de puerta de escape trasero, pero siempre queda la culpa. Aunque en rigor de verdad debo decir que hay casos de amor, respeto y reconocimientos de uno por el otro hacia el enfermo(a) a quien se cuida –por años, los que el destino marque- como reciprocidad por todo lo recibido en épocas iniciales de bonanza y salud.

He conocido muchos ejemplos de parejas donde cuando el hombre pierde su fortaleza física o no es el sostén económico de otrora, la mujer es como que le perdiera el respeto, una consideración necesaria, pero ella necesita, ahora, otro escudo protector. Quizá no lo busque nunca. Y hasta lo llore cuando lo, pierda físicamente.-

No quedan esos otros seres, lo que denominamos “ cabezas frescas”, mejor que ellos no hay, no asumen culpas, no las sienten, ni se dan por enterados; ¿porque discutió?. ¿que pasó si él no se equivocó?...o ¿porque?...lo que fuere él se escinde del contexto, y si tiene una oportunidad –esa que pintan calva- “se tira la canita al aire”. Es sencillo para el es una quijotesca ranada... un simple desliz de su genio siempre oportuno. ¡Alla él!.

No se puede omitir, sin ser acartonados, que EL MATRIMONIO como tal es toda una institución, célula básica de .la comunidad y tiene contenido, códigos y principios que deberán ser observados por quienes aceptaron pertenecer a esa modalidad. A veces se hace extensivo a las parejas unidas “por fuera de la iglesia”, como es frecuente insertarse ahora, no solo por esta gran crisis económica desencadenada 2008-2009, sino porque ya es modalidad establecida desde hace varios lustros.

Las cargas las soportan en este globalizado sistema la falta de dinero que no hay para muebles, ni bodas, ni ágapes, ni casas – “el casado casa quiere”- mucho menos para ceremonias religiosas, ni aventurarse a un compromiso ante el juez del Registro Civil, y así, las parejas, concluyen viviendo juntas, con los mismos riesgos de antaño, pero sin el morbo de las ataduras legales, aunque modernamente se ha legislado también sobre ello; solo subyacen las morales, y eso, claro, es una moneda cada vez más devaluada. Casi en extinción.

El mundo de los negocios y las relaciones laborales: todas las temáticas las abordamos a vuelo de pájaro rasante, pero no por ello menos certera y urticante cuando el orbe asiste a la égida del empresariado de esta globalización comercial que se escurre y penetra en todas las instancias de nuestras vidas y relaciones, consecuencia de lo cual, devino este sistema político “unipolar” que aventó la etapa organizadora opuesta de Marx y Lenin.

Entonces aquellas barreras políticas –de otras tonalidades- han sucumbido, no están más que en el recuerdo. Han desaparecido. Queda sola la impronta del llamado “capitalismo”, no tan malo, no tan bueno, nada más que eso.

¿Y ahora que será, como será, cual será? La medida de control.... una sentencia bíblica. Muchas comisuras de labios de seres inquietos estarán esbozando una burlona sonrisita, y no les falta razón pero.....¡escucha!:

“Bendito es el hombre que nunca se ha sentado en silla de escarnecedores, antes bien, medita en la Ley del Señor de día y de noche, y sus obras serán como las de un árbol plantado a la vera de un arroyo, que siempre da fruto a su tiempo, y su hoja es perenne”

No son solo tres hermosos renglones cargados de letras. sílabas, palabras, pensamientos con fuerza de sentencia, se me hacen basamentos liminares que nos aprovecharía deglutir y asimilar.

La Religión: ciertamente que esta vigente, que parece, que se esfuma, para volver a integrarse. Este estamento no es ajeno a la vida de relación, se hizo presente en lo anales de la sociedad humana, y hasta aquí aparece, desbordada por pasiones subalternas, donde se involucran con la inocultable crisis económica, que también la alcanza.

No todas las religiones son sostenidas por los Estados, y quedan entonces libradas a sus propias improntas y recursos emanados de las filas de los feligreses. A su vez acuciados por el marco generalizado. Son los que cercenan los óbolos de los aportantes, habida cuenta que los mescenasgoz de otrora son cada vez más esporádicos. A veces la realidad se hace cruel y esquiva. ¡Y la solución?...¡tan lejana!.-

La álgida situación que nos ocupa, la económica, ha ido atentando contra la frecuencia de la reunión de la familia. Apenas 5 décadas atrás, un padre de familia, con unos pocos centavos, podía solventar la mesa familiar con: carnes, pastas, bebidas y frutas mas un tradicional café –para todos- . Hoy como reza el tango: “Nadie invita a morfar, todo el mundo en el riel”, Todo esto asesta un golpe, que si no es final se le asemeja. Se trata de la familia... de su continuidad afectiva y de unidad hermética.

A partir del punto de vista religioso, la palabra que trae consuelo desde el “Verbo Divino” resultará insuficiente si el intelecto para mantenerse no recibe el alimento que le conviene y necesita.

Cuando decimos que entretanto debemos mantenernos en una ocupación normalmente retributiva...se nos abre una incógnita –si..si otra y otra- ¿como aferrarnos a la palabra normal, cuando todo lo que no rodea es nebuloso?. Todo resulta un albur. Se abandona la tranquilidad espiritual, ante la duda constante de la continuidad, frente a esta inseguridad de que “nuestro tren” tiene la posibilidad de descarrilar. ¿Se puede subsistir así?. Y, en todo caso ¿que es normal?.

La acción social: Naturalmente los estados deben propender 1) a la Seguridad de la población, 2) al sostenimiento de la Salud, 3) poner énfasis en la Educación, 4) facilitar la Casa Habitación.

1) Dada la situación generalizada, seguridad, no existe, no la hay, ni en el propio ámbito de la casa que una familia habita. Somos blanco de cualquier aprovechado, que a toda costa, quiere saquearte impunemente en tu propio habitat. El Estado está ausente.

2)La salud: una de las obligaciones del Estado es proveer al cuidado de La Salud de la población. Más aún si es un país joven, en desarrollo, que necesita de todos y de los jóvenes especialmente, donde no todos podemos acceder a una medicina Pre-Paga –altamente onerosa- extrañamente la política equivocada, apetencias aviesas, hacen que no se deriven los fondos necesarios a este importante rubro.

Ni siquiera se observan planes viales para evitar accidentes. Cada año mueren muchas más personas jóvenes en estos accidentes que los fallecidos en el triste episodio de las Torres Gemelas aquel 11 de septiembre. No es privativo de que ahora no se observen paliativos para prevenir estas circunstancia, porque siempre a sido igual. Solo que ahora luce más desguarnecida.

3) Sostener la educación generalizada de la población-toda- es una cuestión de Estado elemental con la cual lucha la humanidad desde la “Época del estado de naturaleza” y el Pacto Social de Hobbs, preciso momento en el cual “todo era de todos” y al advertir de que faltarian los alimentos porque aumentaba la población, lo que conduciría a enfrentamientos a muerte –por la subsistencia- se decide que todos enajenaran su libertad a favor del Estado Protector, bajo cuya férula se encomendaban, para que arbitrara la administración para el bien común. Este hecho jamás se verifico en todas las latitudes con la equidad necesaria. ¡Así estamos!

Es oportuno, como para recordar valores de a puño y recalando en las relaciones laborales una antigua sentencia de los salmos bíblicos con honda raigambre social, no obstante los milenios trascurrido y dice así:

“A tu siervo le pagarás su salario antes que se encierre el sol, el trabaja porque no necesita, págale para que Dios no te maldiga”

Esta inmerso en este “que Dios no te maldiga”, que su acreedor laboral no te mate, si le retaceas su salario. Como ha ocurrido repetidamente.

Hoy que somos unos 6.500 millones de habitantes –de este planeta Tierra- desparramados por los 5 continentes y una cantidad de etnias y banderas, entrelazadas con creencias y religiones, con tantas divisiones políticas como mesiánicas señales se reciban –y no son pocas- donde cada uno arbitra para sí, mientras un destino “superior” debería obrar por todos. Lo que suena a algo ideal y utópico.

Mientras el acceso a la educación no este al alcance de todos mucho me temo que nos expresemos como hordas salvajes, con un comportamiento violento e inadecuado que solo la educación impartida por expertos, moderna, vigente y sostenida puede brindarnos, para abrirnos la mente, a esa organicidad necesaria para convivir entre HUMANOS E IGUALES

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4)La Casa Habitación: Vivir sin que sea bajo el techo propio, o consignado, sin angustias de desalojo hace que el hombre –y su familia- de transformen en parias, trashumantes, desarraigados, linyeras del destino más amargo, en su propio terruño. Nunca debió haber sido, y ahora es toda una negación. No debe ser. Es más es la única forma, manera o condición para resucitar, revivir, a la familia, para que no se extinga, y reponerla a “la casa grande”, aunque sea una forma de expresión donde lo que importa es el contendido.

Hagamos un alto:

El Estado, es cierto, tiene muchas obligaciones.

El Estado, es cierto, tiene una sola fuente de ingresos.

Esos ingresos se denominan:

IMPUESTOS:

Con el ingreso de esos impuestos, El Estado, debe atenderlos todo: sueldos/servidores, jubilaciones/pasivos, salud pública, educación general, seguridad de la población, Casa Habitación, todos irrenunciables e impostergables.

Y naturalmente no puede ser que todo ello, votado por leyes dictadas, en el Congreso, por nuestros representantes, elegidos el elecciones libérrimas, de justas electorales perfectas no sean asumidas por los deudores de impuestos, que se transforman, con ese accionar, Non Sancto, en el palo de la rueda de “impedir” el desempeño normal del Estado. Lo que es inaceptable. Es a La Nación a quien se daña, que es permanente, y no a los partidos políticos que se forman o transforman y/o desaparecen.

Cada dos años, por Ley, hay elecciones parlamentarias y/o presidenciales y allí se dirime la voluntad del pueblo –que es soberana- y lo es porque así como el pueblo no delibera, sino a través de sus representas, lo que estos decidan debe ser acatado. ¿ Sino de que serviría este mecanismo?.

Todos alentamos la misma necesidad, estamos en la misma barca y precisamos que nuestro timonel no nos estrelle contra las rocas –eso ya nos paso- no podemos seguir en pugna: todos contra todos, eso no es inteligente, hay que separar al dañino cipayaje –siempre avieso- (que también nos paso) y que no aparezca mas que UN SOLO CAPITAN, lo contrario es enfermizo, contraindicado, nos lleva a la anarquía eso también lo vivimos y no nos fue bien. ¿Recuerdan?.-

Todos tenemos que rescatar nuestro tesoro nacional este país de simiente de: autóctonos indígenas, colonizadores genocidas, mulatos y lugareños enriquecidos con las oleadas inmigratorias, las que hicieron de esta tierra crisol de razas y fragua de valientes, gentes capaces, modernizándose “aggiornádose” a tono con los cambios, en este fuello vibrador del Río de la Plata donde nos amasamos, y hoy seríamos ingratos – en grado de pecado- si no comprendiéramos la oportunidad –esa que siempre se nos abre a las naciones flamantes- en el momento de SER nosotros ¡YA!

EPILOGO

La Historia Universal se está cruzado, de alguna manera, con nuestras vidas privadas, ya no se pueden hacer los ingenuos e ignorarnos. Hoy somos demasiado visibles y necesarios para: China, India, México, Venezuela, Brasil, E.E.U.U. y todas las demás banderas y naciones en este concierto que tiende a una normalización de las igualdades entre todas. Donde todos nos hacemos necesarios a todos.

Ya no confesamos un inmenso número de debilidades, las asumimos –había que empezar por algo- hay muchas otras que no hemos tocado, no por silenciarlas, sino porque queremos prioritariamente cumplimentar las detalladas, las primordiales.

Tenemos que alcanzar nuestras legítimas libertades singulares del pensamiento, en todas las disciplinas, “condición sine qua non”desde que ya no se puede vivir aislado ni en soledad, y debemos integrarnos –para beneficio mutuo- a esta pluralidad viviente del Siglo XXI.

A veces los egoísmos circunstanciales, de las cíclicas épocas materiales nos separan, quizás ahora, de la generosidad europea de fines del siglo XX, más racista, rechazando inmigrantes (ingreso de mano de obra), cuando ellos ahora tienen millones de “parados”, resultados de la crisis económica mundial que salpica a todos.

Pero hay una irresistible elegancia, con la que afrontan, para eludirla airosamente, eso esperamos, lo hagan en breve, para tornar a la armonía cercana, que esta afectada.

Es como un viaje al interior del intelecto, o sutil rodeo, quizás, para hallar la salida, a este indeseado laberinto. Observemos con sabiduría, para volver a dominar el humor.

Aprendiendo a luchar contra el olvido: El regreso al encuentro de los ideales es un retorno que no merece reservas ni objeciones, no siendo un camino lineal esta inmerso entre las amistades, el poder, los odios, y reúne otros condimentos sin soslayar el aspecto estético, político o filosófico que anima anhelos y acciones con atisbos de pasiones o pecados.

El mejor lugar de las pasiones recuperadas es el que anula los enfrentamientos y abre otra vez la puerta de la amistad, y entonces nuestras vidas dan lugar a nuevas primaveras, ya no habrá necesidad de exilios dolorosos ni abominables desarraigos, todo quedará cubierto con un manto de discreción, y un pueblo que pide ser gobernado cuando comienza a imponerse plenamente el arte de gobernarlo.

No habrá más perseguidos ni perseguidores un halo del “volver a vivir” refrescante lo inunda todo, no se frustraran más los sueños juveniles, frente al brutal espejo de una realidad cruenta, que por suerte ya no es tal, preciso momento en que comienza a escribirse una nueva historia, esa buena historia de una necesaria seducción, donde asimismo quedan perimidas las tradiciones inútiles, los enigmas ilegítimos y las violencias que ahuyentaban un final feliz.

Es por fin el dominio de lo incidental, ese que producía extrañamientos, ahora le suceden las imágenes versátiles, los trabajos se realizan con mentes y esfuerzos inteligentes, es una nueva “matinée” de la existencia, apta para todos los públicos, sin restricciones y no existen más las puertas cerradas en las que no sabíamos que había detrás. Toda la cortesía de la convivencia abarca los ámbitos sin privilegios insoportables y supinamente aviesos, ya vencidos.

Entre paradojas y metáforas: La vida tiene esas cosas ¿viste? Inopinadas... a veces suceden. Va siendo el 31 de mayo de este corriente 2009, sobre las 8 de la mañana, es domingo, que debería tener un sabor especial, pero soñaba –final de esa vivencia- y despierto con la idea del podólogo, que me corto mal una uña del pie izquierdo, la que sigue al dedo mas pequeño, creo que se lo balbuceo a mi esposa, que está profundamente dormida, en lo más lindo...

Reflexiono entre dormido y despierto y me comento –interiormente –la cabeza reclinada sobre la mullida almohada, y claro, me inquieto y ya no puedo recuperar el sueño. No es para menos.

En este día deberíamos salir en el vuelo 1256 hacia Río De Janeiro: hora de salida 14.55 y llegada 17.55 Pero eso no sucederá.

La génesis de ello esta en que entre el 8 y el 22 de marzo ppdo. estuvimos disfrutando un periplo atlántico en San Bernardo que resultó espléndido. Digo ¡que lo pasamos bomba!.

Por esos días me había dado el síndrome de viajar y como estábamos dulces con puntaje a favor en nuestra cuenta de Aerolíneas Plús, nos agenciamos de los billetes aéreos respectivos. Todo eso casi no tenía costo. Pero, la estadía si. La teníamos digitada con un buen promotor turístico Don Pablo Rascovan: 7 días en Angra Do Reis con pensión completa; y 10 días en Rio con media pensión, un par de paseos, todos los traslados concertados.

Pero... siempre hay un pero. Tuve una corazonada –me tenían que ajustar mis haberes jubilatorios- ya resueltos legalmente desde octubre 2008, con comunicación de la gestoría, pero llegó mayo y nada... ¡Que necesitaba U$S3.000 = $11.200.-

-¿Entonces que?

-¡Entonces que faltaba el soporte financiero. Pablo me ofreció tres pagos. Pero privó la mesura. No tuve temple para afrontarlo, me apersone a Aerolíneas y los devolví sopena de abonar 25U$S por cada pasaje, más los gastos oblados al principio elevo la multa el equivalente de U$S100.- y a otra cosa mariposa.

Esto ya nos había pasado alrededor de 1973, ante una de esas crisis económicas cíclicas de importancia, planeábamos viajar a Europa con nuestro amigo Don Gaby Levy y su esposa, que nos guiarían con su experiencia –nosotros nunca habíamos salido al exterior- éramos tan timoratos y remisos a viajar, pero el debió desistir por la situación comercial y nosotros también nos arredramos y nos quedamos aquí. Después, con el tiempo, seríamos “viajeros frecuentes”, y habida cuenta de este momento, espero que volvamos a serlo.

Creo que incide mucho en que somos sanguíneos y viscerales, ponemos las expectativas con un sello muy particular. La verdad es que nuestros mayores nos han enseñado a tener mesura en los momentos de júbilo, y una gran dignidad para afrontar los casos que no nos gustan y mucho menos nos complacen.

¡Ah esta famosa uñita del sueño, se ha quedado atravesada en la rueda, pero solo... hasta el próximo viaje!.. Por ahora estamos en el aire volvemos en el vuelo 1259 el 17 de junio salimos a la 7hs. arribando a las 10.15. ¡Esperamos abrazarlos!.-.

Ya lo ven... hemos transitado entre ¿rima? Y ¿razón?, entre delirio y pensamiento, allí donde la linguistica y la matemática se hacen basamento del desarrollo dialéctico.

También transcurrimos entre los “sinsentidos” y dentro de ellos la evolución con la ayuda de la ironía, que reemplaza lo que no se puede argumentar firme y directamente, porque no es elegante.

En este postrero “finalmente” un proverbio Mapuche:

“LOS PÁJAROS NO CANTÁN PORQUE AMANECE, CANTÁN PARA QUE AMANEZCA, ENTONCES CUANDO AMANECE... AHÍ ESTAN LOS SUEÑOS”

JFA 29—05-2009.-

DEDICADO EN EL DIA DE SU CUMPLEAÑOS

A M I QUERIDA HERMANA SARAH VICTORIA.

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