martes, 23 de junio de 2009

"FLASH"

“FLASH”
DE UN REENCUENTRO NEVIDEÑO

Roxana y Alberto eran dos jóvenes pueblerinos, que vinieron a vivir a Buenos Aires, la gran urbe, que los atrapó.

Ambos de clase media acomodada, los muchachos eran primogénitos, en sus familias, y se hallaban noviando con serios propósitos de matrimonio, hasta que el diablo metió la cola; entonces todo estalló, provocando rumbos diferentes para los componentes de la pareja. –craso error- que comprobarían tardíamente.

La vida pasa, pasaron los años, el tiempo huye, nunca se volvieron a ver, hasta que una tarde, paseando por Florida –vísperas navideñas- en plan de compras para agasajar a sus seres queridos, preciso momento en que Cupido accionó sus dardos, e inopinadamente a la vuelta de una esquina –como es de rigor- chocan haciendo rodar los paquetes.

¡Que sorpresa!... Alberto todo un caballero, se agacha a levantar los paquetes desparramados, y al elevar su mirada se halla con ese regalo inesperado, eran esos ojos, nunca olvidados de Roxana, que muda, absorta también quedaba inmóvil por la impronta.

Inmediatamente, al recuperar el resuello, los saludos naturales y enseguida la chispa, que parece volver a encenderse, coincidiendo con la coyuntura en la que ambos tienen sus vidas fracasadas y deshechas.

Así es que Alberto, ni lerdo ni perezoso, sugirió si no estaba con mucha prisa, tomar un café, que ella acepto casi desvistiendo su sesgo más emocionado.

Se sentaron, mientras bebían “el café del reencuentro” las palabras entrecortadas, que salían de sus labios lo decían todo, sabían más que nada a lánguidas y tiernas las miradas donde dejaban atrás tanto camino fallido, caminado cada uno, a solas.

De pronto todo el escenario cambia el Director ordena: Electricista, Maquillaje, para los actores; y todo el Equipo de Filmación que se coloque en el siguiente decorado.

Se trata de una habitación de moderno decorado, iluminada románticamente por velas:
LUZ...
CÁMARA...
ACCIÓN...
La pareja, en un apretado abrazo, que los funde en una sola persona, bailan un bolero que suena en el ámbito, mientras el intérprete pronuncia melosamente:

“Te quiero con el alma,
te juro que te adoro,
y en nombre de este
amor te digo adios...
NORMA/JACQUES 16-06-2009.-

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