lunes, 27 de julio de 2009

CAPITULO III

CAPITULO III

Ya desde 1868 los capitales ingleses estaban disponibles, sedientos de ansiedad para recalar en el anchuroso Rio de la Plata, en sus ambas márgenes.

Pronto tocaría la hora de las Grandes Tiendas Gath y Chaves, Harrods, y, otras de capitales hispanos: La Piedad, San Miguel, La Reina. Mucho mas adelante seria turno de los criollos en Lamota, donde se viste Carlota.

Pero vayamos por partes, con antelación es la época de los diagramas de las vías férreas, ¡Oh Paradoja! TODAS HACIA BUENOS AIRES desde Tucumán, San Juan, Entre Ríos, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Salta, Catamarca, Neuquen, Rio Negro, Prov. De Bs. As.

Pero... porque eran así pergeniadas?

Pues porque el Gran Puerto de Buenos Aires era Cabecera obligada con el auxilio de los puertos de Rosario y Bahía Blanca donde se centralizaban granos y carnes para sus envíos a Europa.

También, naturalmente, los Puertos son construcción de esa misma época.

Pero el país tenÍa una parábola de desarrollo esplendente, ya no había brazos que alcanzaran para levantar las cosechas, “in creshendo”, habida cuenta de los millones de bocas para alimentar desde este promisorio “granero del Mundo”.

Y, entonces que paso?

Pues que hubo que instrumentar la inmigración europea: italo-española; centro-europea; otomano-árabe-Siria; ejemplarizando la forja que era este polo de atracción que fue otrora Argentina.

Aquí todos fueron recibidos con los brazos abiertos, la xenofobia, casi fue inexistente para razas y credos. Solo se esperaba, que paulatinamente, ante tanta generosidad, asumieran la identidad del país.

Aquí se impone otra vez la reflexión: quien podría imaginar, que muy luego, en la actualidad, se invertirían las corrientes migratorias y ahora aunque los europeos tengan “parados”, entre ellos, seleccionan inmigración y la articulan a despecho de su desprecio por: “sudacas”, turcos o hispano parlantes. Entretanto, más evidente resulto ver como E.E.U.U. afrontaría el problema de la raza negra, emergente de la anterior época de la esclavitud.

Pero bien, la vuelta tiene sus idas y venidas, volvamos nosotros a 1928 –Crash económico Mundial- Europa trepida, Inglaterra dicta su Ley de Preferencias Imperiales. Suspende así sus compras en la Argentina y dispone desmoronar el “tinglado” tendido consensuadamente con la generación del 80, que da por tierra con las líneas férreas, los Puertos, La Inmigración, derivando sus compras a los países del Commonwealth: Nueva Zelanda, Cánada, Australia; y a nosotros que?. Pues que: ¡nos parta un rayo!. Dieron un portazo y se fueron sin el menor atisbo de simular una palabra de disculpa. No les importo.

Pero... no habían traído la Inmigración?
Si. Claro, más de un millón de seres humanos.
y... entonces?

Pues nada, ya se los dije y se los reitero, ni se inmutaron, como si fuéramos un vaso contaminado de multibacterias, nos botaron, nos descartaron, como se hace con los desperdicios.

Cuando un país no es autosuficiente y cae en las redes de una interrelación que supuestamente nos beneficiara a todos y de la que solo sacan partido los que controlan su instrumentación nos hace decir que “aquellos barros trajeron estos lodos”.

Entonces, que derivaciones tuvo para la Argentina institucionalmente hablando?

Argentina y su economía eran Europeo-dependientes si nos daban la espalda caeríamos en una cienaga y tal cual era previsible mas la debacle económica-mundial hizo que “el país del futuro” quedara sepultado, como olvidado, ignorado.

1928 seria a la postre, sucedáneo de la primera Guerra Mundial 1914-1918 y fue trampolín de la nueva conflagración 1939-1945 que tuvo como prologo la Guerra Civil Española 1936-39. con un millón de muertos.

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