lunes, 27 de julio de 2009

4° EL PERFIL DEL GENERAL PERON
(1895-1974)

Militar Y Político argentino, elegido, por el voto popular tres veces primer mandatario, tan querido como odiado, su formación profesional tiene lugar, en la Italia fascista, en medio de las tropas alpinas.

Nunca mereció la confianza de los británicos ni yanquis, con quienes no comulgaba, ni ellos con él pero esto hay que tomarlos con las pinzas de la mesura, habida cuenta de los intereses circunstanciales, que nunca son “non sanctos”, y que naturalmente la verdades de cada cual son siempre relativas, y funcionales a fines, variables, según el color del cristal con que se mire.

Pero, en fin, el mamo allá técnicas y adoctrinamientos, que ciertamente acepto que lo enmarcaran. Posteriormente, cuando su carrera militar, se bifurca, con la de la rama política, la presunción evidente, es que trata de aplicarlo en sus égidas presidenciales.

Marcadamente enfrentado con Inglaterra y E.E.U.U. se cuida de no abrazar una simpatía de connivencia con la U.R.S.S., y se embandera en lo que llama: “La Tercera Posición”, como si dijéramos “ni yanquis, ni marxistas”. En realidad era demasiado presuntuoso pensar que lo podría alcanzar.

Pero…¿ en que andariveles contenía tales anhelos?. Ciertamente no éramos industrialmente poderosos, apenas había comenzado a implementar el desarrollo de una industria liviana, con la posible falta de insumos a corto plazo.

Militarmente nadábamos en terrenos precarios, como unas décadas después lo desnudaría la descabellada invasión de Las Islas Malvinas y la vergonzosa guerra subsecuente.

Nuestra integración en América Latina no era férrea, solo Perú, con dilemas frente a Bolivia, Chile, Brasil (firmemente apoyada como cabecera por “los aliados” desde la Segunda Guerra Mundial.

Internamente el “Justicialismo”-corriente política- de Perón, se dedicó al frente interno. Allí tuvo logros marcados; capto a los asalariados, usando técnicas atractivas, desusadas en el medio, hacerles creer a los desposeídos que eran, igualmente, seres humanos, y eso lo catapultó al limbo que no había alcanzado Presidente alguno.

Es probable que quisiera experimentar, en el ámbito nacional, su mal disimulado desprecio por el marxismo, que evidencia en 1973, en su retorno del exilio forzado español. En Ezeiza, donde las luchas intéstinas de las derechas y las izquierdas peronistas hacen violenta y dramática eclosión, y Perón toma partido, desde la Plaza de Mayo. Cuando los arengaba, y los sectores socialistas gritaban consignas, el los desprecia por “imberbes maleducados” logrando que abandonen –doloridos y subestimados, como se caratulan- sus huestes: para que en breve se desencadene el caldo de cultivo que entronizará a la criminal represión indiscriminada, hacia toda la sociedad argentina, de la más infamante y trágica dictadura genocida que asolaría, una nación que pocos años atrás era promesa de oasis existencial para el orbe todo, transformado así en ilusorio espejismo.

Sin embargo, hay que decirlo, y rescatarlo con todas las letras El Gral. Perón había logrado arrancar al liberalismo, parte de la gran torta nacional, para redistribuirlos en aquellos “grasitas de Evita”, no nos dimos cuenta, en ese momento, puntualmente, del logro, que con su caída, retrotraíamos, involucionan- dolo para que el capitalismo lo recuperara en la Revolución de 1955 derrocándolo, en la de 1962 con la caída de Frondizi, y con la asonada de Onganía deponiendo a Illia y que confluirá con el broche de oro, de nuestra ceguera en 1976, a la expulsión de Isabel y el inicio de la larga noche de la nefasta dictadura.

Me queda en el tintero “adivinar” que los conocimientos fascistoides de Perón, desde su experiencia alpina la intentara trasplantar aquí, como aporte de enfrentamiento al socialismo, un atenuado nacional socialismo, digamos. Y lo estaba logrando. Le serrucharon el piso intereses liberales socio-económicos financieros.
Como otro aporte, para finalizar, cuando lo derrocan en 1955, el mantenía fuertes contactos con los trabajadores y dominaba la C.G.T., donde por previsibilidad, mantenía estacionadas fuertes cantidades de armas, que los dirigentes le reclamaron, ante el golpe, anunciado con antelación, pero el se negó a ser vehículo de un baño de sangre fratricida, era militar, no fue contra esos enemigos, por esta vía, prefirió el exilio y el triste ostracismo, ya volvería oportunamente por otras vías; y como sus reemplazantes, durante 18 años no obviaron las necesidades del pueblo, Perón tuvo su oportunidad de volver, viejo, amortizado y enfermo……..sin tiempo.

Aún así organizo con Carlos Nino “La Hora del Pueblo”, donde amalgamo a todo el arco político, incluyendo a Balbín y a Frondizi, comprendiendo que somos finitos, tan pero tan efímeros que descarnado quiso ser prenda de unidad. ¡Humildemente mi ruego”: TRATEMOS DE APRENDER A MIRAR, SINO NUNCA VAMOS A VER, CONCLUYENDO EN TRISTES LAMENTACIONES , COMO ESTAS, Y GOLPEANDONOS EL PECHO EN SEÑAL DE CONSTRICCIÓN.

De una vez por todas hay: que mirar, ver, aprender, escuchar, participar y practicar…………¡que no nos lleven más de las narices!........................

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