UNA LAMPARITA QUEMADA

UNA LAMPARITA QUEMADA

JFA 29-10-2009

Este encabezamiento parece una simpleza, sin embargo pocas cosas son sencillas, actualmente, en la cotidaneidad de nuestras existencias.

Es que la crisis económica mundial globalizada, como todos sabemos –AHORA- no nos exceptúo, y las diferencias de los pensamientos sectoriales, con sus encontronazos subterráneos, hacen estragos en todos los ámbitos.

De pronto, como para matizar, el gracejo desbordante y generoso de nuestra jocosa Margarita me espetó:

- ¿No te das cuenta?.
- ¿Qué le repregunte?
- Lo que Eugenio te está dando a entender es que cambies la lamparita quemada.
- ¿Qué me estas diciendo?... justo a mi, perfeccionista impenitente – si lo hay- corriendo detrás de cualquier deterioro ya sea un cable, la bomba de achique, la heladera si meramente hace un ruido extraño, si la puerta del horno hace un chillido raro, si se rompió el hilo que corre la cortina, o el lavarropas pierde agua, o lo peor que los coleópteros nos hallan invadido, se me hace un deber subsanar los defectos con toda solicitud, como si fueran parte de mi humanidad.

_¡No!... decididamente no. Pero claro Margarita todavía no me conoce tanto…

-En fin volvamos a las connotaciones de una lamparita quemada –de bajo consumo- las que han sido impuestas últimamente, también conocer los riesgos si se llegara a romper, eventualidad de la que no estamos ajenos:

Hay que desocupar la habitación y ventilarla 15’. No usar aspiradora. Limpiar utilizando guantes de goma y evitar la creación e instalación de polvo en el aire. Recoger todas las partículas y fragmentos de vidrio y colocarlos en una bolsa de plástico. Limpiar el área con paño húmedo y a continuación ponerlo en bolsa y sellarlo. La bolsa se NO debe tirar a la basura. Todos los municipios tienen la obligación de disponer las medidas necesarias para la eliminación de residuos peligrosos.

Todo esto me hace meditar que en el ámbito capitalino de esta benemérita Ciudad de los Buenos Ayres, donde las autoridades hacen supino caso omiso de proveer a la Educación, conflíctuados con el gremio Docente por el tema de salarios justos, no fumigar las calles y paseos ante la proximidad de la temporada estival y la amenaza que supone el dengue, la deficiente recolección de residuos domiciliarios, magra destapación de alcantarillas, las veredas rotas, las calzadas llenas de baches, por nombrar algunos de los deberes de los gobernantes que dejan mucho que desear, mientras se escudan en falacias y mentiras con que nos hartan.

Y, han sido descomedidos con los “cartoneros”.
Cuando llueve, las inundaciones siguen sin solución.
Declaran espontáneamente que solo “los estúpidos” no harían 15 Kms. De subterráneos anuales, y ellos han paralizado todas las obras.
No hay insumos en los hospitales para atender satisfactoriamente a quienes concurren en esa demanda.

Pero ya es suficiente volvamos a la lamparita quemada y sus derivaciones:
1) Hay lámparas que iluminan menos que lo especificado en los envases.
2) Hay lámparas que duran mucho menos que la cantidad de horas que figura en la caja contenedora.
3) Algunas lámparas no son eléctricamente seguras y podrían causar incendios.
4) Generan contaminación con mercurio.
5) No hay certezas en los organismos nacionales como operar su recolección y tratamiento.
6) El mercurio emitido por rotura queda mucho tiempo en la habitación.
7) Generan riesgos domésticos.
8) Son potencialmente dañinas para la piel, emiten radiación UV.
9) Pueden producir problemas en la visión.
10) Pueden producir cefalea.
11) ES DISCUTIBLE QUE AHORREN ENERGIA.

A esta altura mi intelecto amenaza estallar, como cuando, las alforjas están saturadas y viene a mi memoria una sentencia: “ES PEOR EL REMEDIO QUE LA ENFERMEDAD”.

Simultáneamente acude el recuerdo en este pantallazo criollo: “PARA SEMEJANTE CANDIL, MEJOR ESTAR A OSCURAS”.

En una palabra, paren el mundo y pónganlo en reversa, volvamos a las cavernas, quiero ser troglodita…”TODA ÉPOCA PASADA FUE MEJOR”, vivamos socialmente solo con la luz del día, en verano nos apantallamos, y en invierno volver a las fogatas, como aquellas pretéritas del 29 de junio de San Pedro y San Pablo, ¿se acuerdan?. ¡Que hermoso era todo aquello” ¿verdad?.. bueno a la manera del ineflable TATO BORES: Santas Pascuas… y “Good Show”