lunes, 26 de octubre de 2009

EL TREN BLANDO

EL TREN BLANCO

“CUANDO SE NOS OTORGA LA
ENSEÑANZA SE DEBE PRECIBIR
COMO UN VALIOSO REGALO Y NO
COMO DURA TAREA, AQUÍ ESTÁ LA
DIFERENCIA DE LO TRASCENDENTE”.
ALBERT EISNTEIN.

Mientras nos debatimos en la incertidumbre de aquilatar CULTURA y aprovechar lo favorable que nos resultará EDUCARNOS, percibimos en la atmosfera que nos rodea -para custodiarnos- la advertencia que el sabio Einstein supo interponernos:

“solo hay dos cosas infinitas: el Universo y la Estupidez humana, pero no estoy muy seguro de la primera, la segunda puedes observar como nos destruimos solo para demostrar quien puede más”.

Rescatemos entre otras cosas, este ejemplo positivo pues hay excepciones, de los pueblos, como el sueco, que mesuradamente no dejan de progresar, dejando de lado el imperativo de aquí y ahora o sea ¡hágalo ya! Haciendo prevalecer el “presente” sobre el “anónimo”, disfrutando de lo que realmente existe: EL PRESENTE.

Y vamos aprendiendo a discernir de la mano de la madre naturaleza que hasta el cactus mas espinoso deja florecer, entre sus entrañas, un cúmulo de hermosas flores multicolores, y quizás sepamos escuchar, entretanto, una dulce letanía, que a manera de telón musical nos evidencia el desahogo de la espina protegiendo a sus retoños.

Pero volvamos al hilo conductor, la CULTURA, que deviene de ”Cultus”, relacionado con el cuidado del ganado y de la tierra, pero también es un conjunto de valores y creencias, con sus diferencias, claro, en la diversidad de sus ramas. Es en fin, el aprovechamiento social del conocimiento que nos permite emitir individualmente un juicio critico, donde absolver posiciones y tratar de comprendernos.

Si hasta la Sagradas Escrituras dicen que Dios hizo las diferentes lenguas para esparcirnos en el orbe, lo que no es óbice para que un pueblo aprenda le lengua de otro, y claro, se entiendan perfectamente.

En tanto que la EDUCACIÓN resulta el proceso de socialización de los individuos que al cultivarse asimila conocimientos, aprende; es como tomar herramientas para el saber mas intimo del intelecto. Podríamos decir que educar es depositar en cada hombre toda la obra humana que le antecede, es darle un resumen del “homo sapiens” preexistente, poniéndolo a su nivel en el tiempo, para que flote sobre el, es en el decir de José Marti: “PREPARAR AL HOMBRE PARA LA VIDA”.

En nuestra historia nacional registramos, con señales indelebles para la educación, esa vocación de respetar al pueblo como lo respiraba Sarmiento al sentenciar:” ENSEÑAR TODO, A TODOS, EN TODO MOMENTO”.

Él como genuino estadista no le temía al pueblo, aunque sabia que éste ara capaz de desbordar, con su empeño forjador, todas las estructuras. Eso pasó muchas veces, en tiempos más cercanos del quehacer argentino, y el crecimiento popular atemorizo a los gobernantes de turno, en la época de todos contra todos, y la involución no se hizo esperar.

Muy modernamente tenemos, entre nosotros, una muestra social en los “cartoneros” que con sus con –familias enteras- multiplican tanto esfuerzo en su recolección que tienen menester centralizar la labor que trasladan en un “tren blanco”.

Cuando, ciertos estamentos capitalinos vieron que era eficaz, pues se desenvolvían, trataron de suprimirlo y hacerlos trastabillar. Salando las distancias, casi “ramal que para, ramal que cierra” pero inverso.. ¡Que razón tenía Einstein en la calificación de la estupidez humana! ¿Verdad?

Para broche de oro, en chanza mordaz, desagradable y muy triste, donde describe lo enfermo que viene, todo el arco político, desde antaño, con muy pocas excepciones, quiero evocar un texto entre las “Aguas Fuerte Porteñas” de Roberto Arlt escrito en la primera década infame (1933) del discurso para ser diputado, inserto en el libro “Entre Crotos y Sabihondos” que reza así, ¡escucha!:

“Señores: aspiro a ser diputado porque aspiro a robar en grande y acomodarme mejor. Mi finalidad no es salvar al país de la ruina en la que la han hundido las anteriores administraciones de compinches y sinvergüenzas, no señores: no es ese mi elemental propósito, sino que, íntima y ardorosamente, deseo contribuir al trabajo de saqueo, con que vacían las arcas del Estado, aspiración noble que ustedes tienen que comprender es la más intensa y efectiva que guarda el corazón de todo hombre que se presenta a candidato a diputado.

Robar no es fácil, señores. Para robar se necesitan determinadas condiciones que creo que no tienen mis rivales. Ante todo, se necesita ser un cínico perfecto, y yo lo soy, no lo duden, señores. En segundo término, se necesita ser un traidor, y yo también lo soy, señores. Saber venderse oportunamente, no desvergonzadamente, sino “evolutivamente”. Me permito el lujo de inventar el término que será sustitutivo de traición, sobre todo necesario en estos tiempos en que vender al país al mejor postor es un trabajo arduo e ímprobo, porque tengo entendido, caballeros, que nuestra posición, es decir, la posición del país no encuentra postor ni por un plato de lentejas en el actual momento histórico y trascendental. (x)

Y créanme, señores, yo seré un ladrón pero antes de vender el país por un plato de lentejas, créanlo…prefiero ser honrado. Abarque la magnitud de mi sacrificio y se darán cuenta de que soy un perfecto candidato a diputado.

Cierto es que quiero robar, pero ¿Quién no quiere robar?. Diganme ustedes quien es el desfachatado que en estos momentos de confusión no quiere robar. Si ese hombre honrado existe, yo me dejo crucificar. Mis camaradas también quieren robar, es cierto, pero no saben robar. Venderán al país por una bicoca, y eso es injusto. Yo venderé a mi patria, pero bien vendida. Ustedes saben que las arcas del Estado están enjutas, es decir que no tienen un mal cobre para satisfacer la deuda externa; pues bien, yo remataré el país en cien mensualidades, de Usuhaía hasta el Chaco Boliviana, y no solo traficaré el Estado, sino que me acomodaré con comerciantes, con falsificadores de alimentos, con concesionarios; adquiriré armas inofensivas para el Estado, lo cual es un medio eficaz de evitar la guerra que teniendo armas de ofensiva efectiva, le regatearé el pienso al caballo del comisario y el bodrio al habitante de la cárcel, y cuarteles, impuestos a las moscas y a los perros, ladrillos y adoquines...¡Lo que no robaré yo, señores!.

¿Que es lo que no robaré?, díganme ustedes. Y si ustedes son capaces de enumerarme una sola materia en la cual yo no sea capaz de robar, renunció “ipso facto” a mi candidatura…
Piénselo aunque sea un minuto, señores ciudadanos. Piénsenlo. Yo he robado, Soy un gran ladrón. Y si ustedes no creen en mi palabra, vayan al Departamento de Policía y consulten mi prontuario. Verán que performance tengo. He sido detenido en averiguación de antecedentes como treinta veces; por portación de armas .que no llevaba- otras tantas, luego me regeneré y desempeñe la tarea de grupi, rematador falluto, corredor, pequero, extorsionista, encubridor, agente de investigaciones; ayudante de pequero porque me exoneraron de investigaciones; fui luego agente judicial, presidente del comité parroquial, convencional, he vendido quinielas, he sido, a veces, padre de pobres y madre de huérfanas, tuve comercio y quebré, fui acusado de incendio intencional de otro bolichito que tuve… Señores, si no me creen, vayan al Departamento… verán ustedes que soy el único entre todos estos hipócritas que quieren salvar al país, el absolutamente único que puede rematar al última pulgada de tierra argentina… incluso, me propongo vender el Congreso e instalar un conventillo o casa de departamentos en el Palacio de Justicia, porque si yo ando en libertad es que no hay justicia, señores…”
¡ A QUIEN LE QUEPA ESTE SAYO, PUES QUE SE LO VISTA, ES SUYO!

… Mientras el TREN BLANCO” seguirá corriendo hasta que llegue la hora que se troque en el moderno tren bala…para todos Todo muta ¿porque no?.

(x) 1930-1940 Primera Década Infame se vendía al país “al mejor postor”.
1989-1999 Segunda Década Infame se vendía al país al peor postor.
jfa 20-10-2009

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