LA HERENCIA DE LA PARABOLA

LA HERENCIA DE LA PARÁBOLA

DIOS ME PUSO SOBRE VUESTRA
CIUDAD COMO A UN TÁBANO
SOBRE UN NOBLE CABALLO PARA
PICARLO Y TENERLO DEPIERTO
GRACIAN

La vida, en su trama secreta, todo lo contiene; así es que nos ofrece, aquí, una impronta singular, donde un anciano barbado de rostro apacible, con la serenidad de haber vivido y aquilatado
conocimientos, vamos digo… que no ha pasado en vano sino despierto dentro de la aventura de su parábola existencial.

Esta en la etapa, en que, relacionado por los lazos de la sangre, tiene una nieta a la que ama entrañablemente, dotada ella de una belleza superlativa, mirada sugestiva –si la hay- y por sobre
todo una buena simiente.

Esa belleza fue la que hizo que la reconociéramos –en traje de
Eva- en aquella tapa de una afamada revista de circulación masiva que proyectaba la publicidad mediática, consagrada como modelo catapultada por su belleza, y requerida para las
mejores realizaciones.

El abuelo, entretanto, trataba de inducirla para la corrección
de su trayectoria, donde los riesgos, a que se sometía eran
inquietantes,

La nieta era hija de su hija –dos veces su hija- pero a ella le
era difícil escucharlo sin montar, casi, en cólera. Es que estaba
lanzada, el éxito –que le sonreía- la acompañaba, y claro, todos los cambios –cuando aparentemente todo va bien- preocupan o enmascaran el tomar una determinación cuando “el campo esta arado”.

El anciano paciente y avezado la invitó a conversar y tras los
cariñosos saludos le espetó:

- Voy a tratar de formularte un símil, vos naturalmente joven, sos un torbellino que anhela engullirse la vida a bocanadas, donde tu belleza y este reloj –de ritmo acelerado- de la modernidad atentaran contra tu futuro.
- Yo en cambio, ya lo ves, soy como un pastor nómade,
lo que me sobra es tiempo, no voy a ninguna parte, sólo
soy espontánea hoja al viento de la cotidaneidad a la que
no me puedo oponer.

En este punto haciendo uso de una licencia literaria para producir una digresión al margen, es efectivamente el instante en que reviví la lectura de la entrevista a un Tuareg, el de la primera clase de comprensión te textos ¿recuerdan?
-Si,si en efecto, el del desierto y ahora, como en un film, se me confundían con las imágenes de Lawrence de Arabia y Peter O’toole –excéntrico héroe británico- los camellos y las arenas en secuencias de placer para los naturales cuando gozan, con sus pies desnudos sobre su tibieza cada anochecer, y la búsqueda denodada de agua en medio de las dunas mezcladas con pirámides pétreas todo envuelto por la cautivante banda musical que nos magnetiza decorado con ese techo de los cielos serenos, preñados de extraños dibujos entre sus nubarrones…
Momento en que retomando el hilo dijo: Eso sí, sigo a tu lado. Únicamente me importa tu bien y que tu futuro no se desvanezca en medio de las trampas espureas que el “trayecto” pueda tender.

Y, entonces, solo entonces…agregó con la fuerza de una sentencia milenaria, como para iluminar el escenario, donde los personajes afloraran en el broche de oro que se imponía…

_... ”Mirá, nuestros ancestros han acuñado en su idioma Ladino o Español Arcaico, digo, ya lo sabes el de Cervantes en Don Quijote esta minima expresión, con la fuerza de una máxima. ¿Qué paradoja verdad?: ¡escuchá!...

Si no soy para mi, ¿Quién para mi?
Si no lo hago ahora ¿Cuándo?
Si solo soy para mi ¿Quién soy?

¿Comprendes ahora mi niña?: si yo no me preocupo por mi, ¿quien lo hará?. Si no lo hago ahora ¿Cuándo?.
Pero si solo soy tan egoísta, para pensar excluyentemente en mi ¿Qué soy …para la sociedad de mis semejantes?”.

La chica no abría sus labios para emitir vocablo alguno, sus ojos vidriosos testimoniaban aquel acuerdo, abrazó fuertemente al anciano abuelo que se sabia buen sembrador, al campo arado le cambio la semilla ahora la nieta exhibe obras de arte, de muy buen gusto, con marco y éxitos de rumbos impresionantes.

JFA 08-10-2009