DE TODAS FORMAS FALLIDA
¡solo una lágrima!
EL QUE NO PUEDE SOBRELLEVAR LO
MALO, NO ALCANZA A VER LO BUENO
El ser humano es
sociable por naturaleza, por eso no vive solo, vive en comunidades, pueblos,
ciudades, en estas últimas la vida mas rumorosa y activa nos hace proclives
para ponernos en constante contacto a
las chicas con los muchachos y claro…alli nacen esos entrelazamientos que a veces
son para toda la vida, y otros circunstanciales para de esas maneras fallidas
de encontrarse y separarse. Son mas bien pertinentes a la pubertad y parte de la primera juventud.
Entre los 15/22 años, aún cuando puedo
acontecer en otras etapas y por multiples motivaciones. Digo, porque nunca
faltan…
La foto me retrotrajo a una tarde apenas pasado el medio dia, lluvioso,
como estos dias actuales que vamos transcurriendo,donde hasta el cielo parece
solllozar, cuando en una esquina centrica, accidentalmente, aguardando que
cambie el semaforo para cruzar, quiere el destino toparme, al lado, con dos
chicas, nos miramos, interregno, nos volvemos a mirar, una sonrisa –lo mas seductara
posible- que tiene respuesta en el mismo sentido, una palabra acerca de la
pertinaz llovizna, esa palabra que trae la otra y estamos hablando los tres,”
como siga asi esta para ir al cine”, otra sonrisa, hay una tenue aceptación,
pero, nos falta “una pierna”.
Les ofrezco que si me dispensen un
momento hago una llamada
telefonica (aun no había celulares) y cito
–ipso facto-a uno de mis compañeros de la secundaria, que esta trabajando, pero
que tiene facilidad para desligarse y ponerse a la par nuestra…seguidamente llego como en un rayo y tras cambiar los
saludos de estilo marchamos a buscar una pelicula.
Despues del cine –que fue grato- pudimos todos tener un acercamiento ya mas efusivo, parece mentira
(1948/1949/ todo era veloz, quizás como ahora, son los tiempos los que mutan,
nosotros la civilizacion, nos mantenemos siempre modernos. A la salida fuimos a
tomar un café, tanto como para entonar el momento, Ernesto y la otra chica
tenían ya todo planeado y se despidieron hacia “su entedimiento”.
Nosotros dos charlamos un
rato, como si el destino me frenara, no apure nada, solo tomamos El
Subte, hacia Chacarita, ella de alli viajaría en colectivo hacia un barrio
suburbano, en tanto yo me volvia a casita…no obstante habiamos quedado en
vernos al dia siguiente en el Parque Los Andes. En un momento no sabia si me
torturaria que ella no viniera, digo, habia un no se que en todo esto, claro aun
no tenia
el diario del lunes, porque si hubiera sabido lo que me iba a
acontecer…no creo que me hiciera el galan.
Veran ella si
vino puntualmente, yo ya estaba…caminamos hasta un banco de la plaza, nos
sentamos y comenzamos a flirtear cercanamente, con necesidad de ternura, de
carne somos, pasa sobre Corrientes el tranvía 30 y en el ,a la ventanilla, una
intima amiga de la chica con la que estaba noviando, compañera hasta 6°Grado, la que le comunica
inmediamente lo que habia visto iba a ser como la pelicula: Robó y lo descubrieron.
Despues que me despedí de la conquista en vista, me fui a ver a mi
paloma oficial, que no estaba de buen talante, mientras no sabia que se venia
en ciernes, no era para menos ya habia sido puesta en autos, estaba naturalmente
esquiva y me ubico en mi sitio. se me venia el mundo encima –solo tenia a mi favor que ella me
queria- y por el momento los dos tratabamos de ver si afirmando que –el desliz-
no tenia nunguna continuidad, ella abdicaria de darme “el pase” o si su decisión era irreversible; por suerte la
cosa quedo alli. Creo…no se. Nunca se sabe.
Es que algo queda flotando, para estallar la próxima vez.
Ya tenia una cita otra vez en
el Parque Los Andes con Elsa la morochita hermosa, esa que la foto y una
lagrima me la hizo rescatar de la
cassette de la memoria, aquel esquicio; no cai en la cobardia, me asumi
afectado por una suerte de todas las vergüenzas juntas y le manifeste que estaba comprometido...
Ella rompio a
llorar, tengo delante de mis ojos su última lágrima cuando me dijo:
¡todos estan
comprometidos¡. Se levanto sin mirarme y
se marcho. Arrugada mi alma,un
trapo,me levante camine hasta la avda. Forets donde ella tomaba el
colectivo no la vi, por espacio de una semana volvia por las tardes de 19 a 20
caminando esas calles que supimos transitar , siempre vacias sin ella Nunca me
explique ¿para que?.- Ni la olvide ni la volvi a ver.- Esta vez el billete de
mi loteria erotico-romantica quedó desierto.-
No quedan resabios, antes bien, evoco a Cortazar cuando dijo: “contar es como
respirar o ponerse los zapatos…son cosas que se hacen”.
JFA CABA
24-09-2015
Una Lagrima / Carlos Gardel
1926
Cuando
rodó, cual gota cristalina,
Sobre su faz, la lágrima de amor,
Me pareció su cara tan divina
Un lirio azul besado por el sol
Y recordé que aquella muchachita
Guardaba en su alma ya muerta la ilusión,
Porque el galán después de tantas citas
Le hizo morir de angustia el corazón
Cuando ve la carta amarillenta
Llena de pasajes de su vida
Siente que la pena se le aumenta
Al ver tan destruida
La esperanza que abrigó
El hombre aquel a quién adoró tanto
Y le entregó su vida virginal
Le hizo empapar su juventud de llanto
¡La hizo vivir cien noches de ansiedad!
Y al recordar la dicha que soñara
Mira esa carta que un día él le mandó
Pidiéndole que ella lo perdonara
Si nunca más volvía, y no volvió
Esta triste historia de su vida
Ella, cabizbaja me contaba,
Mientras que una lágrima rodaba
Por su hermosa cara
Llena de amargo dolor
Sobre su faz, la lágrima de amor,
Me pareció su cara tan divina
Un lirio azul besado por el sol
Y recordé que aquella muchachita
Guardaba en su alma ya muerta la ilusión,
Porque el galán después de tantas citas
Le hizo morir de angustia el corazón
Cuando ve la carta amarillenta
Llena de pasajes de su vida
Siente que la pena se le aumenta
Al ver tan destruida
La esperanza que abrigó
El hombre aquel a quién adoró tanto
Y le entregó su vida virginal
Le hizo empapar su juventud de llanto
¡La hizo vivir cien noches de ansiedad!
Y al recordar la dicha que soñara
Mira esa carta que un día él le mandó
Pidiéndole que ella lo perdonara
Si nunca más volvía, y no volvió
Esta triste historia de su vida
Ella, cabizbaja me contaba,
Mientras que una lágrima rodaba
Por su hermosa cara
Llena de amargo dolor
Letra de Eugenio
Cárdenas, música de Nicolás Verona.
Dos veces grabó
Carlos Gardel este tango. En 1926 con
Las guitarras de
José Ricardo y Guillermo D. Bieri, y en
1930, con las del mismo Barbieri, José Maria Aguilar y
Ángel Dominmgo Riverol.
·
El
Baile
Eugenio Cárdenas
Nombre real: Rodríguez,
Acencio Eugenio
Letrista y guitarrista
(6 septiembre 1891 - 1 enero
1952)
Lugar de nacimiento:
Carmen de Areco (Buenos Aires) Argentina
Carmen de Areco (Buenos Aires) Argentina
TEMAS AQUÍ MENCIONADOS
CREADORES AQUÍ
MENCIONADOS
Por
Eduardo Visconti
ació en Carmen de
Areco, provicia de Buenos Aires, hijo de Santos Reyes Rodríguez y Magdalena
Cárdenas. Su verdadero nombre fue Acencio Eugenio Rodríguez. Durante toda su
trayectoria artística como autor, firmó sus poesías y sus letras con el
seudónimo compuesto por su segundo nombre y el apellido materno.
Rastrear su vida y sus inicios como autor se hace muy difícil en la actualidad.
No existen parientes directos y han desaparecido la mayor parte de sus
contemporáneos. Las circunstancias han querido que el bandoneonista, compositor
y director Rafael Rossi, me aportara muchos datos
memoriosos sobre el poeta, del que fuera colaborador musical, amigo y ahijado.
El guitarrista José Francisco Savignano, que fuera discípulo deGuillermo Barbieri, contribuyó también con
valiosos datos sobre Cárdenas, recogidos de su maestro y de sus propias
vivencias. Dichos recuerdos son la base de este trabajo, que junto a otros
testimonios importantes y documentaciones logradas posteriormente, hicieron
posible conformar, por primera vez, esta biografía y rescatar así, la figura de
su protagonista.
Su infancia y su adolescencia se perdieron en el tiempo, sólo se sabe
afirmativamente que a principios de la década del veinte dio comienzo a sus
actividades como autor profesional, y que contrajo matrimonio con una morocha
argentina de 27 años, Genoveva Sánchez, y que se instaló definitivamente en la
ciudad de Buenos Aires. El matrimonio duró veintiocho años y sólo fue
interrumpido por la imprevista muerte del poeta.
El 11 de diciembre de 1925, el poeta ingresa en la Sociedad Argentina
de Autores y Compositores de Música (SADAIC) y deja registradas más de 500
obras en colaboración con distintos músicos.
Sólo unas pocas canciones de su autoría le bastaron a Cárdenas para quedar en
la historia del tango y en el recuerdo de quienes lo conocieron y lo trataron.
De toda su labor autoral solamente tuvieron difusión unos ochenta temas, que
fueron estrenados en la radio o llevados a la sala de grabación por cantores y
orquestas, desde aquella época hasta la actualidad.
Carlos Gardel fue el principal intérprete de sus
obras, circunstancia que estimuló al poeta. El Zorzal fue el portavoz ideal
para que sus temas se convirtieran en éxitos definitivos y quedaran
definitivamente clavados en la emoción popular.
Los más asiduos colaboradores del poeta fueron el guitarrista Guillermo
Desiderio Barbieri y el bandoneonista Rafael Rossi, quienes, al igual que el bardo José Rial, fueron los que alentaron a Cárdenas
en sus comienzos y le abrieron las puertas grandes del éxito y la popularidad
por la estrecha vinculación con Carlos Gardel, aparte de la sincera amistad
que los unía.
Entre los años 1925 a 1931, el inolvidable cantor grabó 29 obras de Cárdenas,
secundado por sus guitarristas y también por la orquesta típica de Francisco Canaro. El tango “Senda florida” lo cantó con esta orquesta y
también con guitarras.
Con música de Guillermo Barbieri realizó los tangos “Guaminí”, “Tierra hermana”, “Besos que matan”, “Barrio viejo”, el vals “Alicia”, el estilo “Salve patria” y el shimmy “Qué lindo es el
shimmy”.
Con música de Rafael Rossi hizo
los tangos “Por el llano”, “Ave cantora”, “Perdonada”, “La milonga” y los más conocidos “Fiesta criolla”, y “Senda florida”, además del popular vals “Rosas de abril”.
Con Miguel Correa hizo “Flor de cardo”, “Trapito” con los hermanos Servidio, “Soñando” con Paquita Bernardo, “Sueños” con Ciriaco Ortiz, “El pibe [b]” con José Pécora, “Tu mirada” con Juan Rosito, “Ave sin rumbo” con Gardel-Razzano, “Una lágrima” con Nicolás Verona, “Vida amarga” con Pascual Mazzeo, “Meditando” con Hugo L'Eveque, “Falsas promesas” con Ángel Domingo Riverol, “Te fuiste hermano” con Alberto Tavarozzi, el vals “Mala suerte” con José María Aguilar, la ranchera “Mañanita de
Campo” con Ángel Riverol, y finalmente con Esteban González, el shimmy “Sonrisas”.
Éstos son los 29 temas que le cantó Carlos Gardel.
Cárdenas escribió también poesía culta que quedó esparcida y publicada sólo en
revistas nacionales de la época, de las cuales fue un constante colaborador:
Fray Mocho, P.B.T., El Alma Argentina, Clarinada y El Alma que Canta, entre
otras.
Fue buen guitarrero. Tocaba la guitarra criolla por música y tarareaba a media
voz, todo finura, cuando componía alguna canción o creaba una melodía.
En el año 1919, participa en el conjunto gaucheso Gloria, patria y tradición, que
era una agrupación tradicionalista del barrio de Parque de los Patricios
(centro sur de la ciudad de Buenos Aires). Allí también actuó en sus comienzos
el guitarrista Guillermo Barbieri.
Cárdenas fue profesor de guitarra y enseñaba a mucha gente, su medio de vida
fue la enseñanza y el cobro, en aquel tiempo misérrimo, de los derechos de
autor, también preparando recetas en una farmacia de su barrio.
Quiso profundizar sus estudios de guitarra, estudiando con el mismísimo
Barbieri, al solo efecto de acompañar a Carlos Gardel, pero ese deseo no se cumplió.
Conoció a Gardel en una reunión de autores y compositores de música popular, donde
concurrieron importantes figuras del género. En una parte, su guitarrista Guillermo Barbieri le comentó al cantor que allí estaba
presente Eugenio Cárdenas. Gardel no lo conocía
personalmente pero lo distinguía mucho como autor, a través de algunas obras
que ya le había grabado.
El poeta hasta ese momento quería pasar inadvertido, turbado por la presencia
de Gardel, a quien idolatraba. Se quedó duro en su sitio cuando el cantor
preguntó extrañado cómo Cárdenas no iba a saludarlo para conocerlo. Barbieri le
indicó donde estaba, y antes de que se lo pudiera presentar, Gardel fue a su
encuentro y lo estrechó en un fuerte abrazo.
Después tuvo conceptos de elogio hacia él como letrista, felicitándolo y
demostrándole su sincera admiración y afecto. Cárdenas no podía creer lo
sucedido y no salía de su asombro debido a su timidez, por el inesperado y
noble gesto de Gardel. (anécdota contada por José F. Savignano y recogida de
labios de Barbieri, quien ubica la escena en el año 1926).
De su obra autoral se destacan, aparte de los ya nombrados, el vals “Trovas
galanas” y “Yo soy la milonga”, junto a Barbieri; con música de Rafael Rossi “Lamento criollo”; “Vieja milonga” con música deSamuel Castriota. Le puso letra a “Sábado inglés” de Juan Maglio(Pacho), “Queja gaucha” de Augusto Berto.
Le agregó letra también al famoso tango “Nueve de julio (Cárdenas 1)” de José Luis Padula, distinta a la agregada al
mismo tema porLito Bayardo. Lo curioso fue que en el año
1961, los sucesores del compositor iniciaron juicio para erradicar los versos
adosados tanto por Cárdenas como por Bayardo. Se llegó a un acuerdo por el cual
deben figurar las dos letras juntas en la partitura compartiendo la autoría de
la obra. Alberto Marino lo grabó con los versos de Cárdenas
acompañado por la orquesta de Osvaldo Tarantino y Agustín Magaldi lo registró con los versos de Lito Bayardo.
Publicado en la revista Tango y lunfardo,
Nº 52, Chivilcoy, 23 de febrero de 1990.
miembro integrante de
·
El
Baile
Nicolás Verona
Nombre real: Verona, Nicolás
Director, compositor y
ejecutante de varios instrumentos
(9 marzo 1896 - 5 septiembre
1949)
Lugar de nacimiento:
Gallipoli (Lecce) Italia
Gallipoli (Lecce) Italia
TEMAS AQUÍ MENCIONADOS
CREADORES AQUÍ
MENCIONADOS
Por
Orlando del Greco
u padre, músico recibido en el Conservatorio
San Pedro de Nápoles, fue quien le enseñó y disciplinó en los comienzos de sus
estudios musicales. Radicado en 1904 en Montevideo dio siendo niño todavía, las
primeras pruebas de su valer. Compuso allí a los once años de edad, un vals que
llamó “Sobre el campo de Masoyer”, que fue su primera composición.
Ya radicado en Buenos Aires, dio una audición de piano en La Prensa , con muy favorable
acogida y desde entonces su carrera de ejecutante y compositor tuvo un cúmulo
interesante de fases bien distintas entre sí. Actuó en los más antiguos teatros
con compañías líricas, se dedicó a la producción clásica, luego a la típica
formando parte del conjunto de Eduardo Arolas en el Cabaret Montmartre, intervino en
el cine en la película Alma
criolla, y fue de los primeros en lanzarse con la jazz-band, iniciando de
esta forma el período en que la música yanqui hace su entrada triunfal en
Buenos Aires, logrando destacarse como uno de los más fieles intérpretes de la
música de los ruidos y del desorden.
El Real Cine lo contó muchos años como su amenizador preferido al frente de su
jazz y también otros cines, otros teatros, otras salas, y la radio por muchos
años.
Entre su numerosa producción recordamos el pasodoble “Puñadito de sal” y el tango “Una lágrima”, que compuso sobre versos de Lito Más y Eugenio Cárdenas respectivamente, que son las obras que
le grabó Carlos Gardel a quien conoció en sus tiempos del
Montmartre, y que perduraron en sus vidas con profunda amistad.
Otros tangos: “Tarasca”, “Tabarín”, “Gitanillo”, “Piedra libre”, “Mojarrita”, “Se alquila departamento”, “Qué
papa estar en presidio”.
Y pasodobles, valses, fox-trots, zambas, etc.
Verona nació en Gallipoli (Lecce-Italia) el 9 de marzo de 1896 y falleció en
Mar del Plata (provincia de Buenos Aires) el 5 de septiembre de 1949.
JFA CABA 28-09-2015
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