jueves, 12 de noviembre de 2009

UNA PASIÓN MUY SINGULAR

UNA PASIÓN MUY SINGULAR
JFA 04-11-2009

Estamos acercándonos a las postrimerías de este año corriente, metidos decididamente en un esquivo siglo XXI, donde todo hace preveer que a partir del 2010 –ya casi cambiando el almanaque- estaríamos volviendo a tomar la cuesta de la superación.

¿A que viene este introito?, se estarán preguntando los inquietos lectores u oyentes, vaya uno a saber cual es la fortuna que acompañará cada puesta, que cada cual elabora, pero el motivo de darlo a luz radica en la condición del apego a un color: ROJO, íntimamente ligado a mi mas absoluta adherencia a CLUB ATLETICO INDEPENDIENTE, como socio vitalicio y vibrante simpatizante. El corolario de este acertijo así planteado –espontáneamente- es el que hay que despojar de un misterio oculto surgido del mimetismo de dicha asociación.

Pero comencemos por el principio, nuestro país es un crisol de razas, aquí confluyeron inmigraciones de todos los continentes, todos buscando surgir y asentarse, es decir gentes que se han tragado la vida a mordiscones, hombres viscerales, mujeres abnegadas, con solo fin: triunfar.

Pero este aspecto de la génesis no estaría acabado si no les contara que siendo niño, nacido a 1000 kms de esta capital en Carmen de Patagones, recuerdo que tenía 5 años y era de Boca Juniors – no se porque- mi amado Padre tenia negocio de ramos generales y cíclicamente viajaba a Buenos Aires 5 días para comprar mercaderías.

Éramos dos hermanos él menor de 3 años y ambos queríamos enormemente a nuestro carismático Padre, de modo que, nos poníamos muy tristes, el para compensarnos nos dijo:

-No se pongan así, yo regreso enseguida solo estaré lejos de ustedes 5 días, y cuando vuelva les traeré el regalo que ustedes me pidan, ¿Qué quieren?.

-Los dos –nos miramos- y a voz en cuello le pedimos lo mismo: el escudo de Boca, para lucirlo en la solapa.

Hete aquí, que en el ínterin, cosas de chicos nos cambiamos, y nos hicimos de San Lorenzo. En este momento no podría elucubrar porque mutamos de simpatía.

Mi padre tenia un empleado de nombre Aparicio que era de filiación socialista y cuando se enteró de nuestra selección nos espetó:

-¡Salgan, salgan de acá! .Ustedes son unos Curitas, les voy a regalar una sotana. Dio vuelta su rostro y no hace falta que diga que estaba muy enojado, o quizás fingía estarlo.

Ante tal presión, procedimos a revisar los colores, a los que responderíamos en adelante… así elegimos a INEPENDIENTE, con carácter indeleble e irreversible.

Presten atención… no se distraigan y verán. En 1929 nací, en 1937 vinimos a esta gran urbe del Plata. En 1946, tenía 16 años ya era vendedor de libros de la Editorial Sopena, lo que quiero señalar es que cuando tomaba un pedido debía llenar todos los datos del comprador: documento, domicilio, sueldo, antigüedad y DE QUE CLUB DE FUTBOL ERA SIMPATIZANTE- ¿Saben porque?. Pues si el cliente desaparecía, se mudaba, o dejaba el trabajo, pero la editorial no debía perderlo de vista, para cobrarle, seguramente lo hallaría investigando en los archivos del Club, con sus señas y dirección. Porque de él jamás se van.

Por otra parte, y esto hay que decirlo, el fanático que concurre a ver los partidos de su equipo, gasta adrenalina, a mares, y sale tranquilito del estadio. En otras palabras es una válvula de escape que los gobiernos se ocupan de organizar muy bien. Hasta cuando el Estado toma a su cargo monitorear lo campeonatos.

En cuanto al meollo de este “dossier deportivo”, es decir el porque del misterio de esta conjunción, de una persona que se aferra a un color, que simultáneamente se corresponde con una divisa, muy determinada, no la tiene como no sea ese hito que se materializa por lo que alienta al género humano en todas sus acciones: UN SENTIMIENTO, en este caso puntual, tras el derrotero del ROJO como seguidores del mas atrapante color del espectro del “balón pie” nacional.

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