UN ESQUICIO INOPINADO, COMO TANTOS…
1) Un pequeño espacio entre
la sombra y la luz se enfrentaban lejanos.
La acción parece compadecerse con una absorbente languidez,
que lo copa todo, emanando de aquella vinculación juvenil que los obnubilo,
entonces solo cuando sus miradas se conectaron.
2) El pudo arrimarse a las
otras personas para tener un mejor ángulo de visión.
Claro, que le dcspertaba ese halo de sentirse un
advenedizo, vamos…!como un tercero en discordia¡porque también lo desequilibraba
la sensualidad de aquella felina criatura, al punto que le demenuzaba los
sesos.
3)Ella y él caminaban
desnudos por la habitación a la hora del crepúsculo.
Es que la pareja guardaba un mimetismo tal, que aquella mirada incisiva y extra, sufría ese
no asimilarse al cuadro, donde, era…¿Cómo decirlo?...
… en la reiteración…!Pues si¡ claro, ¡ ave de otro
corral¡.
4) ¡Enciendan las luces, dijo
la voz¡
Allí, “el tercero” –ahora devenido en personaje- anhela
parar el mundo para poder sumarse,
pero todo era tan intespestivo ¿Cómo configurar su presencia? Cuando para el
mismo la escena se le hacia como ¡Traída de los cabellos¡.
5) Ninguna pregunta mereció
respuesta.
¿Que pasa?. Pero ¿Qué es lo que acontece? Toda una
especulación que no se acerca ni… bueno vaya uno a saber…
6) Obligado por las
circunstancias me puse a leer.
Como para romper el interregno o ese exabrupto, y
pasar a otra cosa, como diria el Juez de
la Suprema Corte :
“Es cosa juzgada”.
7) El reloj había dejado de funcionar un año anterior.
Parecia como si rondara, a este extraño esquicio,
ahora desangelado un aire, como húmedo y frío se adueñaba del conjunto y se escindia todo atisbo de alcanzar una
situación conciliada, que se imponia, por logica, quedando todo en la penumbra,
mientras el reloj recupera su marcha… Como
la vida
JFA
CABA 06-05-2015
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