UNA FAMILIA AVENIDA

UNA FAMILIA AVENIDA                  

De “Recopilaiciones Lamentables”-Expediente Nº 762448 de la D.N. del Derecho de Autor

Roberto Curia

Como no te puedo hablar,

porque siempre hay mucha gente,

te pongo en antecedentes

de mi firme decisión,

y aprovecho la ocasión

por medio de la presente.

Tu familia es numerosa,

y nuestra casa es modesta,

pero a mi no me molesta

si aquí ellos viven a gusto,   

lo que me parece injusto      

es que yo pague la fiesta.

Tu padre me dijo un día:

“Mañana, cuando esté muerto,

te suplico, Rigoberto,

que te hagas cargo de Eugenio

–mi muchacho más pequeño–,

y lo lleves a buen puerto”.

Me hice cargo de tu hermano,

como el viejo me lo dijo,

subieron mis gastos fijos

por culpa del muchachito,

que tiene cuarenta añitos,

una mujer y tres hijos.

Y tu papá sigue vivo,

por lo menos hasta hoy,

y yo, mirá cómo estoy,

¿vos creés que me lo merezco?

si un día lo agarro fresco,

le voy a enseñar quién soy.

Tu vieja es algo sagrado,

porque te tuvo en su seno,

y si ella pusiera un freno

a su amor por la quiniela,

pagaríamos la escuela

de los chicos, por lo menos.

Yo comprendo que tu madre,

que es una señora grande,

alguna vez se desbande,

y necesite un sosiego,

pero sus deudas de juego

que ella misma las levante

Tu hermana se separó,

después de una vida atroz,

y quería estar con vos,

que siempre la has contenido,

después volvió el ex marido

y se quedaron los dos.

No pretendo que él trabaje,

porque nunca ha trabajado,

pero me siento cansado

y este asunto me molesta,

no sabés lo que me cuesta

mantener a tu cuñado.

Ya sé que son tu familia,

no les niego de comer,

y aunque ese no es mi deber

no les pido que se muden,

pero al menos que me ayuden

a pagar el alquiler.

Familia bien avenida,

tus padres y tus hermanos,

de principios puritanos,

monolítica  y unida,

para mí son “avenida”

porque tienen cuatro manos.

Lo siento porque si bien

yo te quiero todavía,

lo mismo que el primer día,

de esta manera no sigo:

vos te casaste conmigo,

y yo con toda tu cría.

Por eso es que he decidido,

no sé ni cuándo ni cómo,

no romperme más el lomo

para bancarlos a todos,

arreglalo de algún modo,

porque si no, me las tomo.

                                                Amador Giribone

                                                                         Poeta Municipal