lunes, 19 de octubre de 2015

LA SOMBRA DEL AMOR

LA SOMBRA DEL AMOR

EL LIBRO HABLA
EL ALMA RESPONDE
“ES QUE EL LIBRO NO ES SOLO
PALABRAS…FIGURAS SOBRE
PAPEL, SINO TODO LO QUE YO
IMAGINO MIENTRAS LEO”

De pronto, solo porque si, que ideas se agolparan, en mi testa atenta si me proponen hallar, no se que, donde la sombra de un pescador intentara trabar una relación con una sirena.

Entonces, y solo entonces,  comenzaria a lucubrar en la rutina que envolvía a aquel hombre que se había hecho a las costumbres marinas, natural de Bahia San Blas, cercana a  Carmen de patagones, entre Cardenal Cagliero y Stroeder, para ser mas precisos, lugar al que mi Padre –sin ser “habitué”, acostumbraba a recalar , con sus amigos,  algunos domingos, para darle oportunidad, a  la pesca, para que lo arrebatara de las preocupaciones comerciales pueblerinas y de los quehaceres diarios.-

Alli se juntaban: Don Alejo –un pescador lugareño, don Guillermo Mau, hacendado, Jantus –el jodido de las ruedas- porque siempre se le pichaban los neumáticos, el Dr. Ekay, jefe regional del conservadurismo, y el Dr Arostegui lider Radical de vieja prosapia.

Al terminar, la jornada de pesca, almuerzo, siesta, al atardecer, antes de empacar y retornar a los hogares , había un fogon, mateada, y charlas tupidas de cosas de aquí y de alla –como en toda zona rural-…en un  momento Don Alejo memorioso, justamente recordó un sucedido fantastico que despertó el interés general. En el mismo momento comenzo a funcionar la ronda que hacia correr las copitas de grapa, esa que da enjundía, a cualquier suceso poco verosimil; Don Alejo rumbeaba los 70 y pico, vaya uno a saber, cuando humedecido por los recuerdos que se mezclan con alguna medida superior de alchool, sin decir agua va el pescador tomo la palabra y le dio por el derecho, alli fue que reprodujo, de la cassette de la memoria,  un enjambre de recuerdos que engendrarian aquel hecho indeleble.

Don Alejo comenzó diciendo: corria el mes de abril, la noche ya comenzaba a caer mas temprano, yo …dijo salía de un fiero encontronazo con la Elena, que me bancaba todo, pero esa vez…no. Tanto es asi que a la mañana siguiente, bien temprano, armó sus bartulos y desaparecio como se esfuman las hadas detrás de los espejos .

Don Alejo, no a noche padecía esa soledad que comenzaba a maldecir, se acercó a la orilla –vaya uno a saber con que propósito- hasta se podía pensar lo peor,  es que el corazon de un hombre solitario es un cazador furtivo, dicen y hasta es posible que por los  efluvios etilicos creyera percibir la aparición de lo que asemejaba a una sirena.

¿Era su sopor?¿su necesidad? ¿un espejismo quizas?¿o el milagro verificado?. Es posible que nunca se sepa. Pero Don Alejo insiste en referiri que entro en una increible relación con aquella sirena, se dieron a conocer, el no queria recostarse en esa charla es que frisaba los 70 y tantos…pero dicen que las Sirenas rejuvenecen al “cristianao macho” a la mitad de su edad. Ella era deslumbrante, excelsa, divina…se acercó péligrosamente  a él,  las condiciones estan dadas, todo parecía que concluiria bien, ¡vamos¡ que armonizarian, cuando se pronto el fantasma de “la Elena” se hizo preesente, como para enceguecer a Don Alejo…que le espetó:

--no te ofendas, lo siento…pero la Elena me esta esperando.-

JFA                                                                                          CABA 05-08-2015.-


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