EL LIBRO HABLA
EL ALMA RESPONDE
“ES QUE EL LIBRO NO ES SOLO
PALABRAS…FIGURAS SOBRE
PAPEL, SINO TODO LO QUE YO
IMAGINO MIENTRAS LEO”
De pronto, solo
porque si, que ideas se agolparan, en mi testa atenta si me proponen hallar, no
se que, donde la sombra de un pescador intentara trabar una relación con una
sirena.
Entonces, y solo
entonces, comenzaria a lucubrar en la
rutina que envolvía a aquel hombre que se había hecho a las costumbres marinas,
natural de Bahia San Blas, cercana a Carmen
de patagones, entre Cardenal Cagliero y Stroeder, para ser mas precisos, lugar
al que mi Padre –sin ser “habitué”, acostumbraba a recalar , con sus amigos, algunos domingos, para darle oportunidad, a la pesca, para que lo arrebatara de las
preocupaciones comerciales pueblerinas y de los quehaceres diarios.-
Alli se
juntaban: Don Alejo –un pescador lugareño, don Guillermo Mau, hacendado, Jantus
–el jodido de las ruedas- porque siempre se le pichaban los neumáticos, el Dr.
Ekay, jefe regional del conservadurismo, y el Dr Arostegui lider Radical de
vieja prosapia.
Al terminar, la
jornada de pesca, almuerzo, siesta, al atardecer, antes de empacar y retornar a
los hogares , había un fogon, mateada, y charlas tupidas de cosas de aquí y de
alla –como en toda zona rural-…en un
momento Don Alejo memorioso, justamente recordó un sucedido fantastico
que despertó el interés general. En el mismo momento comenzo a funcionar la
ronda que hacia correr las copitas de grapa, esa que da enjundía, a cualquier
suceso poco verosimil; Don Alejo rumbeaba los 70 y pico, vaya uno a saber,
cuando humedecido por los recuerdos que se mezclan con alguna medida superior
de alchool, sin decir agua va el pescador tomo la palabra y le dio por el
derecho, alli fue que reprodujo, de la cassette de la memoria, un enjambre de recuerdos que engendrarian aquel
hecho indeleble.
Don Alejo
comenzó diciendo: corria el mes de abril, la noche ya comenzaba a caer mas
temprano, yo …dijo salía de un fiero encontronazo con la Elena , que me bancaba todo,
pero esa vez…no. Tanto es asi que a la mañana siguiente, bien temprano, armó
sus bartulos y desaparecio como se esfuman las hadas detrás de los espejos .
Don Alejo, no a
noche padecía esa soledad que comenzaba a maldecir, se acercó a la orilla –vaya
uno a saber con que propósito- hasta se podía pensar lo peor, es que el corazon de un hombre solitario es
un cazador furtivo, dicen y hasta es posible que por los efluvios etilicos creyera percibir la
aparición de lo que asemejaba a una sirena.
¿Era su sopor?¿su
necesidad? ¿un espejismo quizas?¿o el milagro verificado?. Es posible que nunca
se sepa. Pero Don Alejo insiste en referiri que entro en una increible relación
con aquella sirena, se dieron a conocer, el no queria recostarse en esa charla
es que frisaba los 70 y tantos…pero dicen que las Sirenas rejuvenecen al
“cristianao macho” a la mitad de su edad. Ella era deslumbrante, excelsa,
divina…se acercó péligrosamente a él, las condiciones estan dadas, todo parecía que
concluiria bien, ¡vamos¡ que armonizarian, cuando se pronto el fantasma de “la Elena ” se hizo preesente,
como para enceguecer a Don Alejo…que le espetó:
--no te ofendas, lo siento…pero la Elena me esta esperando.-
JFA
CABA
05-08-2015.-
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