miércoles, 25 de agosto de 2010

La levedad de ese carruaje de lujo

La levedad de ese carruaje de lujo…

Simplemente una sonrisa, es
vehículo, para invitar al amor,
e inspirar su recíproco retorno.

INTROITO

En medio de tanta violación e incesto, siento que a veces no nos conocemos a nosotros mismos, o nos negamos y llanamente miramos para otro lado. Ni hablar de la malicia que significa entrometernos en el aborto, muchas veces prolegómeno y sucedido al que se arriba por necesidades económicas insatisfechas, y sumo enanismo intelectual.

Creo que poseo claridad en el pensamiento así como amparo en mi interior (un cúmulo de tonterías,) quizás aquí lo fundamental es que tengo amor para dar, por lo que me confieso: busco al amor.

Percibo que somos seres humanos incompletos no sin códigos ni reglas que nos acercan a la santidad de la vida, de cuya sensatez carecemos porque nuestros genes, poseen generalmente leyes revolucionarias

ÚLTIMA ADVERTENCIA
SILENCIO, LUZ, CÁMARA, ACCIÓN
ESTAMOS GRABANDO…

Todo ser humano es una isla,
que uniéndose, forma archipiélagos,
resultando esos eternos continentes

Ahora bien, para poder introducirnos, en la repetitiva conducta social de la sexualidad y su racimo de infidelidades, que acometemos sin poder escindirnos, recalaremos en nuestra propia “Condición Humana”, con hechos que se producen, por ejemplo, en la vida matrimonial, preñada de diferentes vicisitudes.

O quizás en el noviazgo por la volatilidad de nuestros caracteres, en desarrollo (aunque es verdad que un chico de 16 a veces se constituye en un hombre y un hombre de 40 aun mantiene su estructura infantil.)


¿Pero es que acaso sin matrimonio, sin noviazgo hombre y mujer no tenemos los mismos apremios, equívocos e inestabilidades, mientras escalamos las primeras estribaciones, o las segundas o las terceras de nuestros emocionados sentimientos?,

Siento que este ensayo –acumulando ideas- esta entrando en un territorio ajeno a toda hipocresía, pensado para compartir con mentes lúcidas, que en este momento, se inhiban de la chanza que frecuentemente suele acompañarnos.

Así es que la pasión irrefrenable, conlleva en el noviazgo, a la posibilidad cierta del embarazo, y su explosiva consecuencia en derivaciones. O cuando ambos, estando –simultáneamente- de novios con otras parejas de pronto se produce este sucedáneo no deseado.

Entre tanto en el escenario social –conyuges- que accionan separadamente fuera del matrimonio, corren igualmente con tamaño riesgo que hay que asumir de inmediato, incluso con desembolso metálico, sin olvidar consecuencias, como alguna venérea, igual que en la vida activa promiscua de fracciones cada vez mayores que se estimulan con alcohol y drogas.

Por allí aparece el miedo “de que mi conyuge me sea infiel”…¿y yo?...¿que soy: impoluto?.Recuerdo un refrán ladino que reza; “MIEDO TENDRÉ Y BUENO NO SERÉ”

No hay el mínimo deseo de escandalizar, sino señalar la pesadilla con insomnio y opresión de pecho que deviene de un acto de entusiasmo pasional irreflexivo e incontrolable que a todos nos puede acontecer por enfrentar la interrupción, con riesgo de vida, de un embarazo no deseado, una venérea o una ruptura, no siempre civilizada, desencadenando amargas secuelas.

Entonces aquella relación, que inicialmente, recibimos como un premio celestial, dulce como caña de azúcar que emana de un cuerpo escultural, y una integración con “esa alma tan afín”, descarrila y se troca en aberrante hiel.

Otras veces, estando a solas con nuestras remembranzas, casi siempre, emergen reproches y hasta percibimos apariciones científicamente absurdas, deformaciones del pensamiento, que se hacen persecutorio memorándum de remordimientos. Y hasta nos ampararíamos en la espiritualidad, haciendo vanas promesas, que sinceramente dan escalofríos.
Ahora es tiempo de entrar en el campo de la realidad, así cuando estamos “mayorcitos” entendemos: “ que aquello que era moralmente inaceptable, en pos de lo que pugnábamos, ahora es físicamente inalcanzable”. ¿Para que seguir evocando al galán que fuimos?.

¨Por eso es que comenzamos a acorazarnos en la melodía que encanta el alma, apelamos al talento creativo que nos identifique, al ingenio para seducir con una sonrisa, a una pulcra cortesía –cosa que como viejos zorros, aceptemos perder el cabello pero no las mañas—nos comprometemos con las festividades, nos hacemos mas refinados, nos parece mas armoniosa la naturaleza, sin exagerar nos recostamos sobre místicas posibles, nos hacemos dueños de paciencia y tolerancia –no nos queda otra- sumándonos sin pelear, mostrándonos ajenos a toda intransigencia con la gente, en fin… comprender para que nos comprendan

Pero… eso si en la vida todo es sexo, cada uno de nosotros es su producto, y sin pasión de nada vale el amor.

Jfa 22-08-2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario