viernes, 6 de agosto de 2010

inquietud y utopia

INQUIETUD Y UTOPIA

“EXPERIENCIA ES LO QUE OBTIENES
CUANDO NO ALCANZAS LO QUE QUIERES”

De pronto, uno puede pensar, por ejemplo, que es posible que el entendimiento, se asemeje, a veces, al baño caliente que disfrutamos en la época invernal donde el vaho del agua humedece la luna del espejo, tal como si lo cubriera con un velo, y es preciso aguardar a que se disipe, esa patina neblinosa, para volver a vernos en el cristal y aclarar, conjuntamente, nuestros pensamientos.

Esto claro, convencidos que no estamos huyendo de nosotros mismos, sino que buscamos serenarnos para que la armonía concilie con el verdadero yo.

Es como la disyuntiva que nos hace suponer la puja que sucede, el medio que invade cualquier fantasía romántica, relacionando la pasional rosa roja con el varonil nardo blanco.

Pero veamos: la rosa es femenina, inquieta, bellísima trepadora aromática, erizada de formaciones espinosas, de cáliz y corola simétrica, que enamora a primera vista, pero no solo eso, así también exhala un perfume, único, peculiar que lo envuelve todo. Vamos… para poblar una mesa –adornándola en rojo- de amor y pasión.

El nardo, entretanto, es masculino, un poco mas rustico con su impronta varonil de perfume fuerte un tanto “penetrante”, agradable como su naturaleza y recién cortado es un código lucido en el ojal del varón en señal de otear la aventura galante.

Entonces, a manera de hilo argumental, es probable llenar, en la continuidad del pensamiento en el imaginario utópico, que se nos ofrece, advertir páginas bellísimas impregnadas de color, música y erotismo de los amantes.

¿Quién puede ser tan duro para no conmoverse con los sentimientos que funden a los seres humanos, que siempre soñamos, anhelamos y empero –timoratos- no nos atrevemos a alcanzarlo?.

Allí es cuando el alma torturada se hace un pañuelo estrujado, parece como que ésa humedad nerviosa de las manos la deshiciera totalmente.

¿Cómo clausurar el corazón que esta inquieto?, y quiere gritar –a veces- la humillación padecida, que experimenta o ese desprecio lacerante aparentemente sentido, mordiéndose los labios, para silenciarlo, momento en que podría apretar una rosa, hundiendo sus espinas en la carne, hasta sangrar, y en medio de tanto dolor ni siquiera sentirlo…

…Y a pesar de todo, sin mirar para otro lado, olvidando al amor, antes bien insistir e intentarlo, volver a lucir el nardo en el ojal, sabiendo que será un sabor diferente, de aquel otro romance que no fue, y aun permanece indeleble. ¡Es la vida!

Cuantas veces… el corazón se extravía… se pone como loco…porque no puede olvidar aquella “dulce metedura”, que lo mantiene alerta, debe seguir adelante escuchando a su instinto, que no se entrega al ostracismo.

Hasta que vuelva a ser tiempo para que las campanas del mundo entero doblen a arrebol, acariciando las almas con sus angelicales melodías, mientras, finalmente en el cielo, bandadas de pájaros azules inflaman, con la musicalidad de sus gorjeos, a los corazones.


JFA agosto 03, 2010.-

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