jueves, 13 de mayo de 2010

IGUAL, PERO DIFERENTE

IGUAL, PERO DIFERENTE

Hace ya varios años que mantengo encendido, cada mañana, mi correo electrónico que sostengo –unido- a un selecto cúmulo de personalidades, con las que al despedirme –concluyo- muchas veces así: Jack, maragato empedernido.

Toda una remembranza evocando que así nos llaman a los nacidos en Carmen de Patagones –MARAGATOS- en honor de nuestros fundadores españoles oriundos del Reino de León. (España, comunidad autónoma de Castilla), que desembarcaran un 22 de abril de 1779.

Tengo muchos recuerdos de mi niñez, pero hay uno imborrable, el de aquel 7 de marzo de l937.

Como consecuencia de un pensamiento de nuestros padres que avizoraban el porvenir, nos trasplantamos a la grandiosa Buenos Aires, que lo tenía todo, y mientras nos asombraba, entraríamos en sus atractivas redes.

Aquella tarde-noche el tren partía sobre las 19, el clima se asociaba a nuestra tristeza y el cielo desato uno de esos meteoritos que te salpican, adormeciéndote el alma apenada –enamorada del terruño- que no comprende el ¿porque? de la partida.

La vida, que es un flash, de pronto, me reubica de niño en 1937 a un joven adulto versión l953 en el escenario veraniego marplatense, era un viernes de febrero, el día había amanecido gomoso, húmedo, igualmente los días se aprovechan y fuimos a la playa. Acompañábamos a mis suegros. Ya teníamos a nuestra Bebita de 5 meses Diana, y la recostaron sobre la arena, encima de varios tohallones.

Sobre la tarde volvimos a casa, eran las 17. Propuse-día gris- ir a ver una película, no hubo “quórum”, me fui solito. Dos horas más tarde volví y me encuentro con un cuadro tétrico, la nena tiene fiebre, a correr a buscar un médico, de niños, nos dan dos nombres de facultativos y elegimos al Dr. Rubén Darío Cesar, uno de los mejores de la Perla del Atlántico.

El galeno discierne que la nena padece un “Falso Crup”, hay que proveerle una carpa de oxigeno y que se le administre unas gotas de un antibiótico que se llama” auromicina”. La carpa llego inmediatamente. Ya estábamos sobre las 22 . Y me encontraba corriendo por las farmacias, ya era horario nocturno y no hallaba ninguna que las tuviera, a ello se sumaba que le había preguntado al médico como veía el desarrollo de la enfermedad de la nena y me dijo “esta en las manos de Dios”. De modo que en la última farmacia me derrumbe y le dije al profesional que me atendía:”se muere mi nena y no consigo las gotas”, llovía la noche una cálida lluvia de verano, la misma lluvia que helaba mi corazón afligido…desconsolado….

“Y ardió la zarza”: la misma persona que me dijo que no la tenia, se compadeció y me dijo: “a ver espere un momento” fue atrás y volvió con la cajita del especifico. No tenia tiempo de pedir explicaciones, ¿si las tenia porque me las negó?.Tome el paquetito y volé para el departamento.
Se las empezamos a suministrar de inmediato…a la madrugada siguiente, sobre las 5…la nena se despertó con una sonrisa, por suerte, como si nada.

10-05-2010 jfa.-

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