jueves, 10 de diciembre de 2015

EL REINADO DE SU MAJESTAD CANINA:"PEQUI"

EL REINADO DE SU MAJESTAD CANINA:
“PEQUI”
PRIMER PERIODO: no puedo invocar sobre que mi vida familiar fuera azaroza, sin embargo los avatares de desarrollo de nuestras vidas tiene facetas, que muchas veces comienzan de manera inopinada.

Aclaro que muchas veces la memoria deja de ser perfecta, por el paso de los años, o bien el cúmulo de los acontecimientos, que en su sumatoria   desdibuja la estricta realidad a la que no le haremos asumir ningún papel de inevitable.

Pero si les advierto que hay hechos –los cuales- nos pasan en nuestras vivencias, como si nada, lo digo porque dentro de una vida familiar, cuando “el clan” esta constituido las preocupaciones son variadas: noviazgo, casamiento, la llegada de los deseados  vastagos, la casa que queda chica y hay que pensar en la siguiente, como consecuencia se precisan mas emolumentos:Ergo…hay que trabajar mas…

Los esfuerzos fructifican, logramos hacernos de un piso en Viamonte y Ayacucho –nada mal- que ocupamos en 1969,
tras 10 largos años de aportes, que nunca fueron asfixiantes.

Nuestro piso era el 4°, un  dia que bajamos a comprar algo vimos una pequinesa fantastica, graciosa con  su coqueto andar, los chicos querian tener un perrito, pero nos resistiamos, no se como se me ocurrio decir: si fuera una como esa la tomaria…!volando¡…

En el 9°P vivia  una señora anciana, a la sazón la mama del Ingeniero que nos vendio el piso, que ademas era la propietaria de la pequinesa, de modo que no se que ocurrio, ni porque, al otro día la señora nos ofrecio la perrita- aun  cachorrita- no pude decir que no habida cuenta que mi lengua se habia soltado, el dia antes y no pude retroceder. En el interregno habia olvidado que: “el hombre es dueño de las palabras que calla y esclavo de las que pronuncia”. En otras palabras que:”en boca cerrada no entran moscas”. ¡No lo olvidaré jamás¡

Al principio la cachorrita nos volvio locos corria por todo el piso, juguetona ella, y hacia sus necesidades donde se hallare, de modo que hubo que hacerle un lugar: en  el lavadero, al lado de la habitacion de servico con su regia canastita, agua y alimento y ese metro cuadrado donde establecerse; comprometernos entre todos a turnanos, para que tres veces por dia, la bajaramos por sus menesteres escatologicos. No habia otra.

“Pequi” o “Pequita” se fue ganando nuestra voluntad  se hizo delicada y aprendio a no ensuciar en el departamento nuevo. Cuando ibamos a Mar del Plata la llevamos con nosotros, ella se acomodaba en la luneta de atrás, en el auto. Era de la familia…por decirlo de algun modo. ¿Como se en cariña uno?.

Cuando tomaba la correa y le decia:”vamos Pequi” saltaba de contenta – sabia de que se trataba-  “Tan gozoza¡que iba a la calle¡”

Yo tenia un muy grande amigo que lo fue por 40 años ya esta fallecido, tuvo un problema de cangrena en un  pie y le amputaron dos dedos, ¡ah! el cigarrillo que mata, y quedo muy delicado, despues se hizo paciente cardiaco, su vida familiar fue muy irregular al igual que su vida sexual y una mañana un infarto cardiaco se lo llevó.

Estaba yo escribiendo a maquina a su familia en España con esa mala nueva y muy compugido llegue a sollozar por el infortunio de mi amigo Pequita lo advirtió, yo estaba sentado y ella me queria confortar y taltaba ese metro y pico, ella pequeñita, afligida de mi pesar. A veces los animales parecen hasta, más que humanos, con sentimientos sin par.

Los años pasan raudos…los hijos crecen.  Ley de vida hacen sus propios hogares y vienen los dulces nietos, ¡para que¡ Pequita era super celosa y las chumbaba a las nietitas mias, el Papa de las nenas un dia se enfureció con ella. Le tiro un  puntapie. Era hora de optar y la entregue –adolorido- a una vecina de Mar del Plata que me ofrecio llevarla a Junin. Habia que obrar en consecuencia y rapído: acepte.

Mas tarde supé que vecinos de su casa en Junin, no pudieron soportar, su gracia, su porte, su elegancia, y envidiosos  le tiraron carne envenenada y la mataron. Incalificable. Pero ya lo ven ¡pobrecita! no la olvidamos nunca…

JFA –CABA- 26-11-2015



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