Estaba transcurriendo
otro momento dificil de mi vida, a todos nos pasa una recaída. ¡Vamos¡ me
encontraba sentada en la sala de espera del Licenciado Rodriguez, un hombre indescifrable, nunca trata mal,
tampoco es un receptor que te tienda, como dire, un paraguas protector, donde
te sientas contenido. Te escucha, los 40’, y te despide hasta la proxima
sesión. Me habian dado 20, en la tercera ya no daba más.
De pronto se
presentó otro paciente, se que la asistente lo recibio con un:_!Buenas Tardes
Alfredo¡, lo mismo que a mi solo que estaba mas descansada y me recibió
con:_!Hola Teresa¡. Y bueno uno esta alli en la sala de la dulce espera
psicologica, y pasan los minutos, el cuarto de hora la media hora larga… y seguis
esperando sin saber ¿que pasa?.
Para colmo venia
con los cables pelados, claro, todo está a mi cargo en casa: hacer las compras,
cocinar, limpiar, lavar, cocinar…¿planchar?...Eso no tebngo una chica muy uena
que me placha, asi y todo no doy mas, y lo peor es que nadie se hace eco, yo creo
que ni siquiera se dan cuenta. Asi de pronto ya harta, me estaba confidenciando
con el otro paciente, no tenia con quien descargarme.
Él me miro con
piedad, y casi sin sostener la vista sobre mi persona, miro al cielo
raso, y me dijo la entiendo, pero
fijese, lo que son las cosas, yo no me
entiendo a mi mismo y creo que eso no esta bien. Algo falla…patina ¿NO?.
--Pero que le
esta aconteciendo, le espete con cara de preocupación humana, eramos dos seres
que a la vista no marchabamos como dire_”como la gente bien, normal”…
Si Ud, mira
hacia el piso (continuo) …si si ya se que la buena educacion no es mirar a la
gente a los pies sino a los ojos, pero solo para justificar mi incomoda
situación, verá que tengo un zapato
marron y otro negro y una media azul y la otra amarilla y yo…yo…yo se lo juro que
ni soy de Boca. Y ¡ este año va a
campeonar¡. Ya lo verán.
Y se acercaba a
la hora larga la espera, sobre el tema, no habia noticias, entonces enfadados,
como dandonos fuerza mutua, recuperando un
poco la cordura, tan sospechada, se miraron y coincieron, cuando él
dijo: “¿y nos vamos, por ahí, a tomar un
café y conversamos distendidos?”.
Si dijo ella:--
sabia su decisión y se levanto, el al
uniusono hizo lo mismo, ni saludaron a la asistente, estaban demasiado
“indignados” para la cotesía que siempre mantuvieron, abrieron la puerta y con suave cuanto medido portazo, que los precipitó a la calle, parecia que
congeniaban mucho y bien; y quiere creer que en una radio vecina se escuchaba
aquel programa en que decia ¡tenemos que querernos mas, abrazarnos y besarnos¡ ¿Recuerdan?,
era el Roberto Galan, claro. Y cuando terminaba la audición y habia connivencia
entre un hombre y una mujer coparticipantes él decia exultante:! SE HA FORMADO
UNA PAREJA!
JFA – CABA- 22-04-2015
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