Derrotero…”
el que las hace…las paga”
A mi me preguntó un jóven:
-Casado: ¿Cómo te va?
-yo le conteste diciendo:
-Casate, y vos verás.-
INTROITO
Derrivar muros, hacerse cargo de sus circunstancias,
ese es el esbozo para la vida del hombre desde su niñez, no obstante no es una
regla generalizada.-
A veces rodeado de cariño, cuidados y ternuras, para
que vaya aprendiendo como y porque asumir su rol. A veces se aprende enseguida
y a los 16 años se es adulto, otras veces a los 40 parece que no hubiera
entrado en la pubertad. Claro sí son las contradicciones de esto que llamamos
vivir.
Los golpés y encontronazos existenciales a veces sacuden los sesos y esa
leccion asi aprendida se asume como la acción básica. Quizas por los años 40/50
alguno de nuestros mayores avizorando el panorama imperante nos recomendara:” mira muchacho vos tenes 16
años, y podes estudiar, sos…un elegido,
no todos pueden, y hoy sin un titulo no se es nada…¿entendes?
Esas
alternativas daba gusto recibirlas, encontrarlas, advertirlas o como sea, y
deleitaba ese ensayo general para entrar
a imprimir a la propia conciencia de una ajustada y genuina responsabilidad.
Pero claro, no somos todos iguales, ni siquiera lo son los 5 dedos de una mano.
DESARROLLO TEMÁTICO
Aquí me viene a la memoria un relato que expresa la
reaccion de un personaje que ve publicada una foto que lo compromete…¿Qué tal?
Fueron aquellos dias que estaban señalados para un destino determinado, ya desde la noche
anterior el cielo estaba, como dire… amenazante, encapotado; tanto asi, que
había apagado el alfombrado
Magico de las estrellas cuando titilan en la esfera
celeste, era tiempo de obscuridad como una de las plagas que soporto el Faraón,
cuando el pueblo del libro cruzo el mar rojo que se abrio para su paso y comenzo
la etapa nómade a la libertad del desierto.
El habia retornado, por via aérea desde Córdoba al
cabo de una semana –de 5 noches de lunes a viernes- en que su accionar se bifurcó
entre: la labor de ventas para la que viajó, y por las noches asumió que podía
navegar en la jarana recuperatoria de sus alardes de juventud…
…Pero ahora acusaba una altura de edad que decía 56
años y pensaba que no le alcanzarian para recuperar el tiempo del jolgorio
“inopinado” –y no tanto- que el pillo tenia pergeniado para resarcirse del
tiempo pasado.
De modo que le daba a los “convites” cuyos gastos
ideaba cargarlos a “encuentros comerciales y cenas de representación”, y si esas cinco
noches hubo de todo, porque a Él le
gustaba regocijarse acercandose a los pimpollos de 18/22 años, eran de esa
pleyade de cordobesitas que daban las 12 antes de tiempo, y embalado cada noche
era con una “Venus” diferente. En presencia de ellas parecia que la tierra se
rajaba.
Habia un detalle que él ignoraba “la
produccion”habilmente para bajar gastos contrato en Córdoba un fotógrafo
profesional que colocó discretamente el mismo que adjuntó todas las tomas, en un albúm, que
oportunamente puso a disposición de la Señora Directora , que al
advertir la variedad de dislates y exposiciones vergonzantes del “vendedor”
(que a la sazón era su esposo), mando a cambiar todas las cerraduras, y el
improvisado galan –ahora maltrecho ex conyuje-busca un alojamiento económico.
Por aquello que el que la hace la paga coincidia con
su edad 56 le estaba anunciando lo que le iba a suceder y no lo supo ni siquiera
intuir.-
Es el 56 en la jerga de los apostadores compulsivos y
de los otros es:LA CAIDA. En
la cual el protagonista –trocado en
pelafustan barato- de dio de bruces.
CABA 20-11-2014
JFA
No hay comentarios:
Publicar un comentario