lunes, 1 de diciembre de 2014

DERROTERO

Derrotero…” el que las hace…las paga”
A mi me preguntó un jóven:
-Casado: ¿Cómo te va?
-yo le conteste diciendo:
-Casate, y vos verás.-
INTROITO

Derrivar muros, hacerse cargo de sus circunstancias, ese es el esbozo para la vida del hombre desde su niñez, no obstante no es una regla generalizada.-

A veces rodeado de cariño, cuidados y ternuras, para que vaya aprendiendo como y porque asumir su rol. A veces se aprende enseguida y a los 16 años se es adulto, otras veces a los 40 parece que no hubiera entrado en la pubertad. Claro sí son las contradicciones de esto que llamamos vivir.

Los golpés y encontronazos  existenciales a veces sacuden los sesos y esa leccion asi aprendida se asume como la acción básica. Quizas por los años 40/50 alguno de nuestros mayores avizorando el panorama imperante  nos recomendara:” mira muchacho vos tenes 16 años, y podes estudiar, sos…un  elegido, no todos pueden, y hoy sin un titulo no se es nada…¿entendes?

Esas alternativas daba gusto recibirlas, encontrarlas, advertirlas o como sea, y deleitaba  ese ensayo general para entrar a imprimir a la propia conciencia de una ajustada y genuina responsabilidad. Pero claro, no somos todos iguales, ni siquiera lo son los 5 dedos de una mano.

DESARROLLO TEMÁTICO

Aquí me viene a la memoria un relato que expresa la reaccion de un personaje que ve publicada una foto que lo compromete…¿Qué tal?

Fueron aquellos dias que  estaban señalados para un  destino determinado, ya desde la noche anterior el cielo estaba, como dire… amenazante, encapotado; tanto asi, que había apagado el alfombrado
Magico de las estrellas cuando titilan en la esfera celeste, era tiempo de obscuridad como una de las plagas que soporto el Faraón, cuando el pueblo del libro cruzo el mar rojo que se abrio para su paso y  comenzo  la etapa nómade a la libertad del desierto.

El habia retornado, por via aérea desde Córdoba al cabo de una semana –de 5 noches de lunes a viernes- en que su accionar se bifurcó entre: la labor de ventas para la que viajó, y por las noches asumió que podía navegar en la jarana recuperatoria de sus alardes de juventud…

…Pero ahora acusaba una altura de edad que decía 56 años y pensaba que no le alcanzarian para recuperar el tiempo del jolgorio “inopinado” –y no tanto- que el pillo tenia pergeniado para resarcirse del tiempo pasado.

De modo que le daba a los “convites” cuyos gastos ideaba cargarlos a “encuentros comerciales y  cenas de representación”, y si esas cinco noches hubo de todo, porque  a Él le gustaba regocijarse acercandose a los pimpollos de 18/22 años, eran de esa pleyade de cordobesitas que daban las 12 antes de tiempo, y embalado cada noche era con una “Venus” diferente. En presencia de ellas parecia que la tierra se rajaba.

Habia un detalle que él ignoraba “la produccion”habilmente para bajar gastos contrato en Córdoba un fotógrafo profesional que colocó discretamente el mismo  que adjuntó todas las tomas, en un albúm, que oportunamente puso a disposición de la Señora Directora, que al advertir la variedad de dislates y exposiciones vergonzantes del “vendedor” (que a la sazón era su esposo), mando a cambiar todas las cerraduras, y el improvisado galan –ahora maltrecho ex conyuje-busca un alojamiento económico.

Por aquello que el que la hace la paga coincidia con su edad 56 le estaba anunciando lo que le iba a suceder y no lo supo ni siquiera intuir.-

Es el 56 en la jerga de los apostadores compulsivos y de los otros es:LA CAIDA. En  la cual el protagonista –trocado en pelafustan barato-  de dio de bruces.


CABA  20-11-2014  JFA

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