lunes, 14 de junio de 2010

DE LA RED AL LABERINTO

DE LA RED AL LABERINTO

Muchas veces, la persona humana se va enredando en su propio quehacer cotidiano, quizás en su mismo lugar de trabajo, del que en vano quiere salir, sin lograrlo, mientras todo lo demás sigue funcionando, como siempre…sin que él tenga oportunidad de hablarlo con nadie.

No se trata de ninguna intriga simplemente que la modernidad evoluciona y nos hace acompañarla invariablemente para no quedar “fuera del plato”. En este caso nuestro hombre se hallaba inconcientemente mimetizado, de tal forma, con su PC que no advertía como la rutina elegida lo iba acotando…sin solución de continuidad.

Ahora verán, todos estamos socializados y cada vez virtualmente más cercanos los unos con los otros enviando mails a diestra y siniestra, es posible que recibamos 100 e-mails diarios.

Nuestro personaje tenía, de pronto, inicialmente 200 sin poder abrir y va pasando el tiempo, se va enriqueciendo en la variedad de tópicos de los mails y se ve compelido a multiplicarse para reenviarlos, encima tomo la costumbre de anexar algún comentario sobre el contenido, lo que lo ata aun mas a esta suerte de sacerdocio que lo va invadiendo, en el que se siente cada vez mas inmerso y del que ya, así, nunca podrá evadirse, ahora tiene 2.800 mails sin poder abrir y habrá que hacer un sacrificio heroico y comenzar a eliminar los mas antiguos.- de varios meses, pero se trata de algo “propio” porque no quiere parar el flujo que recibe y esta atorado en la implementación de la reciprocidad de las respuestas

Entretanto la experiencia lo ha hecho juramentarse en que tamizara los mails, en un momento se dice:¿pero que derecho tengo a censurar aquello que no me place?. Y se responde a veces hay mails políticos muy rudos, o cuentos subidos de color, ya rayano en lo chabacano, eso no lo puedo reenviar sopena de correr el riesgo de ofender la visión y el entendimiento de mi mundo cibernético, y eso es lo que no deseo alimentar.

Así fue que aquella tarde noche al llegar a su casa, fue muy parco, saludo cordialmente, tomo, en silencio su plato de sopa de letras aderezado convenientemente, dijo hasta mañana, se encaminó para la cama y se arropo, para esperar la nueva jornada.-

JFA 03-06-2010

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