EL REINADO DE SU MAJESTAD CANINA:
“PEQUI”
PRIMER PERIODO: no puedo invocar sobre que mi vida
familiar fuera azaroza, sin embargo los avatares de desarrollo de nuestras
vidas tiene facetas, que muchas veces comienzan de manera inopinada.
Aclaro que muchas veces la memoria deja de ser perfecta,
por el paso de los años, o bien el cúmulo de los acontecimientos, que en su
sumatoria desdibuja la estricta realidad a la que no le
haremos asumir ningún papel de inevitable.
Pero si les advierto que hay hechos –los cuales- nos
pasan en nuestras vivencias, como si nada, lo digo porque dentro de una vida
familiar, cuando “el clan” esta constituido las preocupaciones son variadas:
noviazgo, casamiento, la llegada de los deseados vastagos, la casa que queda chica y hay que
pensar en la siguiente, como consecuencia se precisan mas emolumentos:Ergo…hay
que trabajar mas…
Los esfuerzos fructifican,
logramos hacernos de un piso en Viamonte y Ayacucho –nada mal- que ocupamos en
1969,
tras 10 largos años de aportes, que nunca fueron
asfixiantes.
Nuestro piso era el 4°, un dia que bajamos a comprar algo vimos una
pequinesa fantastica, graciosa con su
coqueto andar, los chicos querian tener un perrito, pero nos resistiamos, no se
como se me ocurrio decir: si fuera una como esa la tomaria…!volando¡…
En el 9°P vivia
una señora anciana, a la sazón la mama del Ingeniero que nos vendio el
piso, que ademas era la propietaria de la pequinesa, de modo que no se que
ocurrio, ni porque, al otro día la señora nos ofrecio la perrita- aun cachorrita- no pude decir que no habida
cuenta que mi lengua se habia soltado, el dia antes y no pude retroceder. En el
interregno habia olvidado que: “el hombre es dueño de las palabras que calla y
esclavo de las que pronuncia”. En otras palabras que:”en boca cerrada no entran
moscas”. ¡No lo olvidaré jamás¡
Al principio la cachorrita nos volvio locos corria por
todo el piso, juguetona ella, y hacia sus necesidades donde se hallare, de modo
que hubo que hacerle un lugar: en el
lavadero, al lado de la habitacion de servico con su regia canastita, agua y
alimento y ese metro cuadrado donde establecerse; comprometernos entre todos a turnanos,
para que tres veces por dia, la bajaramos por sus menesteres escatologicos. No
habia otra.
“Pequi” o “Pequita” se fue ganando nuestra
voluntad se hizo delicada y aprendio a
no ensuciar en el departamento nuevo. Cuando ibamos a Mar del Plata la llevamos
con nosotros, ella se acomodaba en la luneta de atrás, en el auto. Era de la
familia…por decirlo de algun modo. ¿Como se en cariña uno?.
Cuando tomaba la correa y le decia:”vamos Pequi”
saltaba de contenta – sabia de que se trataba-
“Tan gozoza¡que iba a la calle¡”
Yo tenia un muy grande amigo que lo fue por 40 años ya
esta fallecido, tuvo un problema de cangrena en un pie y le amputaron dos dedos, ¡ah! el
cigarrillo que mata, y quedo muy delicado, despues se hizo paciente cardiaco,
su vida familiar fue muy irregular al igual que su vida sexual y una mañana un
infarto cardiaco se lo llevó.
Estaba yo escribiendo a maquina a su familia en España
con esa mala nueva y muy compugido llegue a sollozar por el infortunio de mi
amigo Pequita lo advirtió, yo estaba sentado y ella me queria confortar y
taltaba ese metro y pico, ella pequeñita, afligida de mi pesar. A veces los
animales parecen hasta, más que humanos, con sentimientos sin par.
Los años pasan raudos…los hijos crecen. Ley de vida hacen sus propios hogares y vienen
los dulces nietos, ¡para que¡ Pequita era super celosa y las chumbaba a las
nietitas mias, el Papa de las nenas un dia se enfureció con ella. Le tiro
un puntapie. Era hora de optar y la
entregue –adolorido- a una vecina de Mar del Plata que me ofrecio llevarla a
Junin. Habia que obrar en consecuencia y rapído: acepte.
Mas tarde supé que vecinos de su casa en Junin, no
pudieron soportar, su gracia, su porte, su elegancia, y envidiosos le tiraron carne envenenada y la mataron.
Incalificable. Pero ya lo ven ¡pobrecita! no la olvidamos nunca…
JFA –CABA- 26-11-2015