(Un Broche Desprendido)
“Conócete
a ti mismo”, y a fe mía que así es, con mesura, cada cosa que realizo, cada
acción, la reconozco es propia, me
pertenece, no la rechazo. ¿para que?... seria inútil.
Bajo
el paraguas protector, que abre nuestra condición humana, y que pensamos que
algo de nuestra personalidad queda oculto. No es así. Los demás, nuestros
allegados, también nos conocen, y saben el porque de nuestras reacciones.
Si
aparecemos contracturados y no hemos alternado frío-calor, pero tuvimos
algún encontronazo emocional,entonces no
le busquemos otro diagnostico.
En
cambio si al hablar, la garganta da un
tenue tomo de voz, aflautado, como de rara ave es porque la procesión
interior, por alguna desavenencia espiritual, nos esta carcomiendo sin poder ni
enfrentarla y cuanto menos resolverla.
Que
decir cuando estamos contrariados porque en el medio de nuestra escena, en la
que actuamos, con nuestros semejantes hay alguna actitud que no nos cuadra y
nos mordemos los labios por no romper la armonía general y todo se vuelca sobre
quien lo padece. Y a veces los que lo causan ni cuenta que se dan. Están
ausentes, viven en otra dimensión.
Lo
cierto surge como el corcho en medio del mar, por eso ansioso como me conozco
quise tomar, cada desafío, que asumo al escribir en mi incesante peregrinar en
el aprendizaje de la literatura tanto para bordar en silabas cuanto para
interpretarlas.
Por
eso quiero hacer base en los sentimientos, son los que nos mueven desde la
sensibilidad de las plantas de los pies, hasta esas antenas que son las cabelleras, entretanto son nuestras, claro.
Como
personas somos seres sociales, renunciamos a ser misántropos, necesitamos de
los otros, de ambos sexos por amistad y naturalmente para la expansión y
desarrollo de nuestra irrenunciable espiritualidad.
De
entre las pasiones siempre me aferre al amor, creo que sin él no hay vida ni
continuidad, por eso si nos enamoramos –pensando en quienes no podemos
abandonar ese trampolín hacia la felicidad- cuando nos separamos,
momentáneamente, sentimos que hace apenas tan poco, y ya estamos con esa
sensación de como... perdidos pugnando por volver a encontrarnos.-
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