martes, 6 de diciembre de 2011

UNA EXQUISITA PROFESIÓN DE FÉ

UNA EXQUISITA PROFESIÓN DE FÉ

“DE LOS DIVERSOS INSTRUMENTOS
INVENTADOS POR EL HOMBRE,
EL MÁS ASOMBROSO ES EL LIBRO,
TODO LO DEMAS SON EXTENSIONES,
DE SU CUERPO, SOLO EL LIBRO ES
EXTENSIÓN DE LA IMAGINACIÓN Y
LA MEMORIA.”
J.L.BORGES
“UN LIBRO ABIERTO ES UN CEREBRO QUE
HABLA; CERRADO, UN AMIGO QUE ESPERA;
OLVIDADO UN ALMA QUE LLORA”.
PROVERBIO INDÚ.

Los avatares, con que la vida nos sorprende, suelen a menudo resultar curiosos y sin duda, casi siempre son acicate para estimular nuestra bendita obstinación en función de perfeccionarnos; así cavilaba en la fila de Bus l51, que al bajar del tren que me traía desde La Plata, lo tomaba hacia mi hogar en Colegiales. Llevaba siempre las muestras, en catálogos de la Editorial Sopena Argentina que me contaba entre sus promotores.

Cual no seria mi sorpresa que al sentarme, porque no había ventillas libres, al lado de un pasajero este resultaría a la sazón, uno de mis clientes mas nobles y sostenidos. Lo primero porque era un escritor de pensamientos de la izquierda nacional, sobre cuyos temas a veces platicábamos, y que él con tanta delicadeza me hacía conocer y entender; lo otro porque siempre me compraba alguna colección de su preferencia.

Tras los saludos protocolares, sobre lo inopinado de aquel encuentro, y hablando de su pasión de escritor, que creo como todos los que escriben aman entrañablemente lo obtenido ya que su literatura, esa que emana del pensamiento sublimándose con su alma y que queda escrita de su puño y letra es invariablemente el testimonio mas recóndito de lo que anida su espíritu en cada uno de sus genes.

De manera que no me extraño para nada que me dijera, atinente a su labor de escritor, que era Don Arístides Gómez Simes: “sabe, no me jacto de ser escritor, solo me enorgullece las páginas leídas más aun las aprendidas, cuyos conceptos se me han quedado grabados”.

Fue entonces que elucubre para mis adentros que este hombre, cincuentón largo, padre de dos hijas mujeres, y con una hermosa y rubia esposa, en su labor intelectual lo han guiado cambiar horas de hastío por otras de inefable y deliciosa compañía para valorizar su existencia, y creo que su “media naranja” era su hada inspiradora.

En otro orden temático, me extraño que un hombre con ideas sociales de izquierda invocara Las Sagradas Escrituras, cuando en otro género de ideas agrego: “No solo es hablar con Dios en nuestras oraciones, sino entender que es Él quien dialoga con nosotros en ellas”.

Estaba realmente encendido, sus ojos al hablarme brillaban iluminando la charla –se me ocurría pensar- y ensalzando su profesión…agrego:”salvando las distancias, recordemos que si leemos entablamos un dialogo constante donde el libro habla, mientras nuestra reflexión hace que el interior inquieto responda”.

Llevó su mirada hacia arriba y continuo derramando sus verbos:”buceando al leer es traer conocimientos, ideas, instrucción, pensamientos, y eso nos posesiona, hasta incluso, oportunamente si lo requiere alguien, orientarlo entonces con la certeza de opinar, en caso de estar compenetrados de lo que conversamos, ya que la lectura de textos varios nos completa, nos hace diversos, ágiles, dinámicos y sobre todo precisos”.

Para finalizar, mientras nos despedíamos; no me lo esperaba, pero cerro la charla, ya que él se apeaba en la zona del Once –donde habitaba- con una sentencia:”incluso-me dijo- muchos seres pensantes, así como otros seres creen en el paraíso al lado de, Afrodita, Venus o Diana Cazadora, para otros tipos de inquietud, por ejemplo la literatura, el paraíso es una completa biblioteca ordenada como si fuera el mas exquisito alarde del arte; -y extendiéndose me contó con un aire entre quedo y misterioso-: como somos vulnerables al imperio de las sombras, dicen que en el antiguo Egipto se llamaban a las bibliotecas Tesoros de los remedios del alma, se curaba la ignorancia la mas peligrosa de las enfermedades y el origen de las demás”.

JFA 15-11-2011